Zacarías 7

Un llamado a la justicia y a la compasión

1 El 7 de diciembredel cuarto año del reinado del rey Darío, elSeñorle dio otro mensaje a Zacarías.

2 El pueblo de Betel había enviado a Sarezer y a Regem-melec,junto con sus asistentes, para buscar el favor delSeñor.

3 Les encargaron hacer la siguiente pregunta a los profetas y a los sacerdotes del templo delSeñorde los Ejércitos Celestiales: «¿Debemos continuar de luto y ayuno cada verano en el aniversario de la destrucción del templo,como lo hemos estado haciendo durante muchos años?».

4 En respuesta, elSeñorde los Ejércitos Celestiales me envió este mensaje:

5 «Diles a tu pueblo y a tus sacerdotes: “Durante estos setenta años de destierro, cuando ayunaban y se vestían de luto en el verano y a comienzos del otoño,¿hacían los ayunos realmente para mí?

6 Incluso ahora, cuando comen y beben en sus festivales santos, ¿no lo hacen para complacerse a sí mismos?

7 ¿No es este el mismo mensaje delSeñorque los profetas proclamaron en años anteriores cuando Jerusalén y los pueblos de Judá estaban llenos de gente y el Neguev y las colinas de Judáestaban bien poblados?”».

8 Luego Zacarías recibió este mensaje delSeñor:

9 «ElSeñorde los Ejércitos Celestiales dice: juzguen con imparcialidad y muestren compasión y bondad el uno por el otro.

10 No opriman a las viudas ni a los huérfanos ni a los extranjeros ni a los pobres. Tampoco tramen el mal unos contra otros.

11 »Sus antepasados se negaron a escuchar este mensaje. Volvieron la espalda tercamente y se taparon los oídos para no oír.

12 Endurecieron su corazón como la piedra para no oír las instrucciones ni los mensajes que elSeñorde los Ejércitos Celestiales les había enviado por su Espíritu por medio de los antiguos profetas. Por eso elSeñorde los Ejércitos Celestiales se enojó tanto con ellos.

13 »Así como ellos se negaron a escuchar cuando los llamé, tampoco yo los escuché cuando clamaron a mí, dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales.

14 Como con un torbellino, los dispersé entre las naciones lejanas, donde vivieron como extranjeros. La tierra quedó tan desolada que nadie pasaba por allí. ¡Convirtieron su hermosa tierra en un desierto!».

Zacarías 8

Bendiciones prometidas para Jerusalén

1 Entonces elSeñorde los Ejércitos Celestiales me dio otro mensaje:

2 «ElSeñorde los Ejércitos Celestiales dice: mi amor por el monte Sión es intenso y ferviente, ¡me consume la pasión por Jerusalén!

3 »Ahora dice elSeñor: regresaré al monte Sión y viviré en Jerusalén. Entonces Jerusalén se llamará la Ciudad Fiel; el monte delSeñorde los Ejércitos Celestiales se llamará Monte Santo.

4 »ElSeñorde los Ejércitos Celestiales dice: nuevamente los ancianos y las ancianas caminarán por las calles de Jerusalén apoyados en sus bastones y se sentarán juntos en las plazas de la ciudad,

5 y las calles de la ciudad se llenarán de niños y niñas que juegan.

6 »ElSeñorde los Ejércitos Celestiales dice: ahora todo esto puede parecerles imposible, a ustedes que son el pequeño remanente del pueblo de Dios. ¿Pero será imposible para mí?, dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales.

7 »ElSeñorde los Ejércitos Celestiales dice: pueden estar seguros de que rescataré a mi pueblo del oriente y del occidente.

8 Yo los haré regresar a casa para que vivan seguros en Jerusalén. Ellos serán mi pueblo, y como su Dios los trataré con fidelidad y justicia.

9 »ElSeñorde los Ejércitos Celestiales dice: ¡Sean fuertes y terminen la tarea! Desde que echaron los cimientos del templo delSeñorde los Ejércitos Celestiales, ustedes han oído lo que los profetas han estado diciendo acerca de terminar el edificio.

10 Antes de que la obra en el templo comenzara, no había trabajo ni dinero para contratar obreros o animales. Ningún viajero estaba a salvo porque había enemigos por todos lados. Yo hice que todos estuvieran unos contra otros.

11 »Pero ahora no trataré al remanente de mi pueblo como lo hice antes, dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales.

12 Pues estoy plantando semillas de paz y prosperidad entre ustedes. Las vides estarán cargadas de fruta, la tierra producirá sus cosechas y los cielos soltarán el rocío. Una vez más yo haré que el remanente de Judá y de Israel herede estas bendiciones.

13 Entre las demás naciones, Judá e Israel se convirtieron en símbolo de una nación maldita. ¡Pues ya no lo serán más! Ahora los rescataré y los haré símbolo y fuente de bendición. Así que no tengan miedo. ¡Sean fuertes y sigan con la reconstrucción del templo!

14 »Pues elSeñorde los Ejércitos Celestiales dice: estaba decidido a castigarlos cuando sus antepasados me hicieron enojar y no cambié de parecer, dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales.

15 Sin embargo, ahora estoy decidido a bendecir a Jerusalén y al pueblo de Judá, así que no tengan miedo.

16 Pero ustedes deben hacer lo siguiente: digan la verdad unos a otros. En sus tribunales, pronuncien veredictos que sean justos y que conduzcan a la paz.

17 No tramen el mal unos contra otros. Dejen de amar el decir mentiras y jurar que son verdad. Yo odio todas esas cosas, dice elSeñor».

18 Este es otro mensaje que me dio elSeñorde los Ejércitos Celestiales:

19 «ElSeñorde los Ejércitos Celestiales dice: los ayunos tradicionales y los tiempos de luto que han mantenido al principio del verano, en pleno verano, en el otoño y en el inviernoahora han terminado. Se convertirán en festivales de alegría y celebración para el pueblo de Judá. Así que amen la verdad y la paz.

20 »ElSeñorde los Ejércitos Celestiales dice: gente de naciones y ciudades en todo el mundo viajará a Jerusalén.

21 La gente de una ciudad dirá a la gente de otra: “Vengan con nosotros a Jerusalén para pedir que elSeñornos bendiga. Adoremos alSeñorde los Ejércitos Celestiales. Yo estoy decidido a ir”.

22 Muchos pueblos y naciones poderosas irán a Jerusalén a buscar alSeñorde los Ejércitos Celestiales y a pedir su bendición.

23 »ElSeñorde los Ejércitos Celestiales dice: en aquellos días, diez hombres de naciones e idiomas diferentes agarrarán por la manga a un judío y le dirán: “Por favor, permítenos acompañarte, porque hemos oído que Dios está contigo”».

Zacarías 9

Juicio contra los enemigos de Israel

1 Este es el mensajedelSeñorcontra la tierra de Aramy contra la ciudad de Damasco, pues los ojos de la humanidad, incluidas todas las tribus de Israel, están puestos en elSeñor.

2 La destrucción de Hamat está asegurada,

ciudad ubicada cerca de Damasco,

también para las ciudades de Tiro y de Sidón,

aunque sean tan astutas.

3 ¡Tiro ha construido una poderosa fortaleza

y ha logrado que la plata y el oro

sean tan abundantes como el polvo en las calles!

4 Pero ahora el Señor despojará a Tiro de sus posesiones

y lanzará sus fortificaciones al mar,

y será reducida a cenizas.

5 La ciudad de Ascalón verá la caída de Tiro

y se llenará de miedo.

Gaza temblará de terror

y lo mismo hará Ecrón, porque sus esperanzas se desvanecerán.

El rey de Gaza será asesinado

y Ascalón será abandonada.

6 La ciudad de Asdod será ocupada por extranjeros.

Destruiré el orgullo de los filisteos.

7 Les quitaré de la boca la carne ensangrentada

y sacaré de entre sus dientes los sacrificios detestables.

Entonces los filisteos que sobrevivan adorarán a nuestro Dios

y serán como un clan en Judá.

Los filisteos de Ecrón se unirán a mi pueblo,

como una vez lo hicieron los antiguos jebuseos.

8 Guardaré mi templo

y lo protegeré de ejércitos invasores.

Estoy vigilando de cerca para asegurar

que nunca más los opresores extranjeros invadan la tierra de mi pueblo.

La venida del rey de Sión

9 ¡Alégrate, oh pueblo de Sión!

¡Grita de triunfo, oh pueblo de Jerusalén!

Mira, tu rey viene hacia ti.

Él es justo y victorioso,

pero es humilde, montado en un burro:

montado en la cría de una burra.

10 Quitaré los carros de guerra de Israel

y los caballos de guerra de Jerusalén.

Destruiré todas las armas usadas en la batalla,

y tu rey traerá paz a las naciones.

Su reino se extenderá de mar a mar

y desde el río Éufrateshasta los confines de la tierra.

11 Debido al pacto que hice contigo,

sellado con sangre,

yo liberaré a tus prisioneros

de morir en un calabozo sin agua.

12 ¡Regresen al refugio,

ustedes, prisioneros, que todavía tienen esperanza!

Hoy mismo prometo

que les daré dos bendiciones por cada dificultad.

13 Judá es mi arco,

e Israel, mi flecha.

Jerusalénes mi espada

y, como un guerrero, la blandiré contra los griegos.

14 ¡ElSeñoraparecerá sobre su pueblo

y sus flechas volarán como rayos!

ElSeñorSoberano hará sonar el cuerno de carnero

y atacará como un torbellino desde el desierto del sur.

15 ElSeñorde los Ejércitos Celestiales protegerá a su pueblo,

quien derrotará a sus enemigos lanzándoles grandes piedras.

Gritarán en la batalla como si estuvieran borrachos con vino.

Se llenarán de sangre como si fueran un tazón,

empapados con sangre como las esquinas del altar.

16 En aquel día elSeñorsu Dios rescatará a su pueblo,

así como un pastor rescata a sus ovejas.

Brillarán en la tierra delSeñor

como joyas en una corona.

17 ¡Qué espléndidos y hermosos serán!

Los jóvenes florecerán con la abundancia de grano

y las jóvenes con el vino nuevo.

Zacarías 10

El Señor restaurará a su pueblo

1 Pidan alSeñorlluvia en la primavera,

porque él forma las nubes de tempestad.

Y él mandará abundante lluvia

de modo que cada campo se convierta en un buen pastizal.

2 Los ídolos caseros dan consejos sin ningún valor,

los adivinos predicen solo mentiras

y los que interpretan los sueños dicen

falsedades que no dan consuelo.

Así que mi pueblo vaga como ovejas perdidas;

y las atacan porque no tienen pastor.

3 «Mi ira se enciende contra sus pastores

y castigaré a esos líderes.

Pues elSeñorde los Ejércitos Celestiales ha llegado

para cuidar a Judá, su rebaño.

Él los hará fuertes y magníficos,

como un caballo majestuoso en la batalla.

4 De Judá saldrá la piedra principal,

la estaca de la carpa,

el arco para la batalla

y todos los gobernantes.

5 Serán como guerreros poderosos en batalla,

que pisotean a sus enemigos en el lodo debajo de sus pies.

Puesto que elSeñorestá con ellos cuando luchan,

hasta derribarán a los jinetes de sus enemigos.

6 »Yo fortaleceré a Judá y salvaré a Israel;

los restauraré a causa de mi compasión.

Será como si nunca los hubiera rechazado,

porque yo soy elSeñorsu Dios, que escuchará sus lamentos.

7 El pueblo de Israelserá como poderosos guerreros,

y sus corazones se alegrarán como si tomaran vino.

Sus hijos también verán esto y se alegrarán;

sus corazones se gozarán en elSeñor.

8 Cuando los llame con un silbido vendrán corriendo,

porque los he redimido.

De los pocos que queden,

volverán a ser tan numerosos como eran antes.

9 Aunque los dispersé como semillas entre las naciones,

aun así en tierras lejanas se acordarán de mí.

Ellos y sus hijos sobrevivirán

y volverán otra vez a Israel.

10 Los traeré de regreso desde Egipto

y los recogeré de Asiria.

Yo los estableceré otra vez en Galaad y en el Líbano

hasta que no haya espacio para todos.

11 Cruzarán a salvo el mar de la angustia,

porque las olas serán contenidas

y las aguas del Nilo se secarán.

La soberbia de Asiria será aplastada

y el dominio de Egipto terminará.

12 Mediante mi poderharé fuerte a mi pueblo

y por mi autoridad irán a donde quieran.

¡Yo, elSeñor, he hablado!».

Zacarías 11

1 Líbano, abre tus puertas,

para que el fuego pueda devorar tus bosques de cedro.

2 Lloren, ustedes cipreses, por todos los cedros arruinados;

han caído los más majestuosos.

Lloren, ustedes robles de Basán,

porque los tupidos bosques han sido talados.

3 Escuchen el gemido de los pastores

porque se destruyeron sus abundantes pastizales.

Oigan rugir a los leones jóvenes

porque se arruinaron sus matorrales en el valle del Jordán.

Buenos y malos pastores

4 ElSeñormi Dios dice: «Ve y cuida del rebaño que está destinado para el matadero.

5 Los compradores matan a las ovejas sin remordimiento. Los vendedores dicen: “¡Gloria alSeñor! ¡Ahora soy rico!”. Ni siquiera los pastores tienen compasión de las ovejas.

6 De la misma manera, ya no tendré compasión de la gente de la tierra —dice elSeñor—. Permitiré que uno caiga en manos del otro y en manos de su rey. Convertirán la tierra en un desierto y yo no los rescataré».

7 Así que cuidé el rebaño destinado al matadero, el rebaño que fue oprimido. Entonces tomé dos varas de pastor y a una nombré Favor y a la otra Unión.

8 En un solo mes me deshice de los tres pastores malvados.

Sin embargo, perdí la paciencia con estas ovejas y ellas también me odiaron.

9 Así que les dije: «Ya no seré su pastor. Si se mueren, que se mueran. Si las matan, que las maten. ¡Y que las sobrevivientes se devoren unas a otras!».

10 Entonces tomé mi vara llamada Favor y la partí en dos para mostrar que había revocado el pacto que había hecho con todas las naciones.

11 Así terminó mi pacto con ellas. El sufrido rebaño me miraba y sabían que elSeñorhablaba por medio de mis acciones.

12 Así que les dije: «Si les parece bien, páguenme lo que consideren que merezco; pero solo si quieren». Entonces ellos valuaron mi pago en treinta piezas de plata.

13 Luego elSeñorme dijo: «Arrójalas al alfarero», ¡esta magnífica cantidad con que me valuaron! Así que tomé las treinta monedas y las lancé al alfarero en el templo delSeñor.

14 Después tomé mi otra vara, Unión, y la partí en dos para mostrar que el lazo de unidad entre Judá e Israel estaba roto.

15 Entonces elSeñorme dijo: «Ve nuevamente e interpreta el papel de pastor irresponsable.

16 Así ilustrarás que le daré a esta nación un pastor que no cuidará de las que están muriendo, ni protegerá a las pequeñas, ni sanará a las heridas, ni alimentará a las sanas. Al contrario, este pastor se comerá la carne de las ovejas más gordas y les arrancará las pezuñas.

17 »¡Qué aflicción le espera a este pastor despreciable

que abandona el rebaño!

La espada cortará su brazo

y perforará su ojo derecho.

Su brazo quedará inútil

y su ojo derecho completamente ciego».

Zacarías 12

Liberación futura para Jerusalén

1 Estemensaje vino delSeñorcon respecto al destino de Israel: «El siguiente mensaje es delSeñor, quien extendió los cielos, puso los cimientos de la tierra y formó el espíritu humano.

2 Haré que Jerusalén sea como una bebida embriagante que causa que las naciones vecinas se tambaleen cuando envíen a sus ejércitos para sitiar a Jerusalén y a Judá.

3 En aquel día yo convertiré a Jerusalén en una roca inamovible. Todas las naciones se reunirán en contra de ella para tratar de moverla, pero solo se herirán a sí mismas.

4 »En aquel día —dice elSeñor— haré que todos los caballos se espanten y que todos los jinetes pierdan el valor. Vigilaré a la gente de Judá, pero cegaré los caballos de sus enemigos.

5 Los clanes de Judá se dirán a sí mismos: “El pueblo de Jerusalén ha encontrado fuerzas en su Dios, elSeñorde los Ejércitos Celestiales”.

6 »En aquel día yo haré que los clanes de Judá sean como una llama que le prende fuego a un montón de leña o como una antorcha encendida entre los manojos de grano. Destruirán con fuego a las naciones vecinas a la derecha y a la izquierda, mientras la gente que vive en Jerusalén permanecerá segura.

7 »ElSeñordará primero la victoria al resto de Judá, antes que a Jerusalén, para que el pueblo de Jerusalén y el linaje real de David no tengan mayor honor que el resto de Judá.

8 En aquel día elSeñordefenderá al pueblo de Jerusalén. ¡El más débil entre ellos será tan poderoso como el rey David! ¡Y los descendientes reales serán como Dios mismo, como el ángel delSeñorque va delante de ellos!

9 Pues en aquel día comenzaré a destruir a todas las naciones que ataquen a Jerusalén.

10 »Entonces derramaré un espíritude gracia y oración sobre la familia de David y sobre los habitantes de Jerusalén. Me mirarán a mí, a quien atravesaron, y harán duelo por él como por un hijo único. Se lamentarán amargamente como quien llora la muerte de un primer hijo varón.

11 El dolor y el luto en Jerusalén serán tan grandes como el duelo por Hadad-rimón en el valle de Meguido.

12 »Todo Israel hará duelo, cada clan por su lado, los esposos separados de sus esposas. El clan de David llorará solo, como lo hará el clan de Natán,

13 el clan de Leví y el clan de Simei.

14 Cada clan sobreviviente de Judá se lamentará por separado, y los esposos separados de sus esposas.

Zacarías 13

Fuente de purificación

1 »En aquel día brotará un manantial para la dinastía de David y para el pueblo de Jerusalén; una fuente que los limpiará de todos sus pecados e impurezas.

2 »En aquel día —dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales— borraré el culto a ídolos en toda la tierra, para que se olviden hasta de los nombres de esos ídolos. Quitaré de la tierra tanto a los falsos profetas como al espíritu de impureza que los acompañaba.

3 Si alguno continúa profetizando, su propio padre y madre le dirán: “Debes morir, porque has profetizado mentiras en el nombre delSeñor”. Entonces, mientras esté profetizando, su propio padre y madre lo apuñalarán.

4 »En aquel día la gente se avergonzará de decir que tiene el don profético. Nadie se hará pasar por profeta vistiéndose con ropa de profeta.

5 Dirá: “Yo no soy profeta; soy agricultor. Comencé a trabajar para un agricultor en mi niñez”.

6 Y si alguien pregunta: “¿Entonces qué de esas heridas en tu pecho?”. Él responderá: “¡Me hirieron en casa de mis amigos!”.

Las ovejas se dispersan

7 »Despierta, oh espada, contra mi pastor,

el hombre quien es mi compañero

—dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales—.

Mata al pastor,

y las ovejas se dispersarán

y me volveré contra los corderos.

8 Dos tercios de los habitantes del país

serán cortados y morirán —dice elSeñor—.

Pero quedará un tercio en el país.

9 A este último grupo lo pasaré por el fuego

y los haré puros.

Los refinaré como se refina la plata

y los purificaré como se purifica el oro.

Invocarán mi nombre

y yo les responderé.

Les diré: “Este es mi pueblo”,

y ellos dirán: “ElSeñores nuestro Dios”».

Zacarías 14

El Señor gobernará la tierra

1 ¡Atención, viene el día delSeñor, cuando tus posesiones serán saqueadas frente a ti!

2 Reuniré a todas las naciones para que peleen contra Jerusalén. La ciudad será tomada, las casas saqueadas y las mujeres violadas. La mitad de la población será llevada al cautiverio y al resto la dejarán entre las ruinas de la ciudad.

3 Luego elSeñorsaldrá a pelear contra esas naciones, como lo hizo en tiempos pasados.

4 En aquel día sus pies estarán sobre el monte de los Olivos, al oriente de Jerusalén. Entonces el monte de los Olivos se partirá, formando un extenso valle del oriente al occidente. La mitad del monte se desplazará hacia el norte y la otra mitad hacia el sur.

5 Ustedes huirán por ese valle, porque llegará hasta Azal.Así es, huirán como lo hicieron durante el terremoto en los días de Uzías, rey de Judá. Entonces vendrá elSeñormi Dios y todos sus santos con él.

6 En aquel día las fuentes de luz no brillarán más.

7 Sin embargo, ¡la luz del día será perpetua! Solo elSeñorsabe cómo esto podría suceder. No habrá días y noches como de costumbre, porque en las horas nocturnas todavía habrá luz.

8 En aquel día fluirán desde Jerusalén aguas que dan vida, la mitad hacia el mar Muerto y la otra mitad hacia el Mediterráneo;brotarán continuamente, tanto en el verano como en el invierno.

9 ElSeñorserá rey sobre toda la tierra. En aquel día habrá un soloSeñory únicamente su nombre será adorado.

10 Toda la tierra desde Geba, al norte de Judá, hasta Rimón, al sur de Jerusalén, se convertirá en una inmensa llanura. Pero Jerusalén será levantada en su lugar original y estará poblada desde la puerta de Benjamín hasta el sitio de la puerta vieja, luego hasta la puerta de la Esquina, y desde la torre de Hananeel hasta las prensas de vino del rey.

11 Entonces Jerusalén, por fin a salvo, se llenará de gente y nunca más será maldecida ni destruida.

12 Luego elSeñorenviará una plaga sobre todas las naciones que pelearon contra Jerusalén. Sus habitantes llegarán a ser como cadáveres ambulantes, la carne se les pudrirá. Se les pudrirán los ojos en sus cuencas y la lengua en la boca.

13 En aquel día sentirán terror, agobiados por elSeñorcon un terrible pánico. Pelearán contra sus vecinos mano a mano.

14 También Judá peleará en Jerusalén. Tomarán las riquezas de todas las naciones vecinas: grandes cantidades de oro, plata y ropa costosa.

15 Esta misma plaga atacará a caballos, mulas, camellos, asnos y demás animales de los campos enemigos.

16 A fin de cuentas, los enemigos de Jerusalén que sobrevivan a la plaga, subirán a Jerusalén cada año para adorar al Rey, elSeñorde los Ejércitos Celestiales, y para celebrar el Festival de las Enramadas.

17 Toda nación que se niegue a ir a Jerusalén para adorar al Rey, elSeñorde los Ejércitos Celestiales, no recibirá lluvia.

18 Si el pueblo de Egipto se niega a asistir al festival, elSeñorlo castigarácon la misma plaga que envió sobre las otras naciones que se negaron a ir.

19 Egipto y las demás naciones serán castigadas si no van para celebrar el Festival de las Enramadas.

20 En aquel día hasta en los cascabeles del arnés de los caballos se inscribirán estas palabras:Santo para elSeñor. Las ollas de cocina en el templo delSeñorserán tan sagradas como los tazones que se usan al lado del altar.

21 De hecho, toda olla de cocina en Jerusalén y Judá será consagrada alSeñorde los Ejércitos Celestiales. Todo el que venga a adorar tendrá plena libertad de usar cualquiera de estas ollas para cocinar sus sacrificios. En aquel día no habrá más comerciantesen el templo delSeñorde los Ejércitos Celestiales.

Hageo 1

Un llamado a reconstruir el templo

1 El 29 de agostodel segundo año del reinado del rey Darío, elSeñordio un mensaje por medio del profeta Hageo a Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Jesúa,hijo de Jehosadac, el sumo sacerdote:

2 «Esto es lo que dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales: el pueblo alega: “Todavía no ha llegado el momento para reconstruir la casa delSeñor”».

3 Entonces elSeñorenvió el siguiente mensaje por medio del profeta Hageo:

4 «¿Por qué viven ustedes en casas lujosas mientras mi casa permanece en ruinas?».

5 Esto es lo que dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales: «¡Miren lo que les está pasando!

6 Han sembrado mucho pero cosechado poco; comen pero no quedan satisfechos; beben pero aún tienen sed; se abrigan pero todavía tienen frío. Sus salarios desaparecen, ¡como si los echaran en bolsillos llenos de agujeros!».

7 Esto es lo que dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales: «¡Miren lo que les está pasando!

8 Vayan ahora a los montes, traigan madera y reconstruyan mi casa. Entonces me complaceré en ella y me sentiré honrado, dice elSeñor.

9 Esperaban cosechas abundantes, pero fueron pobres; y cuando trajeron la cosecha a su casa, yo la hice desaparecer con un soplo. ¿Por qué? Porque mi casa está en ruinas, dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales, mientras ustedes se ocupan de construir sus elegantes casas.

10 Es por causa de ustedes que los cielos retienen el rocío y la tierra no produce cosechas.

11 Yo mandé la sequía sobre sus campos y colinas; una sequía que destruirá el grano, el vino nuevo, el aceite de oliva y las demás cosechas; una sequía que hará que ustedes y sus animales pasen hambre y arruinará todo aquello por lo que tanto han trabajado».

Obediencia al llamado de Dios

12 Entonces Zorobabel, hijo de Salatiel, y Jesúa, hijo de Jehosadac, el sumo sacerdote, y todo el remanente del pueblo de Dios comenzaron a obedecer el mensaje delSeñorsu Dios. Cuando oyeron las palabras del profeta Hageo, a quien elSeñorsu Dios había enviado, el pueblo temió alSeñor.

13 Luego Hageo, el mensajero delSeñor, dio al pueblo el siguiente mensaje delSeñor: «¡Yo estoy con ustedes, dice elSeñor!».

14 Entonces elSeñordespertó el entusiasmo de Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y de Jesúa, hijo de Jehosadac, el sumo sacerdote, y de todo el remanente del pueblo de Dios. Comenzaron a trabajar en la casa de su Dios, elSeñorde los Ejércitos Celestiales,

15 el 21 de septiembredel segundo año del reinado del rey Darío.

Hageo 2

El menor esplendor del nuevo templo

1 Entonces el 17 de octubre de ese mismo año,elSeñorenvió otro mensaje por medio del profeta Hageo:

2 «Di lo siguiente a Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Jesúa,hijo de Jehosadac, el sumo sacerdote, y al remanente del pueblo de Dios allí en la tierra:

3 “¿Alguno de ustedes recuerda esta casa —este templo— con su antiguo esplendor? ¿Cómo se compara este con el otro? ¡No se parecen en nada!

4 Sin embargo, ahora elSeñordice: Zorobabel, sé fuerte. Jesúa, hijo de Jehosadac, sumo sacerdote, sé fuerte. Ustedes que aún quedan en la tierra, sean fuertes. Así que ahora, ¡manos a la obra!, porque yo estoy con ustedes, dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales.

5 Mi Espíritu permanece entre ustedes, así como lo prometí cuando salieron de Egipto. Por lo tanto, no teman”.

6 »ElSeñorde los Ejércitos Celestiales dice: “Dentro de poco, haré temblar los cielos y la tierra, los océanos y la tierra firme una vez más.

7 Haré temblar a todas las naciones y traerán los tesoros de todas las naciones a este templo. Llenaré este lugar de gloria, dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales.

8 La plata es mía y el oro es mío, dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales.

9 La futura gloria de este templo será mayor que su pasada gloria, dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales, y en este lugar, traeré paz. ¡Yo, elSeñorde los Ejércitos Celestiales, he hablado!”».

Promesas de bendición por la obediencia

10 El 18 de diciembredel segundo año del reinado del rey Darío, elSeñorenvió el siguiente mensaje al profeta Hageo:

11 «ElSeñorde los Ejércitos Celestiales dice: pregunta a los sacerdotes acerca de la ley:

12 “Si alguno de ustedes trae entre sus vestiduras sacerdotales carne de un sacrificio consagrado y sucede que las vestiduras rozan con algún pan o guiso, vino o aceite de oliva o alguna otra clase de alimento, ¿quedará el alimento también consagrado?”».

Entonces los sacerdotes contestaron:

—No.

13 Luego Hageo preguntó:

—Si alguien se vuelve ceremonialmente impuro por tocar a un muerto y después toca cualquiera de esos alimentos, ¿se contaminará la comida?

—Sí —contestaron los sacerdotes.

14 Entonces Hageo respondió:

—Así mismo sucede con este pueblo y con esta nación, dice elSeñor. Todo lo que hacen y todo lo que ofrecen, está contaminado por su pecado.

15 Miren lo que les pasaba antes de que comenzaran a edificar los cimientos del templo delSeñor.

16 Cuando esperaban veinte medidas de grano, cosechaban solo diez. Cuando esperaban sacar cincuenta litros del lagar, encontraban solo veinte.

17 Yo envié plaga, moho y granizo para destruir todo aquello por lo que hicieron tanto esfuerzo para producir. Aun así, rehusaban regresar a mí, dice elSeñor.

18 »Consideren este día, el 18 de diciembre,cuando los cimientos del templo delSeñorfueron establecidos. Considérenlo bien.

19 Ahora les doy una promesa cuando la semilla aún está en el granero.Todavía no han cosechado su grano, ni las vides ni las higueras ni los granados ni los olivos han dado sus frutos. Sin embargo, de hoy en adelante, yo los bendeciré.

Promesas para Zorobabel

20 En ese mismo día, el 18 de diciembre,elSeñorenvió este segundo mensaje a Hageo:

21 «Dile a Zorobabel, gobernador de Judá, que yo estoy a punto de hacer temblar los cielos y la tierra.

22 Derrocaré los tronos reales y destruiré el poder de los reinos de las naciones. Volcaré sus carros de guerra, los caballos caerán y los jinetes se matarán unos a otros.

23 »Pero cuando esto suceda, dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales, te honraré, Zorobabel, hijo de Salatiel, mi siervo. Te haré como el anillo con mi sello oficial, dice elSeñor, porque te he escogido. ¡Yo, elSeñorde los Ejércitos Celestiales, he hablado!».