Jeremías 9

1 ¡Si tan solo mi cabeza fuera una laguna

y mis ojos una fuente de lágrimas,

lloraría día y noche

por mi pueblo que ha sido masacrado!

2 Desearía poder marcharme y olvidarme de mi pueblo

y vivir en una choza para viajeros en el desierto.

Pues todos ellos son adúlteros,

una banda de mentirosos traicioneros.

Juicio por la desobediencia

3 «Mi pueblo encorva sus lenguas como arcos

para lanzar mentiras.

Se rehúsan a defender la verdad;

solo van de mal en peor.

Ellos no me conocen»,

dice elSeñor.

4 «¡Cuidado con tu vecino,

ni siquiera confíes en tu hermano!

Pues un hermano saca ventaja de su hermano,

y un amigo calumnia a su amigo.

5 Todos se engañan y se estafan entre sí;

ninguno dice la verdad.

Con la lengua, entrenada a fuerza de práctica, dicen mentiras;

pecan hasta el cansancio.

6 Amontonan mentira sobre mentira

y rechazan por completo reconocerme»,

dice elSeñor.

7 Por lo tanto, esto dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales:

«Mira, los derretiré en el crisol

y los probaré como al metal.

¿Qué más puedo hacer con mi pueblo?

8 Pues sus lenguas lanzan mentiras como flechas envenenadas.

Dicen palabras amistosas a sus vecinos

mientras en el corazón traman matarlos.

9 ¿No habría de castigarlos por eso? —dice elSeñor—.

¿No habría de tomar venganza contra semejante nación?».

10 Lloraré por las montañas

y gemiré por los pastos del desierto;

pues están desolados y no tienen vida.

Ya no se escucha el mugido del ganado;

todas las aves y los animales salvajes han huido.

11 «Haré de Jerusalén un montón de ruinas —dice elSeñor—,

y será un lugar frecuentado por chacales.

Las ciudades de Judá serán abandonadas,

y nadie vivirá en ellas».

12 ¿Quién tiene suficiente sabiduría para entender todo esto? ¿Quién ha sido instruido por elSeñory puede explicárselo a otros? ¿Por qué ha sido tan arruinada esta tierra, que nadie se atreve a viajar por ella?

13 ElSeñorcontesta: «Esto sucedió porque mi pueblo abandonó mis instrucciones; se negó a obedecer lo que dije.

14 En cambio, se pusieron tercos y siguieron sus propios deseos y rindieron culto a imágenes de Baal, como les enseñaron sus antepasados.

15 Así que ahora esto dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales, Dios de Israel: ¡mira!, los alimentaré con amargura y les daré veneno para beber.

16 Los esparciré por todo el mundo, a lugares que ni ellos ni sus antepasados han oído nombrar, y aun allí los perseguiré con espada hasta que los haya destruido por completo».

Llanto en Jerusalén

17 Esto dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales:

«Piensa en todo esto y llama a las que se les paga por llorar;

manda traer a las mujeres que lloran en los funerales.

18 ¡Rápido! ¡Comiencen a llorar!

Que las lágrimas fluyan de sus ojos.

19 Escuchen a los habitantes de Jerusalénllorando desesperados:

“¡Estamos arruinados! ¡Estamos totalmente humillados!

Tenemos que abandonar nuestra tierra,

porque derribaron nuestras casas”».

20 Escuchen, ustedes mujeres, las palabras delSeñor;

abran sus oídos a lo que él tiene que decir.

Enseñen a sus hijas a gemir;

enséñense unas a otras a lamentarse.

21 Pues la muerte se ha deslizado a través de nuestras ventanas

y ha entrado a nuestras mansiones.

Ha acabado con la flor de nuestra juventud:

los niños ya no juegan en las calles,

y los jóvenes ya no se reúnen en las plazas.

22 Esto dice elSeñor:

«Se esparcirán cadáveres a través de los campos como montones de estiércol,

como manojos de grano después de la cosecha.

No quedará nadie para enterrarlos».

23 Esto dice elSeñor:

«No dejen que el sabio se jacte de su sabiduría,

o el poderoso, de su poder,

o el rico, de sus riquezas.

24 Pero los que desean jactarse

que lo hagan solamente en esto:

en conocerme verdaderamente y entender que yo soy elSeñor

quien demuestra amor inagotable,

y trae justicia y rectitud a la tierra,

y que me deleito en estas cosas.

¡Yo, elSeñor, he hablado!

25 »Se acerca la hora —dice elSeñor—, cuando castigaré a todos los que están circuncidados en el cuerpo pero no en espíritu:

26 a los egipcios, a los edomitas, a los amonitas, a los moabitas, a la gente que vive en el desierto en lugares remotos,y sí, aun a la gente de Judá. Igual que todas estas naciones paganas, el pueblo de Israel también tiene el corazón incircunciso».

Jeremías 10

La idolatría trae destrucción

1 ¡Escucha la palabra que elSeñorte dice, oh Israel!

2 Esto dice elSeñor:

«No te comportes como las otras naciones

que tratan de leer el futuro en las estrellas.

No tengas temor de sus predicciones,

aun cuando otras naciones se aterren por ellas.

3 Sus costumbres son vanas y necias.

Cortan un árbol y el artesano talla un ídolo.

4 Lo decoran con oro y plata

y luego lo aseguran con martillo y clavos

para que no se caiga.

5 ¡Sus dioses son como

inútiles espantapájaros en un campo de pepinos!

No pueden hablar

y necesitan que los lleven en los brazos porque no pueden caminar.

No tengan temor de semejantes dioses,

porque no pueden hacerles ningún daño, tampoco ningún bien».

6 ¡Señor, no hay nadie como tú!

Pues eres grande y tu nombre está lleno de poder.

7 ¿Quién no te temería, oh Rey de las naciones?

¡Ese título te pertenece solo a ti!

Entre todos los sabios de la tierra

y en todos los reinos del mundo

no hay nadie como tú.

8 Los que rinden culto a ídolos son estúpidos y necios.

¡Las cosas a las que rinden culto están hechas de madera!

9 Traen láminas de plata desde Tarsis

y oro desde Ufaz,

y les entregan esos materiales a hábiles artesanos

que hacen sus ídolos.

Luego visten estos dioses con ropas de púrpura y azul real

hechas por sastres expertos.

10 Sin embargo, elSeñores el único Dios verdadero.

¡Él es el Dios viviente y el Rey eterno!

Toda la tierra tiembla ante su enojo;

las naciones no pueden hacerle frente a su ira.

11 Diles a los que rinden culto a otros dioses: «Sus supuestos dioses, que no hicieron los cielos y la tierra, desaparecerán de la tierra y de debajo de los cielos».

12 ElSeñorhizo la tierra con su poder,

y la preserva con su sabiduría.

Con su propia inteligencia

desplegó los cielos.

13 Cuando habla en los truenos,

los cielos rugen con lluvia.

Él hace que las nubes se levanten sobre la tierra.

Envía el relámpago junto con la lluvia,

y suelta el viento de sus depósitos.

14 ¡Toda la raza humana es necia y le falta conocimiento!

Los artesanos quedan deshonrados por los ídolos que hacen,

porque sus obras hechas con tanto esmero son un fraude.

Estos ídolos no tienen ni aliento ni poder.

15 Los ídolos son inútiles; ¡son mentiras ridículas!

En el día del juicio, todos serán destruidos.

16 ¡Pero el Dios de Israelno es ningún ídolo!

Él es el Creador de todo lo que existe,

incluido Israel, su posesión más preciada.

¡ElSeñorde los Ejércitos Celestiales es su nombre!

La destrucción que se acerca

17 Haz las maletas y prepárate para salir;

el sitio está por comenzar.

18 Pues esto dice elSeñor:

«De forma repentina echaré

a todos los que viven en esta tierra.

Derramaré sobre ustedes grandes dificultades,

y por fin sentirán mi enojo».

19 Mi herida es profunda

y grande mi dolor.

Mi enfermedad es incurable,

pero debo soportarla.

20 Mi casa está destruida,

y no queda nadie que me ayude a reconstruirla.

Se llevaron a mis hijos,

y nunca volveré a verlos.

21 Los pastores de mi pueblo han perdido la razón.

Ya no buscan la sabiduría delSeñor.

Por lo tanto, fracasan completamente

y sus rebaños andan dispersos.

22 ¡Escuchen! Oigan el terrible rugir de los ejércitos poderosos

mientras avanzan desde el norte.

Las ciudades de Judá serán destruidas

y se convertirán en guarida de chacales.

Oración de Jeremías

23 Yo sé,Señor, que nuestra vida no nos pertenece;

no somos capaces de planear nuestro propio destino.

24 Así que corrígeme,Señor, pero, por favor, sé tierno;

no me corrijas con enojo porque moriría.

25 Derrama tu ira sobre las naciones que se niegan a reconocerte,

sobre los pueblos que no invocan tu nombre.

Pues han devorado a tu pueblo Israel;

lo han devorado y consumido

y han hecho de la tierra un desierto desolado.

Jeremías 11

Judá rompe el pacto

1 ElSeñorle dio otro mensaje a Jeremías y dijo:

2 —Recuérdales a los habitantes de Judá y de Jerusalén las condiciones de mi pacto con ellos.

3 Diles: “Esto dice elSeñor, Dios de Israel: ‘¡Maldito todo el que no obedece las condiciones de mi pacto!

4 Pues cuando los saqué de ese horno de fundir hierro que es Egipto, les dije a sus antepasados: “Si me obedecen y hacen todo lo que les mando, serán mi pueblo y yo seré su Dios”.

5 Esto les dije para poder cumplir mi promesa a sus antepasados de darles a ustedes una tierra donde fluyen la leche y la miel, la tierra que hoy habitan’”.

Entonces respondí:

—¡Amén,Señor! Que así sea.

6 Después elSeñordijo:

—Proclama este mensaje en las calles de Jerusalén. Ve de ciudad en ciudad por toda la tierra y anuncia: “Recuerden el antiguo pacto y hagan todo lo que exige.

7 Pues les advertí solemnemente a sus antepasados cuando los saqué de Egipto: ‘¡Obedézcanme!’. He repetido esta advertencia una y otra vez hasta el día de hoy;

8 pero sus antepasados no escucharon y ni siquiera prestaron atención, sino que se pusieron tercos y siguieron sus propios malos deseos. Y debido a que se negaron a obedecer, traje sobre ellos todas las maldiciones descritas en este pacto”.

9 ElSeñorme habló una vez más y dijo: «Descubrí una conspiración contra mí entre los habitantes de Judá y Jerusalén.

10 Han vuelto a los pecados de sus antepasados. Se han negado a escucharme y rinden culto a otros dioses. Israel y Judá han roto el pacto que hice con sus antepasados.

11 Por lo tanto, esto dice elSeñor: traeré calamidad sobre ellos y no habrá escapatoria posible. Aunque supliquen misericordia no escucharé sus ruegos.

12 Entonces los habitantes de Judá y Jerusalén clamarán a sus ídolos y quemarán incienso ante ellos. ¡Pero los ídolos no los salvarán cuando caiga el desastre!

13 Miren ahora, gente de Judá: ustedes tienen tantos dioses como ciudades. Tienen tantos altares vergonzosos —altares para quemar incienso a su dios Baal— como calles hay en Jerusalén.

14 »Jeremías, no ores más por este pueblo. No llores ni pidas por ellos porque yo no los escucharé cuando clamen a mí en su angustia.

15 »¿Qué derecho tiene mi amado pueblo de ir a mi templo

cuando ha cometido tantas inmoralidades?

¿Acaso sus votos y sacrificios pueden evitar su destrucción?

¡En realidad se alegran en hacer lo malo!

16 Yo, elSeñor, antes los llamaba olivo frondoso,

hermoso a la vista y lleno de buen fruto.

Pero ahora he enviado el furor de sus enemigos

para quemarlos con fuego

y dejarlos carbonizados y quebrantados.

17 »Yo, elSeñorde los Ejércitos Celestiales, el que plantó ese olivo, he ordenado que lo destruyan. Pues los pueblos de Israel y de Judá han hecho lo malo, y despertaron mi enojo al quemar incienso a Baal».

Complot contra Jeremías

18 Luego elSeñorme avisó acerca de los complots que mis enemigos tramaban en mi contra.

19 Yo era como cordero que se lleva al matadero. ¡No tenía idea de que pensaban matarme! «Destruyamos a ese hombre y todas sus palabras —dijeron—, derribémoslo para que su nombre sea olvidado para siempre».

20 OhSeñorde los Ejércitos Celestiales,

tú juzgas con justicia,

y examinas los secretos y los pensamientos más profundos.

Déjame ver tu venganza contra ellos,

porque te he entregado mi causa.

21 Esto dice elSeñoracerca de los hombres de Anatot que deseaban mi muerte. Ellos habían dicho: «Te mataremos si no dejas de profetizar en el nombre delSeñor».

22 Así que esto dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales acerca de ellos: «¡Yo los castigaré! Sus jóvenes morirán en batalla y sus hijos e hijas morirán de hambre.

23 Ninguno de esos conspiradores de Anatot sobrevivirá, porque traeré calamidad sobre ellos cuando llegue el momento de su castigo».

Jeremías 12

Jeremías cuestiona la justicia de Dios

1 Señor, tú siempre me haces justicia

cuando llevo un caso ante ti.

Así que déjame presentarte esta queja:

¿Por qué los malvados son tan prósperos?

¿Por qué son tan felices los malignos?

2 Tú los has plantado,

y ellos echaron raíces y han prosperado.

Tu nombre está en sus labios,

aunque estás lejos de su corazón.

3 En cuanto a mí,Señor, tú conoces mi corazón;

me ves y pruebas mis pensamientos.

¡Arrastra a esta gente como se lleva a las ovejas al matadero!

¡Apártalos para la masacre!

4 ¿Hasta cuándo tendrá que llorar esta tierra?

Incluso la hierba de los campos se ha marchitado.

Los animales salvajes y las aves han desaparecido

debido a la maldad que hay en la tierra.

Pues la gente ha dicho:

«¡ElSeñorno ve nuestro futuro!».

El Señor le contesta a Jeremías

5 «Si te cansa competir contra simples hombres,

¿cómo podrás correr contra caballos?

Si tropiezas y caes en campo abierto,

¿qué harás en los matorrales cerca del Jordán?

6 Aun tus hermanos, miembros de tu propia familia,

se han vuelto contra ti;

conspiran y se quejan de ti.

No confíes en ellos,

no importa lo amables que sean sus palabras.

7 »Yo he abandonado a mi pueblo, mi posesión más preciada.

He entregado a los que más amo a sus enemigos.

8 Mi pueblo elegido ha rugido contra mí como un león en la selva,

por eso lo traté con desprecio.

9 Mi pueblo elegido se comporta como buitres moteados,

pero es el pueblo mismo el que está rodeado de buitres.

¡Que salgan los animales salvajes para que despedacen sus cadáveres!

10 »Muchos gobernantes han devastado mi viñedo,

pisotearon las vides

y así transformaron toda su belleza en un lugar desolado.

11 Lo han convertido en tierra baldía;

escucho su triste lamento.

Toda la tierra está desolada

y a nadie siquiera le importa.

12 Se pueden ver ejércitos destructores

en todas las cumbres desiertas de las colinas.

La espada delSeñordevora a la gente

de un extremo al otro de la nación.

¡Nadie escapará!

13 Mi pueblo sembró trigo

pero cosecha espinos.

Se esforzó

pero no le sirvió de nada.

Cosechará vergüenza

debido a la ira feroz delSeñor».

Mensaje a los vecinos de Israel

14 Esto dice elSeñor: «Desarraigaré de sus tierras a todas las naciones malvadas que extendieron la mano para tomar lo que le di a Israel. Desarraigaré a Judá de entre ellos,

15 pero después regresaré y tendré compasión de todos ellos. Los llevaré de regreso a su tierra, cada nación a su propia heredad.

16 Y si en verdad estas naciones aprenden los caminos de mi pueblo y si aprenden a jurar por mi nombre, y dicen: “Tan cierto como que elSeñorvive” (así como ellos enseñaron a mi pueblo a jurar por el nombre de Baal), entonces se les dará un lugar entre mi pueblo;

17 pero la nación que rehúse obedecerme será arrancada de raíz y destruida. ¡Yo, elSeñor, he hablado!».

Jeremías 13

El calzoncillo de Jeremías

1 Esto me dijo elSeñor: «Ve y cómprate un calzoncillo de lino y póntelo, pero no lo laves».

2 Así que compré el calzoncillo como me indicó elSeñory me lo puse.

3 Luego elSeñorme dio otro mensaje:

4 «Toma el calzoncillo que tienes puesto y vete al río Éufrates.Allí escóndelo en un agujero entre las rocas».

5 Así que fui y lo escondí junto al Éufrates como elSeñorme había indicado.

6 Mucho tiempo después, elSeñorme dijo: «Regresa al Éufrates y toma el calzoncillo que te dije que escondieras».

7 Así que fui al Éufrates y lo saqué del agujero donde lo había escondido, pero ahora estaba podrido y deshecho. El calzoncillo ya no servía para nada.

8 Entonces recibí este mensaje delSeñor:

9 «Así dice elSeñor: esto muestra cómo pudriré el orgullo de Judá y Jerusalén.

10 Esta gente malvada se niega a escucharme. Tercamente siguen sus propios deseos y rinden culto a otros dioses. Por lo tanto, se volverán como este calzoncillo, ¡no servirán para nada!

11 Tal como el calzoncillo se adhiere a la cintura del hombre, así he creado a Judá y a Israel para que se aferren a mí, dice elSeñor. Iban a ser mi pueblo, mi orgullo, mi gloria: un honor para mi nombre, pero no quisieron escucharme.

12 »Así que diles: “Esto dice elSeñor, Dios de Israel: ‘Que todas sus jarras sean llenas de vino’”. Ellos te contestarán: “¡Por supuesto, las jarras se hacen para llenarlas de vino!”.

13 »Luego diles: “No, esto es lo que quiere dar a entender elSeñor: ‘A todos los habitantes de esta tierra los llenaré de borrachera, desde el rey que se sienta en el trono de David, pasando por los sacerdotes y los profetas, hasta la gente común de Jerusalén.

14 Los estrellaré el uno contra el otro, aun los padres contra los hijos, dice elSeñor. No permitiré que mi lástima ni mi misericordia ni mi compasión me impidan destruirlos’”».

Advertencia contra el orgullo

15 ¡Escuchen y presten atención!

No sean arrogantes, porque elSeñorha hablado.

16 Den gloria alSeñorsu Dios

antes de que sea demasiado tarde.

Reconózcanlo antes de que él traiga oscuridad sobre ustedes,

la cual hace que tropiecen y caigan en las montañas sombrías.

Pues entonces, cuando busquen luz,

solo encontrarán terrible oscuridad y tinieblas.

17 Y si todavía se rehúsan a escuchar,

lloraré a solas a causa de su orgullo.

Mis ojos no podrán contener las lágrimas

porque el rebaño delSeñorserá llevado al destierro.

18 Diles al rey y a su madre:

«Desciendan de sus tronos

y siéntense en el polvo,

porque sus coronas gloriosas

pronto serán arrebatadas de su cabeza».

19 Las ciudades del Neguev cerrarán sus puertas

y nadie será capaz de abrirlas.

La gente de Judá será llevada cautiva;

todos serán llevados al destierro.

20 ¡Abran sus ojos y vean los ejércitos

que bajan marchando desde el norte!

¿Dónde está tu rebaño

—tu hermoso rebaño—

que él te encargó cuidar?

21 ¿Qué dirás cuando elSeñortome a los aliados con los que cultivaste una relación

y los designe como tus gobernantes?

¡Se apoderarán de ti punzadas de angustia

como una mujer en dolores de parto!

22 Quizá te preguntes:

«¿Por qué me sucede todo esto?».

¡Se debe a tus muchos pecados!

Por eso los ejércitos invasores

te desnudaron y te violaron.

23 ¿Acaso puede un etíopecambiar el color de su piel?

¿Puede un leopardo quitarse sus manchas?

Tampoco ustedes pueden comenzar a hacer el bien

porque siempre han hecho lo malo.

24 «Los dispersaré como la paja

que es arrastrada por el viento del desierto.

25 Esta es tu asignación,

la porción que te he dado

—dice elSeñor—,

porque ustedes me han olvidado

y han puesto su confianza en dioses falsos.

26 Yo mismo te desnudaré

y te expondré a la vergüenza.

27 He visto tu adulterio y tu pasión sexual,

y tu asquerosa adoración de ídolos en los campos y sobre las colinas.

¡Qué aflicción te espera, Jerusalén!

¿Cuánto falta para que seas pura?».

Jeremías 14

La terrible sequía en Judá

1 Jeremías recibió este mensaje delSeñorque explica por qué detuvo la lluvia:

2 «Judá desfallece;

el comercio a las puertas de la ciudad se estanca.

Todo el pueblo se sienta en el suelo porque está de luto,

y surge un gran clamor de Jerusalén.

3 Los nobles envían a sus sirvientes a buscar agua

pero los pozos están secos.

Confundidos y desesperados, los siervos regresan

con sus cántaros vacíos,

y con sus cabezas cubiertas en señal de dolor.

4 El suelo está reseco

y agrietado por falta de lluvia.

Los agricultores están profundamente angustiados;

ellos también se cubren la cabeza.

5 Aun la cierva abandona su cría

porque no hay pasto en el campo.

6 Los burros salvajes se paran sobre las lomas desiertas

jadeando como chacales sedientos.

Fuerzan la vista en busca de hierba,

pero no la hay por ninguna parte».

7 La gente dice: «Nuestra maldad nos alcanzó,Señor,

pero ayúdanos por el honor de tu propia fama.

Nos alejamos de ti

y pecamos contra ti una y otra vez.

8 Oh Esperanza de Israel, nuestro Salvador en tiempos de aflicción,

¿por qué eres como un desconocido?

¿Por qué eres como un viajero que pasa por la tierra

y se detiene solamente para pasar la noche?

9 ¿Estás confundido también?

¿Es nuestro guerrero valiente incapaz de salvarnos?

Señor, tú estás aquí entre nosotros

y somos conocidos como pueblo tuyo.

¡Por favor, no nos abandones ahora!».

10 Así que elSeñordice a su pueblo:

«A ustedes les encanta andar lejos de mí

y no se han contenido.

Por lo tanto, no los aceptaré más como mi pueblo;

ahora les recordaré todas sus maldades

y los castigaré por sus pecados».

El Señor le prohíbe a Jeremías que interceda

11 Luego elSeñorme dijo:

—Ya no ores más por este pueblo.

12 Cuando ellos ayunen no les prestaré atención. Cuando me presenten sus ofrendas quemadas y las ofrendas de grano, no las aceptaré. En cambio, los devoraré con guerra, hambre y enfermedad.

13 Luego dije:

—OhSeñorSoberano, sus profetas les dicen: “Todo está bien, no vendrá guerra ni hambre. ElSeñorciertamente les enviará paz”.

14 Entonces elSeñordijo:

—Esos profetas dicen mentiras en mi nombre. Yo no los envié ni les dije que hablaran. No les transmití ningún mensaje. Ellos profetizan visiones y revelaciones que nunca han visto ni oído. Hablan necedades, producto de su propio corazón mentiroso.

15 Por lo tanto, esto dice elSeñor: yo castigaré a esos profetas mentirosos, porque han hablado en mi nombre a pesar de que no los envié. Dicen que no vendrá guerra ni hambre, ¡pero ellos mismos morirán en la guerra y morirán de hambre!

16 En cuanto a aquellos a quienes profetizan, sus cadáveres serán arrojados en las calles de Jerusalén, víctimas del hambre y de la guerra. No quedará nadie para enterrarlos. Se habrán ido todos: esposos, esposas, hijos e hijas. Pues derramaré sobre ellos su propia maldad.

17 Ahora bien, Jeremías, diles esto:

»“Mis ojos derraman lágrimas día y noche.

No puedo dejar de llorar

porque mi hija virgen —mi pueblo precioso—

ha sido derribada

y yace herida de muerte.

18 Si salgo al campo,

veo los cuerpos masacrados por el enemigo.

Si camino por las calles de la ciudad

veo gente muerta por el hambre.

Los profetas y los sacerdotes continúan con su trabajo

pero no saben lo que hacen”.

Oración por sanidad

19 Señor, ¿has rechazado por completo a Judá?

¿Verdaderamente odias a Jerusalén?

¿Por qué nos has herido sin la menor esperanza de recuperarnos?

Esperábamos paz, pero la paz no llegó;

esperábamos un tiempo de sanidad, pero solo encontramos terror.

20 Señor, confesamos nuestra maldad

y también la de nuestros antepasados;

todos hemos pecado contra ti.

21 Por el honor de tu fama,Señor, no nos abandones;

no deshonres tu propio trono glorioso.

Por favor, recuérdanos,

y no rompas tu pacto con nosotros.

22 ¿Puede alguno de los inútiles dioses ajenos enviarnos lluvia?

¿O acaso cae del cielo por sí misma?

No, tú eres el único, ¡ohSeñornuestro Dios!

Solo tú puedes hacer tales cosas.

Entonces esperaremos que nos ayudes.

Jeremías 15

Inevitable condenación de Judá

1 Luego elSeñorme dijo: «Aun si Moisés y Samuel se presentaran delante de mí para rogarme por este pueblo, no lo ayudaría. ¡Fuera con ellos! ¡Quítenlos de mi vista!

2 Y si te dijeren: “¿Pero adónde podemos ir?”, diles: “Esto dice elSeñor:

»‘Los que están destinados a la muerte, a la muerte;

los destinados a la guerra, a la guerra;

los destinados al hambre, al hambre;

los destinados al cautiverio, al cautiverio’”.

3 »Enviaré contra ellos cuatro clases de destructores —dice elSeñor—. Enviaré la espada para matar, los perros para arrastrar, los buitres para devorar y los animales salvajes para acabar con lo que haya quedado.

4 Debido a las cosas perversas que Manasés, hijo de Ezequías, rey de Judá, hizo en Jerusalén, haré a mi pueblo objeto de horror para todos los reinos de la tierra.

5 »¿Quién tendrá compasión de ti, Jerusalén?

¿Quién llorará por ti?

¿Quién se tomará la molestia de preguntar cómo estás?

6 Tú me has abandonado

y me has dado la espalda

—dice elSeñor—.

Por eso, levantaré mi puño para destruirte.

Estoy cansado de darte siempre otra oportunidad.

7 Te aventaré como el grano a las puertas de las ciudades

y te quitaré tus hijos que tanto quieres.

Destruiré a mi propio pueblo,

porque rehusó cambiar sus malos caminos.

8 Habrá más viudas

que granos de arena a la orilla del mar.

Traeré al destructor al mediodía

contra las madres de los jóvenes.

Súbitamente haré que caiga sobre ellas

la angustia y el terror.

9 La madre de siete hijos se debilita y lucha por respirar;

su sol se puso mientras todavía es de día.

Ahora queda sin hijos,

avergonzada y humillada.

A los que queden, los entregaré

para que sus enemigos los maten.

¡Yo, elSeñor, he hablado!».

Queja de Jeremías

10 Luego dije:

—¡Qué aflicción tengo, madre mía!

¡Oh, si hubiera muerto al nacer!

En todas partes me odian.

No soy un acreedor que pretende cobrar

ni un deudor que se niega a pagar;

aun así todos me maldicen.

11 ElSeñorrespondió:

—Yo cuidaré de ti, Jeremías;

tus enemigos te pedirán que ruegues a su favor

en tiempos de aflicción y angustia.

12 ¿Puede un hombre quebrar una barra de hierro que proviene del norte

o una barra de bronce?

13 Sin que a ellos les cueste nada,

entregaré tus riquezas y tesoros

a tus enemigos como botín,

porque el pecado corre desenfrenado en tu tierra.

14 Les diré a tus enemigos que te lleven

cautivo a una tierra extranjera.

Pues mi enojo arde como un fuego

que quemará para siempre.

15 Luego dije:

—Señor, tú sabes lo que me sucede.

Por favor, ayúdame. ¡Castiga a mis perseguidores!

Por favor, dame más tiempo; no dejes que muera joven.

Es por tu causa que sufro.

16 Cuando descubrí tus palabras las devoré;

son mi gozo y la delicia de mi corazón,

porque yo llevo tu nombre,

ohSeñorDios de los Ejércitos Celestiales.

17 Nunca me uní a la gente en sus alegres banquetes.

Me senté a solas porque tu mano estaba sobre mí

y me llené de indignación ante sus pecados.

18 ¿Por qué, entonces, continúa mi sufrimiento?

¿Por qué es incurable mi herida?

Tu ayuda parece tan incierta como el arroyo estacional,

como un manantial que se ha secado.

19 Esto responde elSeñor:

—Si regresas a mí te restauraré

para que puedas continuar sirviéndome.

Si hablas palabras beneficiosas en vez de palabras despreciables,

serás mi vocero.

Tienes que influir en ellos;

¡no dejes que ellos influyan en ti!

20 Pelearán contra ti como un ejército en ataque,

pero yo te haré tan seguro como una pared de bronce fortificada.

Ellos no te conquistarán,

porque estoy contigo para protegerte y rescatarte.

¡Yo, elSeñor, he hablado!

21 Sí, te mantendré a salvo de estos hombres malvados;

te rescataré de sus manos crueles.

Jeremías 16

A Jeremías se le prohíbe casarse

1 ElSeñorme dio otro mensaje:

2 «No te cases ni tengas hijos en este lugar.

3 Pues esto dice elSeñoracerca de los niños nacidos en esta ciudad y de sus madres y padres:

4 morirán de enfermedades terribles. Nadie llorará por ellos ni tampoco los enterrarán sino que yacerán dispersos sobre el suelo como si fueran estiércol. Morirán por la guerra y morirán de hambre, y sus cuerpos serán comida para los buitres y los animales salvajes».

Se acerca el castigo a Judá

5 Esto dice elSeñor: «No vayas a los funerales para llorar y mostrar compasión por ellos, porque he retirado mi protección y mi paz de ellos; he quitado mi amor inagotable y mi misericordia.

6 Tanto el grande como el humilde morirán en esta tierra. Nadie los enterrará ni se lamentará por ellos. Sus amigos no se cortarán la piel ni se afeitarán la cabeza en señal de tristeza.

7 Nadie ofrecerá una comida para consolar a quienes estén de luto por un muerto, ni siquiera por la muerte de una madre o de un padre. Nadie enviará una copa de vino para consolarlos.

8 »No vayas a sus fiestas ni a sus banquetes. Ni siquiera comas o bebas con ellos.

9 Pues esto dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales, Dios de Israel: en sus propios días y ante sus propios ojos pondré fin a las risas y a las canciones alegres en esta tierra. Ya no se oirán las voces felices de los novios ni de las novias.

10 »Cuando le digas todas estas cosas a la gente, ellos te preguntarán: “¿Por qué elSeñordecretó cosas tan terribles contra nosotros? ¿Qué hemos hecho para merecer semejante trato? ¿Cuál es nuestro pecado contra elSeñornuestro Dios?”.

11 »Entonces les darás la respuesta delSeñor: “Es porque sus antepasados me fueron infieles y rindieron culto a otros dioses y los sirvieron. Me abandonaron y no obedecieron mi palabra.

12 ¡Y ustedes son peores que sus antepasados! Se pusieron tercos y siguen sus propios malos deseos y rehúsan escucharme.

13 Por lo tanto, los expulsaré de esta tierra y los enviaré a una tierra extraña en la que ni ustedes ni sus antepasados han estado. Allí podrán rendir culto a ídolos día y noche, y ¡no les concederé ningún favor!”.

Esperanza a pesar del desastre

14 »Por tanto, se acerca la hora —dice elSeñor—, cuando la gente que haga un juramento ya no dirá: “Tan cierto como que elSeñorvive, quien rescató al pueblo de Israel de la tierra de Egipto”.

15 En cambio, dirán: “Tan cierto como que elSeñorvive, quien trajo a Israel de regreso a su propia tierra desde la tierra del norte y de todos los países a donde él los envió al destierro”. Pues los traeré nuevamente a esta tierra que les di a sus antepasados.

16 »Ahora mandaré llamar a muchos pescadores para que los capturen —dice elSeñor—. Mandaré llamar a cazadores para que los cacen en los montes, en las colinas y en las cuevas.

17 Los vigilo de cerca y veo cada pecado. No hay esperanza de que se escondan de mí.

18 Duplicaré su castigo por todos sus pecados, porque han contaminado mi tierra con las imágenes sin vida de sus detestables dioses y han llenado mi territorio con sus hechos malignos».

Oración de confianza de Jeremías

19 Señor, ¡tú eres mi fuerza y mi fortaleza,

mi refugio en el día de aflicción!

Las naciones del mundo entero

vendrán a ti y te dirán:

«Nuestros antepasados nos han dejado una herencia despreciable,

porque rendían culto a ídolos inútiles.

20 ¿Acaso puede la gente hacer sus propios dioses?

¡Esos no son dioses verdaderos en absoluto!».

21 ElSeñordice:

«Ahora les mostraré mi poder;

ahora les mostraré mi fuerza.

Al fin sabrán y entenderán

que yo soy elSeñor.

Jeremías 17

Pecado y castigo de Judá

1 »El pecado de Judá

está escrito con cincel de hierro,

grabado con punta de diamante en su corazón de piedra

y en las esquinas de sus altares.

2 Incluso sus hijos van a rendir culto

en los altares paganos y en los postes dedicados a la diosa Asera,

debajo de todo árbol frondoso

y sobre cada colina alta.

3 Así que entregaré mi monte santo

—junto con todas sus riquezas, tesoros

y santuarios paganos—

como botín a sus enemigos,

porque el pecado corre desenfrenado en su tierra.

4 La herencia maravillosa que he reservado para ustedes

se les escapará de las manos.

Les diré a sus enemigos que los lleven

cautivos a una tierra extranjera.

Pues mi enojo arde como un fuego

que quemará para siempre».

La sabiduría del Señor

5 Esto dice elSeñor:

«Malditos son los que ponen su confianza en simples seres humanos,

que se apoyan en la fuerza humana

y apartan el corazón delSeñor.

6 Son como los arbustos raquíticos del desierto,

sin esperanza para el futuro.

Vivirán en lugares desolados,

en tierra despoblada y salada.

7 »Pero benditos son los que confían en elSeñor

y han hecho que elSeñorsea su esperanza y confianza.

8 Son como árboles plantados junto a la ribera de un río

con raíces que se hunden en las aguas.

A esos árboles no les afecta el calor

ni temen los largos meses de sequía.

Sus hojas están siempre verdes

y nunca dejan de producir fruto.

9 »El corazón humano es lo más engañoso que hay,

y extremadamente perverso.

¿Quién realmente sabe qué tan malo es?

10 Pero yo, elSeñor, investigo todos los corazones

y examino las intenciones secretas.

A todos les doy la debida recompensa,

según lo merecen sus acciones».

Jeremías confía en el Señor

11 Los que acaparan riquezas en forma injusta

son como las perdices que empollan los huevos que no han puesto.

En la mitad de la vida perderán sus riquezas;

al final, se volverán unos pobres viejos tontos.

12 Pero nosotros adoramos frente a tu trono:

¡eterno, puesto en alto y glorioso!

13 OhSeñor, esperanza de Israel,

serán avergonzados todos los que se alejan de ti.

Serán enterrados en el polvo de la tierra,

porque han abandonado alSeñor, la fuente de agua viva.

14 OhSeñor, si me sanas, seré verdaderamente sano;

si me salvas, seré verdaderamente salvo.

¡Mis alabanzas son solo para ti!

15 La gente se burla de mí y dice:

«¿Cuál es este “mensaje delSeñor” del que hablas?

¿Por qué no se cumplen tus predicciones?».

16 Señor, no he abandonado mi labor

como pastor de tu pueblo

ni he insistido que mandes desastres.

Tú has oído todo lo que dije.

17 Señor, ¡no me aterrorices!

Solo tú eres mi esperanza en el día de la calamidad.

18 Haz que se avergüencen y se desalienten todos los que me persiguen,

pero no dejes que sea yo el avergonzado y el desalentado.

Haz que caiga sobre ellos un día de terror.

¡Sí, haz que caiga sobre ellos doble destrucción!

Guardar el día de descanso

19 Esto me dijo elSeñor: «Ve y párate en las puertas de Jerusalén, primero en la puerta por donde el rey entra y sale, y luego en cada una de las demás puertas.

20 Dile a todo el pueblo: “Escuchen este mensaje delSeñor, ustedes reyes de Judá y ustedes, habitantes de Judá y todos los que viven en Jerusalén.

21 Esto dice elSeñor: ‘¡Escuchen mi advertencia! No comercien más en las puertas de Jerusalén en el día de descanso.

22 No trabajen en el día de descanso, sino hagan que sea un día sagrado. Yo les di este mandato a sus antepasados,

23 pero ellos no escucharon ni obedecieron. Tercamente rehusaron prestar atención o recibir mi disciplina.

24 »’Pero si me obedecen, dice elSeñor, y no comercian en las puertas ni trabajan en el día de descanso, y si lo guardan como día sagrado,

25 entonces los reyes y sus funcionarios entrarán y saldrán para siempre por estas puertas. Siempre habrá un descendiente de David sentado en el trono aquí en Jerusalén. Los reyes y sus funcionarios siempre entrarán y saldrán en carros y a caballo por entre la gente de Judá, y esta ciudad permanecerá para siempre.

26 Desde todas partes de Jerusalén, desde las ciudades de Judá y Benjamín, desde las colinas occidentalesy la zona montañosa, y del Neguev vendrá gente con sus ofrendas quemadas y sus sacrificios. Traerán sus ofrendas de grano, incienso y las ofrendas de acción de gracias al templo delSeñor.

27 »’Sin embargo, si no me escuchan y se niegan a guardar como sagrado el día de descanso, y si ese día pasan mercadería por las puertas de Jerusalén como si fuera cualquier otro, entonces quemaré estas puertas. El fuego se extenderá a los palacios y nadie podrá apagar las llamas rugientes’”».

Jeremías 18

El alfarero y el barro

1 ElSeñorle dio otro mensaje a Jeremías:

2 «Baja al taller del alfarero y allí te hablaré».

3 Así que hice lo que me dijo y encontré al alfarero trabajando en el torno;

4 pero la vasija que estaba formando no resultó como él esperaba, así que la aplastó y comenzó de nuevo.

5 Después elSeñorme dio este mensaje:

6 «¡Oh, Israel! ¿No puedo hacer contigo lo mismo que hizo el alfarero con el barro? De la misma manera que el barro está en manos del alfarero, así estás en mis manos.

7 Si anuncio que voy a desarraigar, a derribar y a destruir a cierta nación o a cierto reino,

8 pero luego esa nación renuncia a sus malos caminos, no la destruiré como lo había planeado.

9 Y si anuncio que plantaré y edificaré a cierta nación o a cierto reino,

10 pero después esa nación hace lo malo y se niega a obedecerme, no la bendeciré como dije que lo haría.

11 »Por lo tanto, Jeremías, advierte a todo Judá y a Jerusalén y diles: “Esto dice elSeñor: ‘En vez de algo bueno, les tengo preparado un desastre. Así que cada uno de ustedes abandone sus malos caminos y haga lo correcto’”».

12 Sin embargo, el pueblo respondió: «No gastes saliva. Continuaremos viviendo como se nos antoja y con terquedad seguiremos nuestros propios malos deseos».

13 Así que esto dice elSeñor:

«¿Acaso alguien ha oído semejante cosa,

aun entre las naciones paganas?

¡Israel, mi hija virgen,

ha hecho algo terrible!

14 ¿Acaso la nieve desaparece de las cumbres del Líbano?

¿Quedan secos los arroyos helados que fluyen de esas montañas distantes?

15 Pero mi pueblo no es confiable, porque me ha abandonado;

quema incienso a ídolos inútiles.

Tropezó y salió de los caminos antiguos

y anduvo por senderos llenos de lodo.

16 Por lo tanto, su tierra quedará desolada,

será un monumento a su necedad.

Todos los que pasen por allí quedarán pasmados

y menearán la cabeza con asombro.

17 Como el viento del oriente desparrama el polvo,

así esparciré a mi pueblo delante de sus enemigos.

Cuando tengan dificultades, les daré la espalda

y no prestaré atención a su aflicción».

Complot contra Jeremías

18 Entonces el pueblo dijo: «Vengan, busquemos la manera de detener a Jeremías. Ya tenemos suficientes sacerdotes, sabios y profetas. No necesitamos que él enseñe la palabra ni que nos dé consejos ni profecías. Hagamos correr rumores acerca de él y no hagamos caso a lo que dice».

19 Señor, ¡óyeme y ayúdame!

Escucha lo que dicen mis enemigos.

20 ¿Deben pagar mal por bien?

Han cavado una fosa para matarme,

aunque intercedí por ellos

y traté de protegerlos de tu enojo.

21 ¡Así que deja que sus hijos se mueran de hambre!

¡Deja que mueran a espada!

Que sus esposas se conviertan en viudas, sin hijos.

¡Que sus ancianos se mueran por una plaga

y que sus jóvenes sean muertos en batalla!

22 Que se escuchen gritos de dolor desde sus casas

cuando los guerreros caigan súbitamente sobre ellos.

Pues han cavado una fosa para mí

y han escondido trampas a lo largo de mi camino.

23 Señor, tú conoces todos sus planes para matarme.

No perdones sus crímenes ni borres sus pecados;

que caigan muertos ante ti.

En tu enojo encárgate de ellos.