Mateo 9

Jesús sana a un paralítico

1 Jesús subió a una barca y regresó al otro lado del lago, a su propia ciudad.

2 Unos hombres le llevaron a un paralítico en una camilla. Al ver la fe de ellos, Jesús le dijo al paralítico:«¡Ánimo, hijo mío! Tus pecados son perdonados».

3 Entonces algunos de los maestros de la ley religiosa decían en su interior: «¡Es una blasfemia! ¿Acaso se cree que es Dios?».

4 Jesús sabíalo que ellos estaban pensando, así que les preguntó:«¿Por qué tienen pensamientos tan malvados en el corazón?

5 ¿Qué es más fácil decir: “Tus pecados son perdonados” o “Ponte de pie y camina”?

6 Así que les demostraré que el Hijo del Hombretiene autoridad en la tierra para perdonar pecados».Entonces Jesús miró al paralítico y dijo:«¡Ponte de pie, toma tu camilla y vete a tu casa!».

7 ¡El hombre se levantó de un salto y se fue a su casa!

8 Al ver esto, el temor se apoderó de la multitud y alabaron a Dios por darles semejante autoridad a los seres humanos.

Jesús llama a Mateo

9 Mientras caminaba, Jesús vio a un hombre llamado Mateo sentado en su cabina de cobrador de impuestos.«Sígueme y sé mi discípulo»,le dijo Jesús. Entonces Mateo se levantó y lo siguió.

10 Más tarde, Mateo invitó a Jesús y a sus discípulos a una cena en su casa, junto con muchos cobradores de impuestos y otros pecadores de mala fama.

11 Cuando los fariseos vieron esto, preguntaron a los discípulos: «¿Por qué su maestro come con semejante escoria?».

12 Cuando Jesús los oyó, les dijo:«La gente sana no necesita médico, los enfermos sí».

13 Luego añadió:«Ahora vayan y aprendan el significado de la siguiente Escritura: “Quiero que tengan compasión, no que ofrezcan sacrificios”. Pues no he venido a llamar a los que se creen justos, sino a los que saben que son pecadores».

Discusión acerca del ayuno

14 Un día los discípulos de Juan el Bautista se acercaron a Jesús y le preguntaron:

—¿Por qué tus discípulos no ayunan,como lo hacemos nosotros y los fariseos?

15 Jesús respondió:

—¿Acaso los invitados de una boda están de luto mientras festejan con el novio? Por supuesto que no, pero un día el novio será llevado, y entonces sí ayunarán.

16 »Además, ¿a quién se le ocurriría remendar una prenda vieja con tela nueva? Pues el remiendo nuevo encogería y se desprendería de la tela vieja, lo cual dejaría una rotura aún mayor que la anterior.

17 »Y nadie pone vino nuevo en cueros viejos. Pues los cueros viejos se reventarían por la presión y el vino se derramaría, y los cueros quedarían arruinados. El vino nuevo se guarda en cueros nuevos para preservar a ambos.

Jesús sana en respuesta a la fe

18 Mientras Jesús decía esas cosas, el líder de una sinagoga se le acercó y se arrodilló delante de él. «Mi hija acaba de morir —le dijo—, pero tú puedes traerla nuevamente a la vida solo con venir y poner tu mano sobre ella».

19 Entonces Jesús y sus discípulos se levantaron y fueron con él.

20 Justo en ese momento, una mujer quien hacía doce años que sufría de una hemorragia continua se le acercó por detrás. Tocó el fleco de la túnica de Jesús

21 porque pensó: «Si tan solo toco su túnica, quedaré sana».

22 Jesús se dio vuelta, y cuando la vio le dijo:«¡Ánimo, hija! Tu fe te ha sanado».Y la mujer quedó sana en ese instante.

23 Cuando Jesús llegó a la casa del oficial, vio a una ruidosa multitud y escuchó la música del funeral.

24 «¡Salgan de aquí!—les dijo—.La niña no está muerta; solo duerme»;pero la gente se rió de él.

25 Sin embargo, una vez que hicieron salir a todos, Jesús entró y tomó la mano de la niña, ¡y ella se puso de pie!

26 La noticia de este milagro corrió por toda la región.

Jesús sana a unos ciegos

27 Cuando Jesús salió de la casa de la niña, lo siguieron dos hombres ciegos, quienes gritaban: «¡Hijo de David, ten compasión de nosotros!».

28 Entraron directamente a la casa donde Jesús se hospedaba, y él les preguntó:

—¿Creen que puedo darles la vista?

—Sí, Señor —le dijeron—, lo creemos.

29 Entonces él les tocó los ojos y dijo:

—Debido a su fe, así se hará.

30 Entonces sus ojos se abrieron, ¡y pudieron ver! Jesús les advirtió severamente:«No se lo cuenten a nadie»;

31 pero ellos, en cambio, salieron e hicieron correr su fama por toda la región.

32 Cuando se fueron, un hombre que no podía hablar, poseído por un demonio, fue llevado a Jesús.

33 Entonces Jesús expulsó al demonio y después el hombre comenzó a hablar. Las multitudes quedaron asombradas. «¡Jamás sucedió algo así en Israel!», exclamaron.

34 Sin embargo, los fariseos dijeron: «Puede expulsar demonios porque el príncipe de los demonios le da poder».

La necesidad de obreros

35 Jesús recorrió todas las ciudades y aldeas de esa región, enseñando en las sinagogas y anunciando la Buena Noticia acerca del reino; y sanaba toda clase de enfermedades y dolencias.

36 Cuando vio a las multitudes, les tuvo compasión, porque estaban confundidas y desamparadas, como ovejas sin pastor.

37 A sus discípulos les dijo:«La cosecha es grande, pero los obreros son pocos.

38 Así que oren al Señor que está a cargo de la cosecha; pídanle que envíe más obreros a sus campos».

Mateo 10

Jesús envía a los doce apóstoles

1 Jesús reunió a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus malignosy para sanar toda clase de enfermedades y dolencias.

2 Los nombres de los doce apóstoles son los siguientes:

Primero, Simón (también llamado Pedro),

luego Andrés (el hermano de Pedro),

Santiago (hijo de Zebedeo),

Juan (el hermano de Santiago),

3 Felipe,

Bartolomé,

Tomás,

Mateo (el cobrador de impuestos),

Santiago (hijo de Alfeo),

Tadeo,

4 Simón (el zelote),

Judas Iscariote (quien después lo traicionó).

5 Jesús envió a los doce apóstoles con las siguientes instrucciones:«No vayan a los gentilesni a los samaritanos,

6 sino solo al pueblo de Israel, las ovejas perdidas de Dios.

7 Vayan y anúncienles que el reino del cielo está cerca.

8 Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, curen a los leprosos y expulsen a los demonios. ¡Den tan gratuitamente como han recibido!

9 »No lleven nada de dinero en el cinturón, ni monedas de oro, ni de plata, ni siquiera de cobre.

10 No lleven bolso de viaje con una muda de ropa ni con sandalias, ni siquiera lleven un bastón. No duden en aceptar la hospitalidad, porque los que trabajan merecen que se les dé alimento.

11 »Cada vez que entren en una ciudad o una aldea, busquen a una persona digna y quédense en su casa hasta que salgan de ese lugar.

12 Cuando entren en el hogar, bendíganlo.

13 Si resulta ser un hogar digno, dejen que su bendición siga allí; si no lo es, retiren la bendición.

14 Si cualquier casa o ciudad se niega a darles la bienvenida o a escuchar su mensaje, sacúdanse el polvo de los pies al salir.

15 Les digo la verdad, el día del juicio les irá mejor a las ciudades perversas de Sodoma y Gomorra que a esa ciudad.

16 »Miren, los envío como ovejas en medio de lobos. Por lo tanto, sean astutos como serpientes e inofensivos como palomas.

17 Tengan cuidado, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán con látigos en las sinagogas.

18 Serán sometidos a juicio delante de gobernantes y reyes por ser mis seguidores; pero esa será una oportunidad para que les hablen a los gobernantes y a otros incrédulos acerca de mí.

19 Cuando los arresten, no se preocupen por cómo responder o qué decir. Dios les dará las palabras apropiadas en el momento preciso.

20 Pues no serán ustedes los que hablen, sino que el Espíritu de su Padre hablará por medio de ustedes.

21 »Un hermano traicionará a muerte a su hermano, un padre traicionará a su propio hijo, los hijos se rebelarán contra sus padres y harán que los maten.

22 Todas las naciones los odiarán a ustedes por ser mis seguidores,pero todo el que se mantenga firme hasta el fin será salvo.

23 Cuando los persigan en una ciudad, huyan a la siguiente. Les digo la verdad, el Hijo del Hombreregresará antes de que hayan llegado a todas las ciudades de Israel.

24 »Los alumnosno son superiores a su maestro, y los esclavos no son superiores a su amo.

25 Los alumnos deben parecerse a su maestro, y los esclavos deben parecerse a su amo. Si a mí, el amo de la casa, me han llamado príncipe de los demonios,a los miembros de mi casa los llamarán con nombres todavía peores.

26 »Así que no tengan miedo de aquellos que los amenazan; pues llegará el tiempo en que todo lo que está encubierto será revelado y todo lo secreto se dará a conocer a todos.

27 Lo que ahora les digo en la oscuridad, grítenlo por todas partes cuando llegue el amanecer. Lo que les susurro al oído, grítenlo desde las azoteas, para que todos lo escuchen.

28 »No teman a los que quieren matarles el cuerpo; no pueden tocar el alma. Teman solo a Dios, quien puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el infierno.

29 ¿Cuánto cuestan dos gorriones: una moneda de cobre? Sin embargo, ni un solo gorrión puede caer a tierra sin que el Padre lo sepa.

30 En cuanto a ustedes, cada cabello de su cabeza está contado.

31 Así que no tengan miedo; para Dios ustedes son más valiosos que toda una bandada de gorriones.

32 »Todo aquel que me reconozca en público aquí en la tierra también lo reconoceré delante de mi Padre en el cielo;

33 pero al que me niegue aquí en la tierra también yo lo negaré delante de mi Padre en el cielo.

34 »¡No crean que vine a traer paz a la tierra! No vine a traer paz, sino espada.

35 “He venido a poner a un hombre contra su padre,

a una hija contra su madre

y a una nuera contra su suegra.

36 ¡Sus enemigos estarán dentro de su propia casa!”.

37 »Si amas a tu padre o a tu madre más que a mí, no eres digno de ser mío; si amas a tu hijo o a tu hija más que a mí, no eres digno de ser mío.

38 Si te niegas a tomar tu cruz y a seguirme, no eres digno de ser mío.

39 Si te aferras a tu vida, la perderás; pero, si entregas tu vida por mí, la salvarás.

40 »El que los recibe a ustedes me recibe a mí, y el que me recibe a mí recibe al Padre, quien me envió.

41 Si reciben a un profeta como a alguien que habla de parte de Dios,recibirán la misma recompensa que un profeta. Y, si reciben a un justo debido a su justicia, recibirán una recompensa similar a la de él.

42 Y si le dan siquiera un vaso de agua fresca a uno de mis seguidores más insignificantes, les aseguro que recibirán una recompensa».

Mateo 11

Jesús y Juan el Bautista

1 Cuando Jesús terminó de darles esas instrucciones a los doce discípulos, salió a enseñar y a predicar en las ciudades de toda la región.

2 Juan el Bautista, quien estaba en prisión, oyó acerca de todas las cosas que hacía el Mesías. Entonces envió a sus discípulos para que le preguntaran a Jesús:

3 —¿Eres tú el Mesías a quien hemos esperadoo debemos seguir buscando a otro?

4 Jesús les dijo:

—Regresen a Juan y cuéntenle lo que han oído y visto:

5 los ciegos ven, los cojos caminan bien, los leprosos son curados, los sordos oyen, los muertos resucitan, y a los pobres se les predica la Buena Noticia.

6 —Y agregó—:Dios bendice a los que no se apartan por causa de mí.

7 Mientras los discípulos de Juan se iban, Jesús comenzó a hablar acerca de él a las multitudes:«¿A qué clase de hombre fueron a ver al desierto? ¿Acaso era una caña débil sacudida con la más leve brisa?

8 ¿O esperaban ver a un hombre vestido con ropa costosa? No, la gente que usa ropa costosa vive en los palacios.

9 ¿Buscaban a un profeta? Así es, y él es más que un profeta.

10 Juan es el hombre al que se refieren las Escrituras cuando dicen:

“Mira, envío a mi mensajero por anticipado,

y él preparará el camino delante de ti”.

11 »Les digo la verdad, de todos los que han vivido, nadie es superior a Juan el Bautista. Sin embargo, hasta la persona más insignificante en el reino del cielo es superior a él.

12 Desde los días en que Juan el Bautista comenzó a predicar hasta ahora, el reino del cielo ha venido avanzando con fuerza,y gente violenta lo está atacando.

13 Pues, antes de que viniera Juan, todos los profetas y la ley de Moisés anunciaban este tiempo;

14 y si ustedes están dispuestos a aceptar lo que les digo, él es Elías, aquel que los profetas dijeron que vendría.

15 ¡El que tenga oídos para oír, que escuche y entienda!

16 »¿Con qué puedo comparar a esta generación? Se parece a los niños que juegan en la plaza. Se quejan ante sus amigos:

17 “Tocamos canciones de bodas,

y no bailaron;

entonces tocamos cantos fúnebres,

y no se lamentaron”.

18 Pues Juan no dedicaba el tiempo a comer y beber, y ustedes dicen: “Está poseído por un demonio”.

19 El Hijo del Hombre,por su parte, festeja y bebe, y ustedes dicen: “¡Es un glotón y un borracho y es amigo de cobradores de impuestos y de otros pecadores!”. Pero la sabiduría demuestra estar en lo cierto por medio de sus resultados».

Juicio para los incrédulos

20 Luego Jesús comenzó a denunciar a las ciudades en las que había hecho tantos milagros, porque no se habían arrepentido de sus pecados ni se habían vuelto a Dios.

21 «¡Qué aflicción les espera, Corazín y Betsaida! Pues, si en las perversas ciudades de Tiro y de Sidón se hubieran hecho los milagros que hice entre ustedes, hace tiempo sus habitantes se habrían arrepentido de sus pecados vistiéndose con ropa de tela áspera y echándose ceniza sobre la cabeza en señal de remordimiento.

22 Les digo que, el día del juicio, a Tiro y a Sidón les irá mejor que a ustedes.

23 »Y ustedes, los de Capernaúm, ¿serán honrados en el cielo? No, descenderán al lugar de los muertos.Pues, si hubiera hecho en la perversa ciudad de Sodoma los milagros que hice entre ustedes, la ciudad estaría aquí hasta el día de hoy.

24 Les digo que, el día del juicio, aun a Sodoma le irá mejor que a ustedes».

Jesús da gracias al Padre

25 En esa ocasión, Jesús hizo la siguiente oración:«Oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, gracias por esconder estas cosas de los que se creen sabios e inteligentes, y por revelárselas a los que son como niños.

26 Sí, Padre, ¡te agradó hacerlo de esa manera!

27 »Mi Padre me ha confiado todo. Nadie conoce verdaderamente al Hijo excepto el Padre, y nadie conoce verdaderamente al Padre excepto el Hijo y aquellos a quienes el Hijo decide revelarlo».

28 Luego dijo Jesús:«Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso.

29 Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma.

30 Pues mi yugo es fácil de llevar y la carga que les doy es liviana».

Mateo 12

Discusión acerca del día de descanso

1 Por ese tiempo, Jesús caminaba en el día de descanso por unos terrenos sembrados. Sus discípulos tenían hambre, entonces comenzaron a arrancar unas espigas de grano y a comérselas.

2 Algunos fariseos los vieron y protestaron:

—Mira, tus discípulos violan la ley al cosechar granos en el día de descanso.

3 Jesús les dijo:

—¿No han leído en las Escrituras lo que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre?

4 Entró en la casa de Dios, y él y sus compañeros violaron la ley al comer los panes sagrados, que solo a los sacerdotes se les permitía comer.

5 ¿Y no han leído en la ley de Moisés que los sacerdotes de turno en el templo pueden trabajar en el día de descanso?

6 Les digo, ¡aquí hay uno que es superior al templo!

7 Ustedes no habrían condenado a mis discípulos —quienes son inocentes— si conocieran el significado de la Escritura que dice: “Quiero que tengan compasión, no que ofrezcan sacrificios”.

8 Pues el Hijo del Hombrees Señor, ¡incluso del día de descanso!

Jesús sana en el día de descanso

9 Luego Jesús entró en la sinagoga de ellos,

10 y allí vio a un hombre que tenía una mano deforme. Los fariseos le preguntaron a Jesús:

—¿Permite la ley que una persona trabaje sanando en el día de descanso?

(Esperaban que él dijera que sí para poder levantar cargos en su contra).

11 Él les respondió:

—Si tuvieran una oveja y esta cayera en un pozo de agua en el día de descanso, ¿no trabajarían para sacarla de allí? Por supuesto que lo harían.

12 ¡Y cuánto más valiosa es una persona que una oveja! Así es, la ley permite que una persona haga el bien en el día de descanso.

13 Después le dijo al hombre:«Extiende la mano».Entonces el hombre la extendió, y la mano quedó restaurada, ¡igual que la otra!

14 Entonces los fariseos convocaron a una reunión para tramar cómo matar a Jesús.

Jesús, el Siervo elegido de Dios

15 Pero Jesús sabía lo que ellos tenían en mente. Entonces salió de esa región, y mucha gente lo siguió. Sanó a todos los enfermos de esa multitud,

16 pero les advirtió que no revelaran quién era él.

17 Con eso se cumplió la profecía de Isaías acerca de él:

18 «Miren a mi Siervo, al que he elegido.

Él es mi Amado, quien me complace.

Pondré mi Espíritu sobre él,

y proclamará justicia a las naciones.

19 No peleará ni gritará,

ni levantará su voz en público.

20 No aplastará la caña más débil

ni apagará una vela que titila.

Al final, hará que la justicia salga victoriosa.

21 Y su nombre será la esperanza

de todo el mundo».

Jesús y el príncipe de los demonios

22 Luego le llevaron a Jesús a un hombre ciego y mudo que estaba poseído por un demonio. Jesús sanó al hombre para que pudiera hablar y ver.

23 La multitud quedó llena de asombro, y preguntaba: «¿Será posible que Jesús sea el Hijo de David, el Mesías?».

24 Pero cuando los fariseos oyeron del milagro, dijeron: «Con razón puede expulsar demonios. Él recibe su poder de Satanás,el príncipe de los demonios».

25 Jesús conocía sus pensamientos y les contestó:«Todo reino dividido por una guerra civil está condenado al fracaso. Una ciudad o una familia dividida por peleas se desintegrará.

26 Si Satanás expulsa a Satanás, está dividido y pelea contra sí mismo; su propio reino no sobrevivirá.

27 Entonces, si mi poder proviene de Satanás, ¿qué me dicen de sus propios exorcistas, quienes también expulsan demonios? Así que ellos los condenarán a ustedes por lo que acaban de decir.

28 Sin embargo, si yo expulso a los demonios por el Espíritu de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado y está entre ustedes.

29 Pues, ¿quién tiene suficiente poder para entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes? Solo alguien aún más fuerte, alguien que pudiera atarlo y después saquear su casa.

30 »El que no está conmigo, a mí se opone, y el que no trabaja conmigo, en realidad, trabaja en mi contra.

31 »Por eso les digo, cualquier pecado y blasfemia pueden ser perdonados, excepto la blasfemia contra el Espíritu Santo, que jamás será perdonada.

32 El que hable en contra del Hijo del Hombre puede ser perdonado, pero el que hable contra el Espíritu Santo jamás será perdonado, ya sea en este mundo o en el que vendrá.

33 »A un árbol se le identifica por su fruto. Si el árbol es bueno, su fruto será bueno. Si el árbol es malo, su fruto será malo.

34 ¡Camada de víboras! ¿Cómo podrían hombres malvados como ustedes hablar de lo que es bueno y correcto? Pues lo que está en el corazón determina lo que uno dice.

35 Una persona buena produce cosas buenas del tesoro de su buen corazón, y una persona mala produce cosas malas del tesoro de su mal corazón.

36 Les digo lo siguiente: el día del juicio, tendrán que dar cuenta de toda palabra inútil que hayan dicho.

37 Las palabras que digas te absolverán o te condenarán».

La señal de Jonás

38 Un día, algunos maestros de la ley religiosa y algunos fariseos se acercaron a Jesús y le dijeron:

—Maestro, queremos que nos muestres alguna señal milagrosa para probar tu autoridad.

39 Jesús les respondió:

—Solo una generación maligna y adúltera exigiría una señal milagrosa; pero la única que les daré será la señal del profeta Jonás.

40 Así como Jonás estuvo en el vientre del gran pez durante tres días y tres noches, el Hijo del Hombre estará en el corazón de la tierra durante tres días y tres noches.

41 »El día del juicio los habitantes de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se arrepintieron de sus pecados al escuchar la predicación de Jonás. Ahora alguien superior a Jonás está aquí, pero ustedes se niegan a arrepentirse.

42 La reina de Sabatambién se levantará contra esta generación el día del juicio y la condenará, porque vino de una tierra lejana para oír la sabiduría de Salomón. Ahora alguien superior a Salomón está aquí, pero ustedes se niegan a escuchar.

43 »Cuando un espíritu malignosale de una persona, va al desierto en busca de descanso, pero no lo encuentra.

44 Entonces dice: “Volveré a la persona de la cual salí”. De modo que regresa y encuentra su antigua casa vacía, barrida y en orden.

45 Entonces el espíritu busca a otros siete espíritus más malignos que él, y todos entran en la persona y viven allí. Y entonces esa persona queda peor que antes. Eso es lo que le ocurrirá a esta generación maligna.

La verdadera familia de Jesús

46 Mientras Jesús hablaba a la multitud, su madre y sus hermanos estaban afuera y pedían hablar con él.

47 Alguien le dijo a Jesús: «Tu madre y tus hermanos están parados afuera y desean hablar contigo».

48 Jesús preguntó:«¿Quién es mi madre? ¿Quiénes son mis hermanos?».

49 Luego señaló a sus discípulos y dijo:«Miren, estos son mi madre y mis hermanos.

50 Pues todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo es mi hermano y mi hermana y mi madre».

Mateo 13

Parábola del sembrador

1 Más tarde ese mismo día, Jesús salió de la casa y se sentó junto al lago.

2 Pronto se reunió una gran multitud alrededor de él, así que entró en una barca. Se sentó allí y enseñó mientras la gente estaba de pie en la orilla.

3 Contó muchas historias en forma de parábola como la siguiente:

«¡Escuchen! Un agricultor salió a sembrar.

4 A medida que esparcía las semillas por el campo, algunas cayeron sobre el camino y los pájaros vinieron y se las comieron.

5 Otras cayeron en tierra poco profunda con roca debajo de ella. Las semillas germinaron con rapidez porque la tierra era poco profunda;

6 pero pronto las plantas se marchitaron bajo el calor del sol y, como no tenían raíces profundas, murieron.

7 Otras semillas cayeron entre espinos, los cuales crecieron y ahogaron los brotes;

8 pero otras semillas cayeron en tierra fértil, ¡y produjeron una cosecha que fue treinta, sesenta y hasta cien veces más numerosa de lo que se había sembrado!

9 El que tenga oídos para oír, que escuche y entienda».

10 Sus discípulos vinieron y le preguntaron:

—¿Por qué usas parábolas cuando hablas con la gente?

11 —A ustedes se les permite entender los secretosdel reino del cielo—les contestó—,pero a otros no.

12 A los que escuchan mis enseñanzas se les dará más comprensión, y tendrán conocimiento en abundancia; pero a los que no escuchan se les quitará aun lo poco que entiendan.

13 Por eso uso estas parábolas:

Pues ellos miran, pero en realidad no ven.

Oyen, pero en realidad no escuchan ni entienden.

14 De esa forma, se cumple la profecía de Isaías que dice:

“Cuando ustedes oigan lo que digo,

no entenderán.

Cuando vean lo que hago,

no comprenderán.

15 Pues el corazón de este pueblo está endurecido,

y sus oídos no pueden oír,

y han cerrado los ojos,

así que sus ojos no pueden ver,

y sus oídos no pueden oír,

y su corazón no puede entender,

y no pueden volver a mí

para que yo los sane”.

16 »Pero benditos son los ojos de ustedes, porque ven; y sus oídos, porque oyen.

17 Les digo la verdad, muchos profetas y muchas personas justas anhelaron ver lo que ustedes ven, pero no lo vieron; y anhelaron oír lo que ustedes oyen, pero no lo oyeron.

18 »Escuchen ahora la explicación de la parábola acerca del agricultor que salió a sembrar:

19 Las semillas que cayeron en el camino representan a los que oyen el mensaje del reino y no lo entienden. Entonces viene el maligno y arrebata la semilla que fue sembrada en el corazón.

20 Las semillas sobre la tierra rocosa representan a los que oyen el mensaje y de inmediato lo reciben con alegría;

21 pero, como no tienen raíces profundas, no duran mucho. En cuanto tienen problemas o son perseguidos por creer la palabra de Dios, caen.

22 Las semillas que cayeron entre los espinos representan a los que oyen la palabra de Dios, pero muy pronto el mensaje queda desplazado por las preocupaciones de esta vida y el atractivo de la riqueza, así que no se produce ningún fruto.

23 Las semillas que cayeron en la buena tierra representan a los que de verdad oyen y entienden la palabra de Dios, ¡y producen una cosecha treinta, sesenta y hasta cien veces más numerosa de lo que se había sembrado!

Parábola del trigo y la maleza

24 La siguiente es otra historia que contó Jesús:«El reino del cielo es como un agricultor que sembró buena semilla en su campo.

25 Pero aquella noche, mientras los trabajadores dormían, vino su enemigo, sembró hierbas malas entre el trigo y se escabulló.

26 Cuando el cultivo comenzó a crecer y a producir granos, la maleza también creció.

27 »Los empleados del agricultor fueron a hablar con él y le dijeron: “Señor, el campo donde usted sembró la buena semilla está lleno de maleza. ¿De dónde salió?”.

28 »“¡Eso es obra de un enemigo!”, exclamó el agricultor.

»“¿Arrancamos la maleza?”, le preguntaron.

29 »“No —contestó el amo—, si lo hacen, también arrancarán el trigo.

30 Dejen que ambas crezcan juntas hasta la cosecha. Entonces les diré a los cosechadores que separen la maleza, la aten en manojos y la quemen, y que pongan el trigo en el granero”».

Parábola de la semilla de mostaza

31 La siguiente es otra ilustración que usó Jesús:«El reino del cielo es como una semilla de mostaza sembrada en un campo.

32 Es la más pequeña de todas las semillas, pero se convierte en la planta más grande del huerto; crece hasta llegar a ser un árbol y vienen los pájaros y hacen nidos en las ramas».

Parábola de la levadura

33 Jesús también usó la siguiente ilustración:«El reino del cielo es como la levadura que utilizó una mujer para hacer pan. Aunque puso solo una pequeña porción de levadura en tres medidas de harina, la levadura impregnó toda la masa».

34 Jesús siempre usaba historias e ilustraciones como esas cuando hablaba con las multitudes. De hecho, nunca les habló sin usar parábolas.

35 Así se cumplió lo que había dicho Dios por medio del profeta:

«Les hablaré en parábolas.

Les explicaré cosas escondidas desde la creación del mundo».

Explicación de la parábola del trigo y la maleza

36 Luego, Jesús dejó a las multitudes afuera y entró en la casa. Sus discípulos le dijeron:

—Por favor, explícanos la historia de la maleza en el campo.

37 Jesús respondió:

—El Hijo del Hombrees el agricultor que siembra la buena semilla.

38 El campo es el mundo, y la buena semilla representa a la gente del reino. La maleza representa a las personas que pertenecen al maligno.

39 El enemigo que sembró la maleza entre el trigo es el diablo. La cosecha es el fin del mundo,y los cosechadores son los ángeles.

40 »Tal como se separa la maleza y se quema en el fuego, así será en el fin del mundo.

41 El Hijo del Hombre enviará a sus ángeles, y ellos quitarán del reino todo lo que produzca pecado y a todos aquellos que hagan lo malo.

42 Y los ángeles los arrojarán al horno ardiente, donde habrá llanto y rechinar de dientes.

43 Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. ¡El que tenga oídos para oír, que escuche y entienda!

Parábolas del tesoro escondido y de la perla

44 »El reino del cielo es como un tesoro escondido que un hombre descubrió en un campo. En medio de su entusiasmo, lo escondió nuevamente y vendió todas sus posesiones a fin de juntar el dinero suficiente para comprar el campo.

45 »Además el reino del cielo es como un comerciante en busca de perlas de primera calidad.

46 Cuando descubrió una perla de gran valor, vendió todas sus posesiones y la compró.

Parábola de la red para pescar

47 »También el reino del cielo es como una red para pescar, que se echó al agua y atrapó toda clase de peces.

48 Cuando la red se llenó, los pescadores la arrastraron a la orilla, se sentaron y agruparon los peces buenos en cajas, pero desecharon los que no servían.

49 Así será en el fin del mundo. Los ángeles vendrán y separarán a los perversos de los justos,

50 y arrojarán a los malos en el horno ardiente, donde habrá llanto y rechinar de dientes.

51 ¿Entienden todas estas cosas?

—Sí —le dijeron—, las entendemos.

52 Entonces añadió:

—Todo maestro de la ley religiosa que se convierte en un discípulo del reino del cielo es como el propietario de una casa, que trae de su depósito joyas de la verdad tanto nuevas como viejas.

Jesús es rechazado en Nazaret

53 Cuando Jesús terminó de contar esas historias e ilustraciones, salió de esa región.

54 Regresó a Nazaret, su pueblo. Cuando enseñó allí en la sinagoga, todos quedaron asombrados, y decían: «¿De dónde saca esa sabiduría y el poder para hacer milagros?».

55 Y se burlaban: «No es más que el hijo del carpintero, y conocemos a María, su madre, y a sus hermanos: Santiago, José,Simón y Judas.

56 Todas sus hermanas viven aquí mismo entre nosotros. ¿Dónde aprendió todas esas cosas?».

57 Se sentían profundamente ofendidos y se negaron a creer en él.

Entonces Jesús les dijo:«Un profeta recibe honra en todas partes menos en su propio pueblo y entre su propia familia».

58 Por lo tanto, hizo solamente unos pocos milagros allí debido a la incredulidad de ellos.

Mateo 14

Muerte de Juan el Bautista

1 Cuando Herodes Antipas, el gobernante de Galilea,oyó hablar de Jesús,

2 les dijo a sus consejeros: «¡Este debe ser Juan el Bautista que resucitó de los muertos! Por eso puede hacer semejantes milagros».

3 Pues Herodes había arrestado y encarcelado a Juan como un favor para su esposa, Herodías (exesposa de Felipe, el hermano de Herodes).

4 Juan venía diciendo a Herodes: «Es contra la ley de Dios que te cases con ella».

5 Herodes quería matar a Juan pero temía que se produjera un disturbio, porque toda la gente creía que Juan era un profeta.

6 Pero durante la fiesta de cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías bailó una danza que a él le agradó mucho;

7 entonces le prometió con un juramento que le daría cualquier cosa que ella quisiera.

8 Presionada por su madre, la joven dijo: «Quiero en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista».

9 Entonces el rey se arrepintió de lo que había dicho; pero debido al juramento que había hecho delante de sus invitados, dio las órdenes necesarias.

10 Así fue que decapitaron a Juan en la prisión,

11 trajeron su cabeza en una bandeja y se la dieron a la joven, quien se la llevó a su madre.

12 Después, los discípulos de Juan llegaron a buscar su cuerpo y lo enterraron. Luego fueron a contarle a Jesús lo que había sucedido.

Jesús alimenta a cinco mil

13 En cuanto Jesús escuchó la noticia, salió en una barca a un lugar alejado para estar a solas; pero las multitudes oyeron hacia dónde se dirigía y lo siguieron a pie desde muchas ciudades.

14 Cuando Jesús bajó de la barca, vio a la gran multitud, tuvo compasión de ellos y sanó a los enfermos.

15 Esa tarde, los discípulos se le acercaron y le dijeron:

—Este es un lugar alejado y ya se está haciendo tarde. Despide a las multitudes para que puedan ir a las aldeas a comprarse comida.

16 Jesús les dijo:

—Eso no es necesario; denles ustedes de comer.

17 —¡Pero lo único que tenemos son cinco panes y dos pescados! —le respondieron.

18 —Tráiganlos aquí—dijo Jesús.

19 Luego le dijo a la gente que se sentara sobre la hierba. Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados, miró hacia el cielo y los bendijo. Después partió los panes en trozos y se los dio a sus discípulos, quienes los distribuyeron entre la gente.

20 Todos comieron cuanto quisieron, y después los discípulos juntaron doce canastas con lo que sobró.

21 Aquel día, ¡unos cinco mil hombres se alimentaron, además de las mujeres y los niños!

Jesús camina sobre el agua

22 Inmediatamente después, Jesús insistió en que los discípulos regresaran a la barca y cruzaran al otro lado del lago mientras él enviaba a la gente a casa.

23 Después de despedir a la gente, subió a las colinas para orar a solas. Mientras estaba allí solo, cayó la noche.

24 Mientras tanto, los discípulos se encontraban en problemas lejos de tierra firme, ya que se había levantado un fuerte viento y luchaban contra grandes olas.

25 A eso de las tres de la madrugada,Jesús se acercó a ellos caminando sobre el agua.

26 Cuando los discípulos lo vieron caminar sobre el agua, quedaron aterrados. Llenos de miedo, clamaron: «¡Es un fantasma!».

27 Pero Jesús les habló de inmediato:

—No tengan miedo—dijo—.¡Tengan ánimo! ¡Yo estoy aquí!

28 Entonces Pedro lo llamó:

—Señor, si realmente eres tú, ordéname que vaya hacia ti caminando sobre el agua.

29 —Sí, ven—dijo Jesús.

Entonces Pedro se bajó por el costado de la barca y caminó sobre el agua hacia Jesús,

30 pero cuando vio el fuerteviento y las olas, se aterrorizó y comenzó a hundirse.

—¡Sálvame, Señor! —gritó.

31 De inmediato, Jesús extendió la mano y lo agarró.

—Tienes tan poca fe—le dijo Jesús—.¿Por qué dudaste de mí?

32 Cuando subieron de nuevo a la barca, el viento se detuvo.

33 Entonces los discípulos lo adoraron. «¡De verdad eres el Hijo de Dios!», exclamaron.

34 Después de cruzar el lago, arribaron a Genesaret.

35 Cuando la gente reconoció a Jesús, la noticia de su llegada corrió rápidamente por toda la región, y pronto la gente llevó a todos los enfermos para que fueran sanados.

36 Le suplicaban que permitiera a los enfermos tocar al menos el fleco de su túnica, y todos los que tocaban a Jesús eran sanados.

Mateo 15

Jesús enseña acerca de la pureza interior

1 En ese momento, algunos fariseos y maestros de la ley religiosa llegaron desde Jerusalén para ver a Jesús.

2 —¿Por qué tus discípulos desobedecen nuestra antigua tradición? —le preguntaron—. No respetan la ceremonia de lavarse las manos antes de comer.

3 Jesús les respondió:

—¿Y por qué ustedes, por sus tradiciones, violan los mandamientos directos de Dios?

4 Por ejemplo, Dios dice: “Honra a tu padre y a tu madre”y “Cualquiera que hable irrespetuosamente de su padre o de su madre tendrá que morir”.

5 Sin embargo, ustedes dicen que está bien que uno les diga a sus padres: “Lo siento, no puedo ayudarlos porque he jurado darle a Dios lo que les hubiera dado a ustedes”.

6 De esta manera, ustedes afirman que no hay necesidad de honrar a los padres; y entonces anulan la palabra de Dios por el bien de su propia tradición.

7 ¡Hipócritas! Isaías tenía razón cuando profetizó acerca de ustedes, porque escribió:

8 “Este pueblo me honra con sus labios,

pero su corazón está lejos de mí.

9 Su adoración es una farsa

porque enseñan ideas humanas como si fueran mandatos de Dios”.

10 Luego Jesús llamó a la multitud para que se acercara y oyera.«Escuchen—les dijo—,y traten de entender.

11 Lo que entra por la boca no es lo que los contamina; ustedes se contaminan por las palabras que salen de la boca».

12 Entonces los discípulos se acercaron y le preguntaron:

—¿Te das cuenta de que has ofendido a los fariseos con lo que acabas de decir?

13 Jesús contestó:

—Toda planta que no fue plantada por mi Padre celestial será arrancada de raíz,

14 así que no les hagan caso. Son guías ciegos que conducen a los ciegos, y si un ciego guía a otro, los dos caerán en una zanja.

15 Entonces Pedro le dijo a Jesús:

—Explícanos la parábola que dice que la gente no se contamina por lo que come.

16 —¿Todavía no lo entienden?—preguntó Jesús—.

17 Todo lo que comen pasa a través del estómago y luego termina en la cloaca,

18 pero las palabras que ustedes dicen provienen del corazón; eso es lo que los contamina.

19 Pues del corazón salen los malos pensamientos, el asesinato, el adulterio, toda inmoralidad sexual, el robo, la mentira y la calumnia.

20 Esas cosas son las que los contaminan. Comer sin lavarse las manos nunca los contaminará.

La fe de una mujer gentil

21 Luego Jesús salió de Galilea y se dirigió al norte, a la región de Tiro y Sidón.

22 Una mujer de los gentiles,que vivía allí, se le acercó y le rogó: «¡Ten misericordia de mí, oh Señor, Hijo de David! Pues mi hija está poseída por un demonio que la atormenta terriblemente».

23 Pero Jesús no le contestó ni una palabra. Entonces sus discípulos le pidieron que la despidiera. «Dile que se vaya —dijeron—. Nos está molestando con sus súplicas».

24 Entonces Jesús le dijo a la mujer:

—Fui enviado para ayudar solamente a las ovejas perdidas de Dios, el pueblo de Israel.

25 Ella se acercó y lo adoró, y le rogó una vez más:

—¡Señor, ayúdame!

26 Jesús le respondió:

—No está bien tomar la comida de los hijos y arrojársela a los perros.

27 —Es verdad, Señor —respondió la mujer—, pero hasta a los perros se les permite comer las sobras que caen bajo la mesa de sus amos.

28 —Apreciada mujer—le dijo Jesús—,tu fe es grande. Se te concede lo que pides.

Y al instante la hija se sanó.

Jesús sana a mucha gente

29 Jesús regresó al mar de Galilea, subió a una colina y se sentó.

30 Una inmensa multitud le llevó a personas cojas, ciegas, lisiadas, mudas y a muchas más. Las pusieron delante de Jesús y él las sanó a todas.

31 ¡La multitud quedó asombrada! Los que no podían hablar, ahora hablaban; los lisiados quedaron sanos, los cojos caminaban bien y los ciegos podían ver; y alababan al Dios de Israel.

Jesús alimenta a cuatro mil

32 Entonces Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:

—Siento compasión por ellos. Han estado aquí conmigo durante tres días y no les queda nada para comer. No quiero despedirlos con hambre, no sea que se desmayen por el camino.

33 Los discípulos contestaron:

—¿Dónde conseguiríamos comida suficiente aquí en el desierto para semejante multitud?

34 —¿Cuánto pan tienen?—preguntó Jesús.

—Siete panes y unos pocos pescaditos —contestaron ellos.

35 Entonces Jesús le dijo a la gente que se sentara en el suelo.

36 Luego tomó los siete panes y los pescados, dio gracias a Dios por ellos y los partió en trozos. Se los dio a los discípulos, quienes repartieron la comida entre la multitud.

37 Todos comieron cuanto quisieron. Después los discípulos recogieron siete canastas grandes con la comida que sobró.

38 Aquel día, cuatro mil hombres recibieron alimento, además de las mujeres y los niños.

39 Entonces Jesús envió a todos a sus casas, subió a una barca y cruzó a la región de Magadán.

Mateo 16

Los líderes demandan una señal milagrosa

1 Cierto día, los fariseos y saduceos se acercaron a Jesús para ponerlo a prueba, exigiéndole que les mostrara una señal milagrosa del cielo para demostrar su autoridad.

2 Él respondió:«Ustedes conocen el dicho: “Si el cielo está rojo por la noche, mañana habrá buen clima;

3 si el cielo está rojo por la mañana, habrá mal clima todo el día”. Saben interpretar las señales del clima en los cielos, pero no saben interpretar las señales de los tiempos.

4 Solo una generación malvada y adúltera reclamaría una señal milagrosa, pero la única señal que les daré es la del profeta Jonás».Luego Jesús los dejó y se fue.

La levadura de los fariseos y de los saduceos

5 Más tarde, cuando ya habían cruzado al otro lado del lago, los discípulos descubrieron que se habían olvidado de llevar pan.

6 «¡Atención!—les advirtió Jesús—.Tengan cuidado con la levadura de los fariseos y con la de los saduceos».

7 Al oír esto, comenzaron a discutir entre sí pues no habían traído nada de pan.

8 Jesús supo lo que hablaban, así que les dijo:«¡Tienen tan poca fe! ¿Por qué discuten los unos con los otros por no tener pan?

9 ¿Todavía no entienden? ¿No recuerdan los cinco mil que alimenté con cinco panes y las canastas con sobras que recogieron?

10 ¿Ni los cuatro mil que alimenté con siete panes ni las grandes canastas con sobras que recogieron?

11 ¿Por qué no pueden entender que no hablo de pan? Una vez más les digo: “Tengan cuidado con la levadura de los fariseos y de los saduceos”».

12 Entonces, al fin, comprendieron que no les hablaba de la levadura del pan, sino de las enseñanzas engañosas de los fariseos y de los saduceos.

Declaración de Pedro acerca de Jesús

13 Cuando Jesús llegó a la región de Cesarea de Filipo, les preguntó a sus discípulos:

—¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?

14 —Bueno —contestaron—, algunos dicen Juan el Bautista, otros dicen Elías, y otros dicen Jeremías o algún otro profeta.

15 Entonces les preguntó:

—Y ustedes, ¿quién dicen que soy?

16 Simón Pedro contestó:

—Tú eres el Mesías,el Hijo del Dios viviente.

17 Jesús respondió:

—Bendito eres, Simón hijo de Juan,porque mi Padre que está en el cielo te lo ha revelado. No lo aprendiste de ningún ser humano.

18 Ahora te digo que tú eres Pedro (que significa “roca”),y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y el poder de la muerte no la conquistará.

19 Y te daré las llaves del reino del cielo. Todo lo que prohíbasen la tierra será prohibido en el cielo, y todo lo que permitasen la tierra será permitido en el cielo.

20 Luego advirtió severamente a los discípulos que no le contaran a nadie que él era el Mesías.

Jesús predice su muerte

21 A partir de entonces, Jesúsempezó a decir claramente a sus discípulos que era necesario que fuera a Jerusalén, y que sufriría muchas cosas terribles a manos de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los maestros de la ley religiosa. Lo matarían, pero al tercer día resucitaría.

22 Entonces Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlopor decir semejantes cosas.

—¡Dios nos libre, Señor! —dijo—. Eso jamás te sucederá a ti.

23 Jesús se dirigió a Pedro y le dijo:

—¡Aléjate de mí, Satanás! Representas una trampa peligrosa para mí. Ves las cosas solamente desde el punto de vista humano, no desde el punto de vista de Dios.

24 Luego Jesús dijo a sus discípulos:«Si alguno de ustedes quiere ser mi seguidor, tiene que abandonar su propia manera de vivir, tomar su cruz y seguirme.

25 Si tratas de aferrarte a la vida, la perderás, pero si entregas tu vida por mi causa, la salvarás.

26 ¿Y qué beneficio obtienes si ganas el mundo entero pero pierdes tu propia alma?¿Hay algo que valga más que tu alma?

27 Pues el Hijo del Hombre vendrá con sus ángeles en la gloria de su Padre y juzgará a cada persona de acuerdo con sus acciones.

28 Les digo la verdad, algunos de los que están aquí ahora no morirán antes de ver al Hijo del Hombre llegar en su reino».

Mateo 17

La transfiguración

1 Seis días después, Jesús tomó a Pedro y a los dos hermanos, Santiago y Juan, y los llevó a una montaña alta para estar a solas.

2 Mientras los hombres observaban, la apariencia de Jesús se transformó a tal punto que la cara le brillaba como el sol y su ropa se volvió tan blanca como la luz.

3 De repente, aparecieron Moisés y Elías y comenzaron a conversar con Jesús.

4 Pedro exclamó: «Señor, ¡es maravilloso que estemos aquí! Si deseas, haré tres enramadas como recordatorios:una para ti, una para Moisés y la otra para Elías».

5 No había terminado de hablar cuando una nube brillante los cubrió, y desde la nube una voz dijo: «Este es mi Hijo muy amado, quien me da gran gozo. Escúchenlo a él».

6 Los discípulos estaban aterrados y cayeron rostro en tierra.

7 Entonces Jesús se les acercó y los tocó.«Levántense—les dijo—,no tengan miedo».

8 Cuando levantaron la vista, Moisés y Elías habían desaparecido, y vieron solo a Jesús.

9 Mientras descendían de la montaña, Jesús les ordenó:«No le cuenten a nadie lo que han visto hasta que el Hijo del Hombrese haya levantado de los muertos».

10 Luego sus discípulos le preguntaron:

—¿Por qué los maestros de la ley religiosa insisten en que Elías debe regresar antes de que venga el Mesías?

11 Jesús contestó:

—Es cierto que Elías viene primero a fin de dejar todo preparado.

12 Pero les digo, Elías ya vino, pero no fue reconocido y ellos prefirieron maltratarlo. De la misma manera, también harán sufrir al Hijo del Hombre.

13 Entonces los discípulos se dieron cuenta de que hablaba de Juan el Bautista.

Jesús sana a un muchacho endemoniado

14 Al pie del monte, les esperaba una gran multitud. Un hombre vino y se arrodilló delante de Jesús y le dijo:

15 «Señor, ten misericordia de mi hijo. Le dan ataques y sufre terriblemente. A menudo cae al fuego o al agua.

16 Así que lo llevé a tus discípulos, pero no pudieron sanarlo».

17 Jesús dijo:«¡Gente corrupta y sin fe! ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme aquí al muchacho».

18 Entonces Jesús reprendió al demonio, y el demonio salió del joven. A partir de ese momento, el muchacho estuvo bien.

19 Más tarde, los discípulos le preguntaron a Jesús en privado:

—¿Por qué nosotros no pudimos expulsar el demonio?

20 —Ustedes no tienen la fe suficiente—les dijo Jesús—.Les digo la verdad, si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a esta montaña: “Muévete de aquí hasta allá”, y la montaña se movería. Nada sería imposible.

Jesús predice otra vez su muerte

22 Luego, cuando volvieron a reunirse en Galilea, Jesús les dijo:«El Hijo del Hombre será traicionado y entregado en manos de sus enemigos.

23 Lo matarán, pero al tercer día se levantará de los muertos».Y los discípulos se llenaron de profundo dolor.

El pago del impuesto del templo

24 Cuando llegaron a Capernaúm, los cobradores del impuesto del templose acercaron a Pedro y le preguntaron:

—¿Tu maestro no paga el impuesto del templo?

25 —Sí, lo paga —contestó Pedro.

Luego entró en la casa, pero antes de tener oportunidad de hablar, Jesús le preguntó:

—¿Qué te parece, Pedro?Los reyes, ¿cobran impuestos a su propia gente o a la gente que han conquistado?

26 —Se los cobran a los que han conquistado —contestó Pedro.

—Muy bien—dijo Jesús—,entonces, ¡los ciudadanos quedan exentos!

27 Sin embargo, no queremos que se ofendan, así que desciende al lago y echa el anzuelo. Abre la boca del primer pez que saques y allí encontrarás una gran moneda de plata.Tómala y paga mi impuesto y el tuyo.

Mateo 18

El más importante en el reino

1 Por ese tiempo, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron:

—¿Quién es el más importante en el reino del cielo?

2 Jesús llamó a un niño pequeño y lo puso en medio de ellos.

3 Entonces dijo:

—Les digo la verdad, a menos que se aparten de sus pecados y se vuelvan como niños, nunca entrarán en el reino del cielo.

4 Así que el que se vuelva tan humilde como este pequeño es el más importante en el reino del cielo.

5 »Todo el que recibe de mi partea un niño pequeño como este, me recibe a mí;

6 pero si hacen que uno de estos pequeños que confía en mí caiga en pecado, sería mejor para ustedes que se aten una gran piedra de molino alrededor del cuello y se ahoguen en las profundidades del mar.

7 »¡Qué aflicción le espera al mundo, porque tienta a la gente a pecar! Las tentaciones son inevitables, ¡pero qué aflicción le espera al que provoca la tentación!

8 Por lo tanto, si tu mano o tu pie te hace pecar, córtatelo y tíralo. Es preferible entrar en la vida eterna con una sola mano o un solo pie que ser arrojado al fuego eterno con las dos manos y los dos pies.

9 Y si tu ojo te hace pecar, sácatelo y tíralo. Es preferible entrar en la vida eterna con un solo ojo que tener los dos ojos y ser arrojado al fuego del infierno.

10 »Cuidado con despreciar a cualquiera de estos pequeños. Les digo que, en el cielo, sus ángeles siempre están en la presencia de mi Padre celestial.

Parábola de la oveja perdida

12 »Si un hombre tiene cien ovejas y una de ellas se extravía, ¿qué hará? ¿No dejará las otras noventa y nueve en las colinas y saldrá a buscar la perdida?

13 Si la encuentra, les digo la verdad, se alegrará más por esa que por las noventa y nueve que no se extraviaron.

14 De la misma manera, no es la voluntad de mi Padre celestial que ni siquiera uno de estos pequeñitos perezca.

Cómo corregir a otro creyente

15 »Si un creyentepeca contra ti,háblale en privado y hazle ver su falta. Si te escucha y confiesa el pecado, has recuperado a esa persona;

16 pero si no te hace caso, toma a uno o dos más contigo y vuelve a hablarle, para que los dos o tres testigos puedan confirmar todo lo que digas.

17 Si aun así la persona se niega a escuchar, lleva el caso ante la iglesia. Luego, si la persona no acepta la decisión de la iglesia, trata a esa persona como a un pagano o como a un corrupto cobrador de impuestos.

18 »Les digo la verdad, todo lo que prohíbanen la tierra será prohibido en el cielo, y todo lo que permitanen la tierra será permitido en el cielo.

19 »También les digo lo siguiente: si dos de ustedes se ponen de acuerdo aquí en la tierra con respecto a cualquier cosa que pidan, mi Padre que está en el cielo la hará.

20 Pues donde se reúnen dos o tres en mi nombre, yo estoy allí entre ellos.

Parábola del deudor que no perdona

21 Luego Pedro se le acercó y preguntó:

—Señor, ¿cuántas veces debo perdonar a alguienque peca contra mí? ¿Siete veces?

22 —No siete veces—respondió Jesús—,sino setenta veces siete.

23 »Por lo tanto, el reino del cielo se puede comparar a un rey que decidió poner al día las cuentas con los siervos que le habían pedido prestado dinero.

24 En el proceso, le trajeron a uno de sus deudores que le debía millones de monedas de plata.

25 No podía pagar, así que su amo ordenó que lo vendieran —junto con su esposa, sus hijos y todo lo que poseía— para pagar la deuda.

26 »El hombre cayó de rodillas ante su amo y le suplicó: “Por favor, tenme paciencia y te lo pagaré todo”.

27 Entonces el amo sintió mucha lástima por él, y lo liberó y le perdonó la deuda.

28 »Pero cuando el hombre salió de la presencia del rey, fue a buscar a un compañero, también siervo, que le debía unos pocos miles de monedas de plata.Lo tomó del cuello y le exigió que le pagara de inmediato.

29 »El compañero cayó de rodillas ante él y le rogó que le diera un poco más de tiempo. “Ten paciencia conmigo, y yo te pagaré”, le suplicó.

30 Pero el acreedor no estaba dispuesto a esperar. Hizo arrestar al hombre y lo puso en prisión hasta que pagara toda la deuda.

31 »Cuando algunos de los otros siervos vieron eso, se disgustaron mucho. Fueron ante el rey y le contaron todo lo que había sucedido.

32 Entonces el rey llamó al hombre al que había perdonado y le dijo: “¡Siervo malvado! Te perdoné esa tremenda deuda porque me lo rogaste.

33 ¿No deberías haber tenido compasión de tu compañero así como yo tuve compasión de ti?”.

34 Entonces el rey, enojado, envió al hombre a la prisión para que lo torturaran hasta que pagara toda la deuda.

35 »Eso es lo que les hará mi Padre celestial a ustedes si se niegan a perdonar de corazón a sus hermanos.