Salmos 132

Cántico para los peregrinos que suben a Jerusalén.

1 Señor, acuérdate de David

y de todo lo que sufrió.

2 Le hizo una promesa solemne alSeñor;

le juró al Poderoso de Israel:

3 «No iré a mi hogar

ni me permitiré descansar;

4 no dejaré que mis ojos duerman

ni cerraré los párpados adormecidos

5 hasta que encuentre un lugar donde construir una casa para elSeñor,

un santuario para el Poderoso de Israel».

6 Oímos que el arca estaba en Efrata;

luego la encontramos en los campos distantes de Jaar.

7 Vayamos al santuario delSeñor;

adoremos al pie de su trono.

8 Levántate, ohSeñor, y entra en tu lugar de descanso,

junto con el arca, símbolo de tu poder.

9 Que tus sacerdotes se vistan de santidad;

que tus leales servidores canten de alegría.

10 Por amor a tu siervo David,

no rechaces al rey que has ungido.

11 ElSeñorle hizo un juramento a David

con una promesa que nunca retirará:

«Pondré a uno de tus descendientes

en tu trono.

12 Si tus descendientes obedecen las condiciones de mi pacto

y las leyes que les enseño,

entonces tu linaje real

continuará por siempre y para siempre».

13 Pues elSeñorha escogido a Jerusalén;

ha querido que sea su hogar.

14 «Este es mi lugar de descanso para siempre —dijo—;

viviré aquí porque este es el hogar que he deseado.

15 Bendeciré a esta ciudad y la haré próspera;

saciaré a sus pobres con alimento.

16 Vestiré a sus sacerdotes con santidad;

sus fieles servidores cantarán de alegría.

17 Aquí aumentaré el poder de David;

mi ungido será una luz para mi pueblo.

18 Vestiré de vergüenza a sus enemigos,

pero él será un rey glorioso».

Leave a comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *

13 − three =