Jeremías 19

La vasija de Jeremías hecha pedazos

1 Esto me dijo elSeñor: «Ve y compra una vasija de barro. Después pide a algunos de los líderes de tu pueblo y a los sacerdotes que te sigan.

2 Vete por la puerta de las Ollas Rotas al basurero en el valle de Ben-hinom, y dales este mensaje.

3 Diles: “¡Reyes de Judá y ciudadanos de Jerusalén, escuchen este mensaje delSeñor! Esto dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales, Dios de Israel: ‘¡Traeré un terrible desastre a este lugar, y a los que se enteren les zumbarán los oídos!

4 »’Pues Israel me ha abandonado y convirtió este valle en un lugar de maldad. La gente quema incienso a dioses ajenos, ídolos nunca antes conocidos por esta generación ni por sus antepasados ni por los reyes de Judá. Y han llenado este lugar de sangre de niños inocentes.

5 Han construido altares paganos a Baal y allí queman a sus hijos en sacrificio a Baal. Jamás ordené un acto tan horrendo; ¡ni siquiera me pasó por la mente ordenar semejante cosa!

6 Así que, ¡atención! Se acerca la hora, dice elSeñor, cuando ese basurero ya no será llamado más Tofet ni valle de Ben-hinom, sino valle de la Matanza.

7 »’Trastornaré los planes cuidadosos de Judá y Jerusalén. Dejaré que los ejércitos invasores masacren a la gente y dejaré los cadáveres como comida para los buitres y los animales salvajes.

8 Reduciré a ruinas a Jerusalén, y así la haré un monumento a su necedad. Todos los que pasen por allí quedarán horrorizados y darán un grito ahogado a causa de la destrucción que verán.

9 Me ocuparé de que sus enemigos sitien la ciudad hasta que no haya más comida. Entonces los que queden atrapados adentro se comerán a sus hijos, a sus hijas y a sus amigos. Caerán en una profunda desesperación’”.

10 »Jeremías, rompe en pedazos a la vista de estos hombres la vasija que trajiste.

11 Luego diles: “Esto dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales: ‘Así como esta vasija está hecha pedazos, así haré pedazos a la gente de Judá y de Jerusalén, de tal manera que no habrá esperanza de reparación. Enterrarán a sus muertos aquí en Tofet, el basurero, hasta que ya no haya más lugar.

12 Esto le haré a este lugar y a su gente, dice elSeñor. Haré que esta ciudad sea profanada como Tofet.

13 Efectivamente, todas las casas de Jerusalén —incluso el palacio de los reyes de Judá— quedarán como Tofet, es decir, todas las casas donde quemaron incienso en las azoteas en honor a los astros como si fueran dioses o donde derramaron ofrendas líquidas a sus ídolos’”».

14 Después de transmitir el mensaje, Jeremías regresó de Tofet, el basurero, y se detuvo frente al templo delSeñor. Allí le dijo a la gente:

15 «Esto dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales, Dios de Israel: “Traeré desastre sobre esta ciudad y las aldeas vecinas como lo prometí, porque tercamente se negaron a escucharme”».

Jeremías 20

Jeremías y Pasur

1 Ahora bien, Pasur, hijo de Imer, el sacerdote encargado del templo delSeñor, oyó lo que Jeremías profetizaba.

2 Así que arrestó al profeta Jeremías, ordenó que lo azotaran y que lo pusieran en el cepo junto a la puerta de Benjamín, en el templo delSeñor.

3 Al día siguiente, cuando al fin Pasur lo puso en libertad, Jeremías dijo: «Pasur, elSeñorte ha cambiado el nombre. De ahora en adelante serás llamado: “El hombre que vive aterrorizado”.

4 Pues esto dice elSeñor: “Enviaré terror sobre ti y todos tus amigos y verás cuando sean masacrados por las espadas del enemigo. Entregaré al pueblo de Judá en manos del rey de Babilonia. Él los llevará cautivos a Babilonia o los traspasará con la espada;

5 y dejaré que tus enemigos saqueen a Jerusalén. Todos los tesoros famosos de la ciudad —las joyas preciosas, el oro y la plata de tus reyes— serán llevados a Babilonia.

6 En cuanto a ti, Pasur, tú y todos los de tu casa irán cautivos a Babilonia. Allí morirán y serán enterrados, tú y todos tus amigos, a quienes profetizaste que todo iría bien”».

Queja de Jeremías

7 OhSeñor, me engañaste,

y yo me dejé engañar.

Eres más fuerte que yo,

y me dominaste.

Ahora soy objeto de burla todos los días;

todos se ríen de mí.

8 Cuando hablo, me brotan las palabras.

Grito: «¡Violencia y destrucción!».

Así que estos mensajes delSeñor

me han convertido en objeto de burla.

9 Sin embargo, si digo que nunca mencionaré alSeñor

o que nunca más hablaré en su nombre,

su palabra arde en mi corazón como fuego.

¡Es como fuego en mis huesos!

¡Estoy agotado tratando de contenerla!

¡No puedo hacerlo!

10 He oído los muchos rumores acerca de mí.

Me llaman: «El hombre que vive aterrorizado».

Me amenazan diciendo: «Si dices algo te denunciaremos».

Aun mis viejos amigos me vigilan,

esperando que cometa algún error fatal.

«Caerá en su propia trampa —dicen—,

entonces nos vengaremos de él».

11 No obstante, elSeñorestá a mi lado como un gran guerrero;

ante él mis perseguidores caerán.

No pueden derrotarme.

Fracasarán y serán totalmente humillados;

nunca se olvidará su deshonra.

12 OhSeñorde los Ejércitos Celestiales,

tú pruebas a los justos

y examinas los secretos y los pensamientos más profundos.

Permíteme ver tu venganza contra ellos,

porque a ti he encomendado mi causa.

13 ¡Canten alSeñor!

¡Alaben alSeñor!

Pues al pobre y al necesitado

los ha rescatado de sus opresores.

14 ¡Sin embargo, maldigo el día en que nací!

Que nadie celebre el día de mi nacimiento.

15 Maldigo al mensajero que le dijo a mi padre:

«¡Buenas noticias! ¡Es un varón!».

16 Que lo destruyan como a las ciudades de la antigüedad

que elSeñorderribó sin misericordia.

Asústenlo todo el día con gritos de batalla,

17 porque no me mató al nacer.

¡Oh, si tan solo hubiera muerto en el vientre de mi madre,

si su cuerpo hubiera sido mi tumba!

18 ¿Por qué habré nacido?

Mi vida entera se ha llenado

de dificultades, de dolor y de vergüenza.

Jeremías 21

No hay escapatoria de Babilonia

1 ElSeñorhabló por medio de Jeremías cuando el rey Sedequías envió a Pasur, hijo de Malquías, y al sacerdote Sofonías, hijo de Maaseías, para hablar con el profeta. Le suplicaron:

2 —Por favor, habla alSeñorpor nosotros y pídele que nos ayude. El rey Nabucodonosorestá atacando a Judá. Quizá elSeñorsea misericordioso y haga un poderoso milagro como lo ha hecho en el pasado. Tal vez obligue a Nabucodonosor a que retire sus ejércitos.

3 Jeremías respondió:

—Regresen al rey Sedequías y díganle:

4 “Esto dice elSeñor, Dios de Israel: ‘Haré que tus armas no sirvan contra el rey de Babilonia ni contra los babiloniosque te atacan fuera de tus murallas. Es más, traeré a tus enemigos al mismo corazón de la ciudad.

5 Yo mismo pelearé contra ti con mano fuerte y brazo poderoso porque estoy muy enojado. ¡Me has puesto furioso!

6 Enviaré una plaga terrible sobre esta ciudad y morirán tanto la gente como los animales.

7 Después de todo eso, dice elSeñor, entregaré al rey Sedequías, a sus funcionarios y a todo el que en la ciudad sobreviva a la enfermedad, a la guerra y al hambre, en manos del rey Nabucodonosor de Babilonia y de sus otros enemigos. Él los masacrará y no les mostrará misericordia, piedad o compasión’”.

8 «Dile a todo el pueblo: “Esto dice elSeñor: ‘¡Elijan entre la vida y la muerte!

9 Todo el que permanezca en Jerusalén morirá por guerra, enfermedad o hambre, pero aquellos que salgan y se entreguen a los babilonios vivirán. ¡Su recompensa será la vida!

10 Pues he decidido traer desastre y no bien a esta ciudad, dice elSeñor. Será entregada al rey de Babilonia, quien la reducirá a cenizas’”.

Juicio contra los reyes de Judá

11 »Dile a la familia real de Judá: “¡Escuchen el mensaje delSeñor!

12 Esto dice elSeñora la dinastía de David:

»”¡Hagan justicia cada mañana al pueblo que ustedes juzgan!

Ayuden a los que han sufrido robos,

rescátenlos de sus opresores.

De lo contrario, mi enojo arderá como fuego insaciable

debido a todos sus pecados.

13 Yo pelearé personalmente contra el pueblo en Jerusalén,

esa poderosa fortaleza,

contra el pueblo que se jacta: ‘Nadie puede tocarnos aquí;

nadie puede entrar aquí’.

14 Y yo mismo los castigaré por ser tan pecadores,

dice elSeñor.

Prenderé fuego a sus bosques

y ese fuego incendiará todo a su alrededor”».

Jeremías 22

Mensaje a los reyes de Judá

1 Esto me dijo elSeñor: «Ve y habla directamente al rey de Judá. Dile:

2 “Rey de Judá, tú que te sientas en el trono de David, escucha el mensaje delSeñor. Deja que tus ayudantes y tu pueblo también escuchen.

3 Esto dice elSeñor: ‘Sean imparciales y justos. ¡Hagan lo que es correcto! Ayuden a quienes han sufrido robos; rescátenlos de sus opresores. ¡Abandonen sus malas acciones! No maltraten a los extranjeros, ni a los huérfanos ni a las viudas. ¡Dejen de matar al inocente!

4 Si me obedecen, siempre habrá un descendiente de David sentado en el trono aquí en Jerusalén. El rey entrará por las puertas del palacio en carros y a caballo, con su corte de ayudantes y súbditos.

5 Sin embargo, si rehúsan prestar atención a esta advertencia, les juro por mi propio nombre, dice elSeñor, que este palacio se convertirá en un montón de escombros’”».

Mensaje referente al palacio

6 Ahora bien, esto dice elSeñorcon respecto al palacio real de Judá:

«Te amo tanto como a la fructífera Galaad

y como a los verdes bosques del Líbano.

Pero te convertiré en un desierto

y nadie vivirá dentro de tus muros.

7 Citaré a obreros de demolición,

los cuales sacarán sus herramientas para desmantelarte.

Arrancarán todas tus selectas vigas de cedro

y las echarán al fuego.

8 »Gente de muchas naciones pasará por las ruinas de la ciudad y se dirán el uno al otro: “¿Por qué habrá destruido elSeñoresta gran ciudad?”.

9 Y la contestación será: “Porque violaron su pacto con elSeñorsu Dios al rendir culto a otros dioses”».

Mensaje acerca de Joacaz

10 No lloren por el rey muerto ni lamenten su pérdida.

¡En cambio, lloren por el rey cautivo que se llevan al exilio

porque nunca más volverá para ver su tierra natal!

11 Pues esto dice elSeñoracerca de Joacaz,quien sucedió en el trono a su padre, el rey Josías, y fue llevado cautivo: «Él nunca regresará.

12 Morirá en una tierra lejana y nunca más verá su propio país».

Mensaje acerca de Joacim

13 Y elSeñordice: «¡Qué aflicción le espera a Joacim,

que edifica su palacio con trabajo forzado!

Construye las paredes a base de injusticia,

porque obliga a sus vecinos a trabajar,

y no les paga por su trabajo.

14 Dice: “Construiré un palacio magnífico

con habitaciones enormes y muchas ventanas.

Lo revestiré con cedro fragante

y lo pintaré de un rojo agradable”.

15 ¡Pero un hermoso palacio de cedro no hace a un gran rey!

Josías, tu padre, también tenía mucha comida y bebida;

pero él era justo y recto en todo lo que hacía.

Por esa razón Dios lo bendijo.

16 Hizo justicia al pobre y al necesitado y los ayudó,

y le fue bien en todo.

¿No es eso lo que significa conocerme?

—dice elSeñor—.

17 ¡Pero tú, solo tienes ojos para la avaricia y la deshonestidad!

Asesinas al inocente,

oprimes al pobre y reinas sin piedad».

18 Por lo tanto, esto dice elSeñoracerca de Joacim, hijo del rey Josías:

«El pueblo no llorará por él, lamentándose entre sí:

“¡Ay, mi hermano! ¡Ay, mi hermana!”.

Sus súbditos no llorarán por él, lamentando:

“¡Ay, nuestro amo ha muerto! ¡Ay, su esplendor se ha ido!”.

19 Será enterrado como un burro muerto:

¡arrastrado fuera de Jerusalén y arrojado fuera de las puertas!

20 Llora por tus aliados en el Líbano;

grita por ellos en Basán.

Búscalos en las regiones al oriente del río.

Mira, todos han sido destruidos.

No quedó nadie para ayudarte.

21 Te lo advertí cuando eras próspero

pero respondiste: “¡No me fastidies!”.

Has sido así desde tu niñez,

¡nunca me obedeces!

22 Y ahora a tus aliados se los llevará el viento.

Todos tus amigos serán llevados cautivos.

Seguramente para entonces verás tu maldad y te avergonzarás.

23 Puede que sea lindo vivir en un palacio magnífico,

recubierto con madera de cedros del Líbano,

pero pronto gemirás con punzadas de angustia,

angustia como la de una mujer con dolores de parto.

Mensaje a Joaquín

24 »Tan cierto como que yo vivo —dice elSeñor—, te abandonaré, Joaquín,hijo de Joacim, rey de Judá. Aunque fueras el anillo con mi sello oficial en mi mano derecha, te arrancaría.

25 Te entregaré a los que buscan matarte —a los que tanto temes— al rey Nabucodonosorde Babilonia y al poderoso ejército babilónico.

26 Te expulsaré de esta tierra, a ti y a tu madre, y morirás en un país extranjero, no en tu tierra natal.

27 Nunca regresarás a la tierra que añoras.

28 »¿Por qué es este hombre, Joaquín, como una vasija desechada y rota?

¿Por qué serán él y sus hijos exiliados al extranjero?

29 ¡Oh tierra, tierra, tierra!

¡Escucha este mensaje delSeñor!

30 Esto dice elSeñor:

“Que conste en acta que este hombre, Joaquín, no tuvo hijos.

Él es un fracasado,

porque no tendrá hijos que le sucedan en el trono de David

para gobernar a Judá”.

Jeremías 23

El descendiente justo

1 »¡Qué aflicción les espera a los líderes de mi pueblo —los pastores de mis ovejas— porque han destruido y esparcido precisamente a las ovejas que debían cuidar!», dice elSeñor.

2 Por lo tanto, esto dice elSeñor, Dios de Israel, a los pastores: «En vez de cuidar de mis ovejas y ponerlas a salvo, las han abandonado y las han llevado a la destrucción. Ahora, yo derramaré juicio sobre ustedes por la maldad que han hecho a mi rebaño;

3 pero reuniré al remanente de mi rebaño de todos los países donde lo he expulsado. Volveré a traer a mis ovejas a su redil y serán fructíferas y crecerán en número.

4 Entonces nombraré pastores responsables que cuidarán de ellas, y nunca más tendrán temor. Ni una sola se perderá ni se extraviará. ¡Yo, elSeñor, he hablado!

5 »Pues se acerca la hora

—dice elSeñor—,

cuando levantaré a un descendiente justo

del linaje del rey David.

Él será un rey que gobernará con sabiduría;

hará lo justo y lo correcto por toda la tierra.

6 Y su nombre será:

“ElSeñores nuestra justicia”.

En ese día Judá estará a salvo,

e Israel vivirá seguro.

7 »En ese día —dice elSeñor—, cuando la gente jure ya no dirá: “Tan cierto como que elSeñorvive, quien rescató al pueblo de Israel de la tierra de Egipto”.

8 En cambio, dirán: “Tan cierto como que elSeñorvive, quien trajo a Israel de regreso a su propia tierra desde la tierra del norte y de todos los países a donde él los envió al destierro”. Entonces vivirán en su propia tierra».

Juicio a los falsos profetas

9 Mi corazón está destrozado debido a los falsos profetas,

y me tiemblan los huesos.

Me tambaleo como un borracho,

como alguien dominado por el vino,

debido a las santas palabras

que elSeñorha pronunciado contra ellos.

10 Pues la tierra está llena de adulterio,

y está bajo una maldición.

La tierra está de luto;

los pastos del desierto están resecos.

Todos hacen lo malo

y abusan del poder que tienen.

11 «Aun los sacerdotes y los profetas

son hombres malvados que no tienen a Dios.

He visto sus hechos despreciables

aquí mismo en mi propio templo

—dice elSeñor—.

12 Por lo tanto, los caminos que toman

llegarán a ser resbaladizos.

Serán perseguidos en la oscuridad

y allí caerán.

Pues traeré desastre sobre ellos

en el tiempo señalado para su castigo.

¡Yo, elSeñor, he hablado!

13 »Vi que los profetas de Samaria eran tremendamente malvados,

porque profetizaron en nombre de Baal

y llevaron a mi pueblo Israel al pecado.

14 ¡Pero ahora veo que los profetas de Jerusalén son aún peores!

Cometen adulterio y les encanta la deshonestidad.

Alientan a los que hacen lo malo

para que ninguno se arrepienta de sus pecados.

Estos profetas son tan perversos

como lo fue la gente de Sodoma y Gomorra».

15 Por lo tanto, esto dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales acerca de los profetas:

«Los alimentaré con amargura

y les daré veneno para beber.

Pues es debido a los profetas de Jerusalén

que se ha llenado esta tierra de maldad».

16 Esto dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales a su pueblo:

«No escuchen a estos profetas cuando ellos les profeticen,

llenándolos de esperanzas vanas.

Todo lo que dicen son puros inventos.

¡No hablan de parte delSeñor!

17 Siguen diciendo a los que desprecian mi palabra:

“¡No se preocupen! ¡ElSeñordice que ustedes tendrán paz!”.

Y a los que obstinadamente siguen sus propios deseos,

los profetas les dicen: “¡No les sucederá nada malo!”.

18 »¿Ha estado alguno de estos profetas en la presencia delSeñor

para escuchar lo que en realidad dice?

¿Acaso alguno de ellos se ha interesado lo suficiente como para escuchar?

19 ¡Miren! El enojo delSeñorestalla como una tormenta,

como un torbellino que se arremolina sobre la cabeza de los perversos.

20 El enojo delSeñorno disminuirá

hasta que termine con todo lo que él tenía pensado.

En los días futuros,

ustedes entenderán todo esto con claridad.

21 »Yo no envié a estos profetas,

sin embargo, van de un lado a otro afirmando hablar en mi nombre.

No les he dado ningún mensaje,

pero aun así siguen profetizando.

22 Si hubieran estado en mi presencia y me hubieran escuchado,

habrían hablado mis palabras

y habrían hecho que mi pueblo se apartara

de sus malos caminos y sus malas acciones.

23 ¿Soy acaso Dios solo de cerca? —dice elSeñor—,

no, al mismo tiempo estoy lejos.

24 ¿Puede alguien esconderse de mí en algún lugar secreto?

¿Acaso no estoy en todas partes en los cielos y en la tierra?»,

dice elSeñor.

25 «He oído a estos profetas decir: “Escuchen el sueño que Dios me dio anoche”. Y después pasan a decir mentiras en mi nombre.

26 ¿Hasta cuándo seguirá esto? Si son profetas, son profetas del engaño, pues inventan todo lo que dicen.

27 Con decir estos sueños falsos, pretenden hacer que mi pueblo me olvide, tal como lo hicieron sus antepasados, al rendir culto a los ídolos de Baal.

28 »Que estos falsos profetas cuenten sus sueños,

pero que mis verdaderos mensajeros proclamen todas mis palabras con fidelidad.

¡Hay diferencia entre la paja y el grano!

29 ¿No quema mi palabra como el fuego?

—dice elSeñor—.

¿No es como un martillo poderoso

que hace pedazos una roca?

30 »Por lo tanto —dice elSeñor—, estoy en contra de estos profetas que se roban mensajes el uno al otro y alegan que provienen de mí.

31 Estoy en contra de estos profetas que con mucha labia dicen: “¡Esta profecía es delSeñor!”.

32 Yo estoy contra estos falsos profetas. Sus sueños imaginarios son mentiras descaradas que llevan a mi pueblo a pecar. Yo no los envié ni los nombré, y no tienen ningún mensaje para mi pueblo. ¡Yo, elSeñor, he hablado!

Falsas profecías y falsos profetas

33 »Supongamos que alguien del pueblo o uno de los profetas o sacerdotes te pregunta: “Y ahora, ¿qué profecía te ha encargado elSeñor?”. Debes responder: “¡Ustedes son la carga!¡ElSeñordice que los abandonará!”.

34 »Si algún profeta, sacerdote o alguien más dice: “Tengo una profecía delSeñor”, castigaré a tal persona junto con toda su familia.

35 Ustedes deberán preguntarse el uno al otro: “¿Cuál es la respuesta delSeñor?” o “¿Qué dice elSeñor?”.

36 Ya dejen de usar esta frase: “Una profecía delSeñor”. La gente la usa para darle importancia a sus propias ideas, tergiversando las palabras de nuestro Dios, el Dios viviente, elSeñorde los Ejércitos Celestiales.

37 »Esto deberás decir a los profetas: “¿Cuál es la respuesta delSeñor?” o “¿Qué dice elSeñor?”.

38 Pero supongamos que responden: “¡Esta es una profecía delSeñor!”. Entonces deberás decir: “Esto dice elSeñor: ‘Debido a que han usado la frase “una profecía delSeñor”, aun cuando les advertí que no la usaran,

39 me olvidaré de ustedes por completo.Los expulsaré de mi presencia, junto con esta ciudad que les di a ustedes y a sus antepasados.

40 Los haré objeto de burla y su nombre será infame a lo largo de los siglos’”».

Jeremías 24

Higos buenos y malos

1 Después de que Nabucodonosor,rey de Babilonia, desterró a Joaquín,hijo de Joacim, rey de Judá, a Babilonia, junto con las autoridades de Judá y todos los artífices y los artesanos, elSeñorme dio la siguiente visión. Vi dos canastas de higos colocadas frente al templo delSeñoren Jerusalén.

2 Una canasta estaba llena de higos frescos y maduros, mientras que la otra tenía higos malos, tan podridos que no podían comerse.

3 Entonces elSeñorme preguntó:

—¿Qué ves, Jeremías?

—Higos —contesté—, algunos muy buenos y otros muy malos, tan podridos que no pueden comerse.

4 Entonces elSeñorme dio este mensaje:

5 «Esto dice elSeñor, Dios de Israel: los higos buenos representan a los desterrados que yo envié de Judá a la tierra de los babilonios.

6 Velaré por ellos, los cuidaré y los traeré de regreso a este lugar. Los edificaré y no los derribaré. Los plantaré y no los desarraigaré.

7 Les daré un corazón que me reconozca como elSeñor. Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios, porque se volverán a mí de todo corazón.

8 »Sin embargo, los higos malos —dijo elSeñor— representan al rey Sedequías de Judá, a sus funcionarios, a todo el pueblo que quedó en Jerusalén y a los que viven en Egipto. Los trataré como a higos malos, tan podridos que no pueden comerse.

9 Los haré objeto de horror y un símbolo de maldad para todas las naciones de la tierra. En todos los lugares donde yo los disperse, serán objetos de desprecio y de burla. Los maldecirán y se mofarán de ellos.

10 Les enviaré guerra, hambre y enfermedad hasta que desaparezcan de la tierra de Israel, tierra que les di a ellos y a sus antepasados».

Jeremías 25

Setenta años de cautiverio

1 Este mensaje delSeñor, para todo el pueblo de Judá, le vino a Jeremías durante el cuarto año del reinado de Joacimsobre Judá. Este fue el año en que el rey Nabucodonosorde Babilonia comenzó a reinar.

2 Jeremías el profeta le dijo a todo el pueblo de Judá y de Jerusalén:

3 «Durante los últimos veintitrés años —desde el año trece del reinado de Josías, hijo de Amón,rey de Judá, hasta ahora— elSeñorme ha estado dando sus mensajes. Yo se los he comunicado con toda fidelidad, pero ustedes no han querido escuchar.

4 »Una y otra vez, elSeñorles ha enviado a sus siervos, los profetas, pero ustedes no escucharon ni prestaron atención.

5 Todas las veces el mensaje fue: “Apártense de su mal camino y de sus malas acciones. Solo entonces los dejaré vivir en esta tierra que elSeñorles dio a ustedes y a sus antepasados para siempre.

6 No provoquen mi enojo al rendir culto a ídolos que ustedes hicieron con sus propias manos. Entonces no les haré ningún daño”.

7 »Pero ustedes no querían escucharme —dice elSeñor—. Me pusieron furioso al rendir culto a ídolos hechos con sus propias manos y trajeron sobre ustedes todos los desastres que ahora sufren.

8 Ahora elSeñorde los Ejércitos Celestiales dice: “Como ustedes no me han escuchado,

9 reuniré a todos los ejércitos del norte bajo el mando de Nabucodonosor, rey de Babilonia, a quien nombré mi representante. Los traeré contra esta tierra, contra su gente y contra las naciones vecinas. A ustedes los destruiré por completoy los convertiré en objeto de horror, desprecio y ruina para siempre.

10 Quitaré de ustedes la risa y las canciones alegres. No se oirán más las voces felices de los novios ni de las novias. Las piedras de molino se acallarán y las luces de las casas se apagarán.

11 Toda la tierra se convertirá en una desolada tierra baldía. Israel y las naciones vecinas servirán al rey de Babilonia por setenta años.

12 »”Entonces, después que hayan pasado los setenta años de cautiverio, castigaré al rey de Babilonia y a su pueblo por sus pecados —dice elSeñor—. Haré del país de los babiloniosuna tierra baldía para siempre.

13 Traeré sobre ellos todos los terrores que prometí en este libro, todos los castigos contra las naciones anunciados por Jeremías.

14 Muchas naciones y grandes reyes esclavizarán a los babilonios, así como ellos esclavizaron a mi pueblo. Los castigaré en proporción al sufrimiento que le ocasionaron a mi pueblo”».

La copa del enojo del Señor

15 Esto me dijo elSeñor, Dios de Israel: «Toma de mi mano la copa de mi enojo, que está llena hasta el borde, y haz que todas las naciones a las que te envíe beban de ella.

16 Cuando la beban se tambalearán, enloquecidos por la guerra que enviaré contra ellos».

17 Así que tomé la copa del enojo delSeñore hice que todas las naciones bebieran de ella, cada nación a la que elSeñorme envió.

18 Fui a Jerusalén y a las otras ciudades de Judá, y sus reyes y funcionarios bebieron de la copa. Desde ese día hasta ahora ellos han sido una ruina desolada, un objeto de horror, desprecio y maldición.

19 Le di la copa al faraón, rey de Egipto, a sus asistentes, a sus funcionarios y a todo su pueblo,

20 junto con todos los extranjeros que vivían en esa tierra. También se la di a todos los reyes de la tierra de Uz, a los reyes de las ciudades filisteas de Ascalón, Gaza y Ecrón, y a lo que queda de Asdod.

21 Después les di la copa a las naciones de Edom, Moab y Amón,

22 a los reyes de Tiro y Sidón, y a los reyes de las regiones al otro lado del mar.

23 Se la di a Dedán, a Tema, a Buz y a la gente que vive en lugares remotos.

24 Se la di a los reyes de Arabia, a los reyes de las tribus nómadas del desierto

25 y a los reyes de Zimri, Elam y Media.

26 Se la di a los reyes de los países del norte, lejanos y cercanos, uno tras otro, es decir, a todos los reinos del mundo. Finalmente, el mismo rey de Babiloniabebió de la copa del enojo delSeñor.

27 Entonces elSeñorme dijo: «Ahora diles: “Esto dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales, Dios de Israel: ‘Beban de la copa de mi enojo. Emborráchense y vomiten; caigan para nunca más levantarse, porque envío guerras terribles contra ustedes’”.

28 Ahora bien, si se niegan a aceptar la copa, diles: “ElSeñorde los Ejércitos Celestiales dice: ‘No les queda más que beberla.

29 He comenzado a castigar a Jerusalén, la ciudad que lleva mi nombre. ¿Acaso los dejaría a ustedes sin castigo? No, no escaparán del desastre. Enviaré guerra contra todas las naciones de la tierra. ¡Yo, elSeñorde los Ejércitos Celestiales, he hablado!’”.

30 »Ahora, profetiza todas estas cosas y diles:

»“ElSeñorrugirá contra su propia tierra

desde su santa morada en el cielo.

Él gritará como los que pisan las uvas;

gritará contra todos los habitantes de la tierra.

31 Su grito de juicio llegará hasta los confines de la tierra,

porque elSeñorpresentará su caso contra todas las naciones.

Él juzgará a todos los habitantes de la tierra,

y matará con la espada a los perversos.

¡Yo, elSeñor, he hablado!”».

32 Esto dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales:

«¡Miren! ¡Nación tras nación sufrirá calamidades!

¡Se está levantando un gran torbellino de furia

desde los rincones más distantes de la tierra!».

33 En aquel día, los que elSeñorhaya masacrado llenarán la tierra de un extremo a otro. Nadie llorará por ellos ni juntará sus cuerpos para enterrarlos. Estarán esparcidos sobre el suelo como estiércol.

34 ¡Lloren y giman, pastores malvados!

¡Revuélquense en el polvo, líderes del rebaño!

Ha llegado el momento de su matanza;

ustedes caerán y se harán añicos como vaso frágil.

35 No encontrarán lugar donde esconderse;

no habrá forma de escapar.

36 Escuchen los gritos desesperados de los pastores.

Los líderes del rebaño gimen en su desesperación

porque elSeñorestá arruinando sus pastos.

37 Debido al gran enojo delSeñor

los prados tranquilos se convertirán en tierra baldía.

38 Él salió de su guarida como un león fuerte en busca de su presa,

y la tierra quedará desolada

por la espadadel enemigo

y por la ira feroz delSeñor.

Jeremías 26

Jeremías escapa de la muerte

1 Jeremías recibió el siguiente mensaje delSeñora principios del reinado de Joacim, hijo de Josías,rey de Judá.

2 «Esto dice elSeñor: “Ponte de pie en el atrio que está delante del templo delSeñory haz un anuncio a la gente que ha venido de toda Judá a adorar. Dales mi mensaje completo sin que falte una sola palabra.

3 Quizá te escuchen y se aparten de sus malos caminos. Entonces cambiaré de parecer acerca del desastre que estoy por derramar sobre ellos a causa de sus pecados”.

4 »Diles: “Esto dice elSeñor: ‘Si ustedes no me escuchan ni obedecen la palabra que les he dado

5 ni tampoco escuchan a mis siervos, los profetas —porque los envié una y otra vez para advertirles, pero ustedes rehusaron escucharlos—,

6 entonces destruiré este templo así como destruí a Silo, el lugar donde estaba el tabernáculo. Y haré que Jerusalén se convierta en objeto de maldición en cada nación de la tierra’”».

7 Los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo escucharon a Jeremías mientras hablaba frente al templo delSeñor;

8 pero cuando Jeremías terminó su mensaje, habiendo dicho todo lo que elSeñorle ordenó que dijera, los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo que estaba junto al templo lo atacaron en masa. «¡Mátenlo! —gritaban—.

9 ¿Qué derecho tienes de profetizar en el nombre delSeñorque este templo será destruido como lo fue Silo? ¿Qué quieres decir cuando afirmas que Jerusalén será destruida y dejada sin habitantes?». Así que todo el pueblo lo amenazaba mientras él estaba frente al templo.

10 Cuando los funcionarios de Judá oyeron lo que pasaba, corrieron del palacio a sentarse a juzgar junto a la puerta Nueva del templo.

11 Los sacerdotes y los profetas presentaron sus acusaciones a los funcionarios y al pueblo. «¡Este hombre debe morir! —dijeron—. Ustedes han escuchado con sus propios oídos lo traidor que es, porque ha profetizado contra esta ciudad».

12 Entonces Jeremías habló en su propia defensa a los funcionarios y al pueblo. «ElSeñorme envió para profetizar contra este templo y contra esta ciudad —dijo—. ElSeñorme dio cada una de las palabras que he hablado;

13 pero si ustedes dejan de pecar y comienzan a obedecer alSeñorsu Dios, él cambiará de parecer acerca del desastre que anunció contra ustedes.

14 En cuanto a mí, estoy en sus manos, hagan conmigo lo que mejor les parezca.

15 ¡Pero si me matan, tengan por seguro que estarán matando a un inocente! La responsabilidad por semejante acción caerá sobre ustedes, sobre esta ciudad y sobre cada persona que vive en ella. Pues es totalmente cierto que elSeñorme envió a decir cada palabra que ustedes han oído».

16 Así que los funcionarios y el pueblo les dijeron a los sacerdotes y a los profetas: «Este hombre no merece la pena de muerte porque nos ha hablado en el nombre delSeñornuestro Dios».

17 Entonces algunos de los sabios ancianos se pusieron de pie y hablaron a todo el pueblo reunido en ese lugar.

18 Dijeron: «Recuerden cuando Miqueas de Moreset profetizaba durante el reinado de Ezequías de Judá. Él le dijo al pueblo de Judá:

“Esto dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales:

‘El monte Sión quedará arado como un campo abierto;

¡Jerusalén será reducida a escombros!

Un matorral crecerá en las cumbres,

donde ahora se encuentra el templo’”.

19 ¿Acaso el rey Ezequías y el pueblo lo mataron por lo que dijo? No, se apartaron de sus pecados y adoraron alSeñor. Le suplicaron misericordia. Entonces elSeñorcambió de parecer acerca del terrible desastre que había declarado contra ellos. Así que estamos a punto de perjudicarnos a nosotros mismos».

20 En ese tiempo, Urías hijo de Semaías, de Quiriat-jearim, también profetizaba en nombre delSeñor; y predijo el mismo terrible desastre contra la ciudad y la nación igual que Jeremías.

21 Cuando el rey Joacim junto con los oficiales militares y los demás funcionarios escucharon lo que dijo, el rey envió a alguien para matarlo. Sin embargo, Urías se enteró del plan y escapó a Egipto atemorizado.

22 Entonces el rey Joacim envió a Elnatán, hijo de Acbor, a Egipto junto con algunos otros hombres para que capturaran a Urías.

23 Lo tomaron prisionero y lo trajeron de regreso al rey Joacim. Así que el rey mató a Urías a espada y mandó que lo enterraran en una fosa común.

24 No obstante, Ahicam, hijo de Safán, respaldó a Jeremías y persuadió al tribunal de no entregarlo a la multitud para que lo matara.

Jeremías 27

Jeremías se coloca un yugo para bueyes

1 Jeremías recibió el siguiente mensaje delSeñora principios del reinado de Sedequías,hijo de Josías, rey de Judá.

2 Esto me dijo elSeñor: «Hazte un yugo y átatelo al cuello con correas de cuero.

3 Luego envía un mensaje a los reyes de Edom, Moab, Amón, Tiro y Sidón a través de sus embajadores que han llegado a visitar al rey Sedequías en Jerusalén.

4 Dales este mensaje para sus amos: “Esto dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales, Dios de Israel:

5 ‘Yo hice la tierra, la gente y cada animal con mi gran fuerza y brazo poderoso. Estas cosas me pertenecen y puedo dárselas a quien yo quiera.

6 Ahora entregaré estos países al rey Nabucodonosor de Babilonia, quien es mi siervo. He puesto todo bajo su control, aun los animales salvajes.

7 Todas las naciones le servirán a él, a su hijo y a su nieto hasta que se acabe el tiempo de ellos. Entonces muchas naciones y grandes reyes conquistarán y dominarán a Babilonia.

8 Así que ustedes deben someterse al rey de Babilonia y servirle; ¡pongan su cuello bajo el yugo de Babilonia! Castigaré a toda nación que rehúse ser su esclava, dice elSeñor. Enviaré guerra, hambre y enfermedad sobre esa nación hasta que Babilonia la conquiste.

9 »’No les hagan caso a sus falsos profetas, adivinos, intérpretes de sueños, los médiums y hechiceros que dicen: “El rey de Babilonia no los conquistará”.

10 Todos son mentirosos y sus mentiras solo servirán para que ustedes sean expulsados de su propia tierra. Yo los expulsaré y los enviaré a morir lejos;

11 pero al pueblo de toda nación que se someta al rey de Babilonia se le permitirá permanecer en su propio país para cultivar la tierra como siempre. ¡Yo, elSeñor, he hablado!’”».

12 Después repetí el mismo mensaje al rey Sedequías de Judá: «Si deseas vivir, sométete al yugo del rey de Babilonia y a su pueblo.

13 ¿Por qué insistes en morir, tú y tu pueblo? ¿Por qué habrán de escoger la guerra, el hambre y la enfermedad que elSeñortraerá contra toda nación que se niegue a someterse al rey de Babilonia?

14 No les hagan caso a los falsos profetas que les siguen diciendo: “El rey de Babilonia no los conquistará”. Son mentirosos.

15 Esto dice elSeñor: “¡Yo no envié a estos profetas! Les dicen mentiras en mi nombre, así que yo los expulsaré de esta tierra. Todos ustedes morirán, junto con todos estos profetas”».

16 Entonces me dirigí a los sacerdotes y al pueblo y les dije: «Esto dice elSeñor: “No escuchen a sus profetas que les aseguran que los artículos de oro que fueron sacados de mi templo pronto serán devueltos de Babilonia. ¡Es pura mentira!

17 No los escuchen. Ríndanse al rey de Babilonia y vivirán. ¿Por qué ha de ser destruida toda esta ciudad?

18 Si realmente son profetas y proclaman los mensajes delSeñor, que oren alSeñorde los Ejércitos Celestiales. ¡Que supliquen que los objetos que aún quedan en el templo delSeñor, en el palacio real y en los palacios de Jerusalén no sean llevados a Babilonia!”.

19 »Pues elSeñorde los Ejércitos Celestiales ha hablado acerca de las columnas que están al frente del templo, del enorme tazón de bronce llamado el Mar, de las carretas para llevar agua y de los demás objetos ceremoniales.

20 El rey Nabucodonosor de Babilonia los dejó aquí cuando desterró a Babilonia a Joaquín,hijo de Joacim, rey de Judá, junto con los demás nobles de Judá y de Jerusalén.

21 Sí, esto dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales, Dios de Israel, acerca de los objetos preciosos que todavía permanecen en el templo, en el palacio del rey de Judá y en Jerusalén:

22 “Todos serán llevados a Babilonia y permanecerán allí hasta que yo envíe por ellos —dice elSeñor—. Entonces los traeré de regreso a Jerusalén”».

Jeremías 28

Jeremías condena a Hananías

1 Un día a fines del veranodel mismo año —el cuarto año del reinado de Sedequías, rey de Judá— Hananías, hijo de Azur, un profeta de Gabaón, se dirigió a mí públicamente en el templo mientras los sacerdotes y el pueblo escuchaban. Dijo:

2 «Esto dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales, Dios de Israel: “Quitaré del cuello de ustedes el yugo del rey de Babilonia.

3 Dentro de dos años traeré de regreso todos los tesoros del templo que el rey Nabucodonosor llevó a Babilonia.

4 También traeré de regreso a Joacim,hijo de Joaquín, rey de Judá y a todos los demás cautivos que fueron llevados a Babilonia. Tengan por seguro que romperé el yugo que el rey de Babilonia ha puesto sobre sus cuellos. ¡Yo, elSeñor, he hablado!”».

5 Jeremías le respondió a Hananías mientras estaban delante de los sacerdotes y de la gente presente en el templo.

6 Le dijo: «¡Amén! ¡Que tus profecías se vuelvan realidad! Espero que elSeñorhaga todo lo que tú dices. Espero que traiga de regreso los tesoros de este templo y a todos los cautivos;

7 pero ahora presta atención a las palabras solemnes que te hablo en presencia de todas estas personas.

8 Los profetas antiguos que nos precedieron hablaron en contra de muchas naciones y advirtieron siempre la llegada de guerra, desastre y enfermedad.

9 Así que el profeta que predice paz debe demostrar que está en lo correcto. Solamente cuando sus predicciones se cumplan podremos saber que elSeñorlo ha enviado».

10 Entonces el profeta Hananías quitó el yugo del cuello de Jeremías y lo hizo pedazos.

11 Y Hananías dijo nuevamente a la multitud que se había reunido: «Esto dice elSeñor: “Así como este yugo ha sido roto, dentro de dos años romperé el yugo de opresión de todas las naciones ahora sometidas al rey Nabucodonosor de Babilonia”». Después de eso, Jeremías se fue de la zona del templo.

12 Poco tiempo después de la confrontación con Hananías, elSeñorle dio a Jeremías este mensaje:

13 «Ve y dile a Hananías: “Esto dice elSeñor: ‘Tú has quebrado un yugo de madera, pero lo has reemplazado con un yugo de hierro.

14 ElSeñorde los Ejércitos Celestiales, Dios de Israel, dice: he puesto un yugo de hierro en el cuello de todas estas naciones, y las he sometido a la esclavitud del rey Nabucodonosor de Babilonia. He puesto todo bajo su control, incluso los animales salvajes’”».

15 Entonces el profeta Jeremías le dijo a Hananías: «¡Escucha, Hananías! ElSeñorno te ha enviado, pero el pueblo cree tus mentiras.

16 Por lo tanto, esto dice elSeñor: “Debes morir. Tu vida terminará este mismo año porque te rebelaste contra elSeñor”».

17 Dos meses despuésmurió el profeta Hananías.