Isaías 27

1 En aquel día, elSeñortomará su espada veloz y terrible para castigar al Leviatán:la serpiente que se mueve con gran rapidez, la serpiente que se retuerce y se enrolla. Él matará al dragón del mar.

2 «En aquel día,

canten acerca del viñedo fértil.

3 Yo, elSeñor, lo vigilaré,

y lo regaré con cuidado.

Día y noche lo vigilaré para que nadie pueda hacerle daño.

4 Mi enojo habrá desaparecido.

Si encuentro zarzas y espinos en crecimiento,

los atacaré;

los quemaré,

5 a menos que vuelvan a mí en busca de ayuda.

Que se reconcilien conmigo;

sí, que se reconcilien conmigo».

6 Se acerca el tiempo cuando los descendientes de Jacob echarán raíces;

¡Israel brotará y florecerá,

y llenará de fruto el mundo entero!

7 ¿Ha golpeado elSeñora Israel

como golpeaba a sus enemigos?

¿Lo ha castigado

como los castigaba a ellos?

8 No, pero desterró a Israel para que rindiera cuentas;

quedó desterrado de su tierra,

como si hubiera sido arrasado por una tormenta del oriente.

9 ElSeñorlo hizo para purificar a Israelde su perversidad;

para quitarle todo su pecado.

Como resultado, todos los altares paganos serán reducidos a polvo.

No quedará en pie ningún poste dedicado a la diosa Asera ni ningún santuario pagano.

10 Las ciudades fortificadas quedarán en silencio y vacías,

las casas estarán abandonadas y las calles cubiertas de mala hierba.

Allí pastarán los terneros,

masticando ramas y tallos.

11 La gente está como las ramas secas de un árbol,

que se arrancan y se usan para encender el fuego debajo de las ollas para cocinar.

Israel es una nación tonta y necia,

porque sus habitantes se han apartado de Dios.

Por lo tanto, aquel que los hizo

no les tendrá lástima ni misericordia.

12 Sin embargo, llegará el día cuando elSeñorlos reunirá como grano seleccionado a mano. Uno por uno los irá reuniendo, desde el río Éufratesal oriente, hasta el arroyo de Egipto al occidente.

13 En aquel día se tocará la gran trompeta y muchos de los que se morían en el destierro en Asiria y en Egipto regresarán a Jerusalén para adorar alSeñoren su monte santo.

Isaías 28

Mensaje acerca de Samaria

1 ¡Qué aflicción le espera a la orgullosa ciudad de Samaria,

la corona gloriosa de los borrachos de Israel!

Está asentada a la cabeza de un valle fértil,

pero su belleza gloriosa se marchitará como una flor.

Es el orgullo de un pueblo

que el vino derribó.

2 Pues el Señor enviará un poderoso ejército en su contra;

como un potente granizo y una lluvia torrencial,

se lanzarán sobre ella como las aguas embravecidas de una inundación

y la aplastarán contra el suelo.

3 La orgullosa ciudad de Samaria,

la corona gloriosa de los borrachos de Israel,

será pisoteada bajo los pies de sus enemigos.

4 Está asentada a la cabeza de un valle fértil,

pero su belleza gloriosa se marchitará como una flor.

Cualquiera que la vea la arrancará,

como a higo que brota temprano y pronto se arranca y se come.

5 Entonces por fin elSeñorde los Ejércitos Celestiales

será la corona gloriosa de Israel;

será el orgullo y la alegría

del remanente de su pueblo.

6 Él dará a sus jueces

anhelo de justicia

y gran valentía

a sus guerreros que vigilan las puertas.

7 Sin embargo, ahora Israel es dirigido por borrachos

que dan tumbos por el vino y se tambalean a causa del alcohol.

Los sacerdotes y los profetas se tambalean a causa del alcohol,

y se pierden por el vino.

Dan tumbos cuando tienen visiones

y se tambalean cuando emiten sus decisiones.

8 Sus mesas están cubiertas de vómito;

hay inmundicia por todas partes.

9 «¿Quién se cree elSeñorque somos? —preguntan—,

¿por qué nos habla así?

¿Acaso somos niños pequeños,

recién destetados?

10 ¡Una y otra vez nos repite todo,

línea por línea,

renglón por renglón,

un poco aquí

y un poco allá!».

11 Así que, ahora, ¡Dios tendrá que hablar a su pueblo

por medio de opresores extranjeros que hablan una lengua extraña!

12 Dios le ha dicho a su pueblo:

«Aquí hay un lugar de descanso;

que reposen aquí los fatigados.

Este es un lugar tranquilo para descansar»;

pero ellos no quisieron escuchar.

13 Por eso elSeñornuevamente les explicará su mensaje en detalle:

línea por línea,

renglón por renglón,

un poco aquí

y un poco allá;

para que tropiecen y caigan.

Ellos serán heridos, caerán en la trampa y serán capturados.

14 Por lo tanto, escuchen este mensaje delSeñor,

ustedes, gobernantes burlones de Jerusalén.

15 Se jactan diciendo: «Hemos hecho un trato para burlar a la muerte

y hemos llegado a un acuerdo para evitar la tumba.

La destrucción que se aproxima nunca podrá tocarnos,

porque nos hemos edificado un fuerte refugio hecho de mentiras y engaños».

16 Por lo tanto, esto dice elSeñorSoberano:

«¡Miren! Pongo una piedra de cimiento en Jerusalén,

una piedra sólida y probada.

Es una preciosa piedra principal sobre la cual se puede construir con seguridad.

El que crea jamás será sacudido.

17 Los probaré con la cuerda de medir de la justicia

y con la plomada de la rectitud.

Puesto que su refugio está construido de mentiras,

un granizo lo echará abajo.

Puesto que está hecho de engaños,

una inundación lo arrasará.

18 Anularé el trato que ustedes hicieron para burlar a la muerte,

y revocaré su acuerdo para evitar la tumba.

Cuando el terrible enemigo arrase la tierra,

ustedes serán pisoteados.

19 Una y otra vez vendrá esa inundación,

mañana tras mañana,

día y noche,

hasta que arrase con todos ustedes».

Este mensaje llenará de terror al pueblo.

20 La cama que ustedes hicieron es demasiado pequeña para acostarse en ella

y las mantas son demasiado estrechas para cubrirlos.

21 ElSeñorvendrá, como lo hizo contra los filisteos en el monte Perazim,

y contra los amorreos en Gabaón.

Vendrá para hacer algo extraño;

vendrá para hacer algo poco común:

22 el Señor, elSeñorde los Ejércitos Celestiales,

ha dicho con claridad que está decidido a aplastar toda la tierra.

Así que no se burlen más,

de lo contrario, su castigo será aún mayor.

23 Escúchenme;

escuchen y presten mucha atención.

24 ¿Acaso el agricultor siempre ara pero nunca siembra?

¿Está continuamente labrando la tierra y nunca plantando?

25 ¿No siembra finalmente sus semillas

—comino negro, comino, trigo, cebada y trigo espelta—

cada uno en la forma correcta,

y cada uno en el lugar que le corresponde?

26 El agricultor sabe exactamente qué hacer

porque Dios le ha dado entendimiento.

27 Nunca se usa un mazo pesado para trillar el comino negro,

sino que se golpea con varas livianas.

Nunca se pasa una rueda de trillar sobre el comino,

al contrario, se golpea suavemente con un mayal.

28 El grano para el pan se muele con facilidad,

por eso no lo tritura demasiado.

Lo trilla bajo las ruedas de una carreta,

pero no lo pulveriza.

29 ElSeñorde los Ejércitos Celestiales es un maestro maravilloso,

y le da gran sabiduría al agricultor.

Isaías 29

Mensaje acerca de Jerusalén

1 «¡Qué aflicción le espera a Ariel,la Ciudad de David!

Año tras año ustedes celebran sus fiestas.

2 Sin embargo, traeré desastre sobre ustedes,

y habrá mucho llanto y dolor.

Pues Jerusalén se convertirá en lo que significa su nombre, Ariel:

un altar cubierto de sangre.

3 Yo seré su enemigo,

rodearé a Jerusalén y atacaré sus murallas.

Edificaré torres de asalto

y la destruiré.

4 Entonces, tú hablarás desde lo profundo de la tierra;

tus palabras saldrán desde bien abajo, desde el polvo.

Tu voz susurrará desde el suelo

como un fantasma invocado de la tumba.

5 »Pero de pronto, tus despiadados enemigos serán aplastados

como el polvo más fino.

Tus numerosos atacantes serán expulsados

como la paja ante el viento.

De repente, en un instante,

6 yo, elSeñorde los Ejércitos Celestiales, intervendré a tu favor

con trueno, terremoto y gran ruido,

con torbellino, tormenta y fuego consumidor.

7 Todas las naciones que pelean contra Jerusalén

¡desaparecerán como un sueño!

Los que atacan sus murallas

se esfumarán como una visión en la noche.

8 La persona con hambre sueña con comida,

pero se despierta todavía con hambre.

La persona con sed sueña con beber,

pero cuando llega la mañana, sigue desfallecida de sed.

Así será con tus enemigos;

con los que ataquen al monte Sión».

9 ¿Estás asombrado y escéptico?

¿No lo crees?

Entonces adelante, sé ciego.

Eres necio, pero no por culpa del vino;

te tambaleas, ¡pero no por causa del licor!

10 Pues elSeñorderramó sobre ti un espíritu de sueño profundo;

ha cerrado los ojos de tus profetas y visionarios.

11 Para ellos, todos los sucesos futuros de esta visión son como un libro sellado. Cuando se lo des a los que sepan leer, dirán: «No podemos leerlo porque está sellado».

12 Cuando se lo des a los que no sepan leer, dirán: «No sabemos leer».

13 Así que el Señor dice:

«Este pueblo dice que me pertenece;

me honra con sus labios,

pero su corazón está lejos de mí.

Y la adoración que me dirige

no es más que reglas humanas, aprendidas de memoria.

14 Por esa causa, una vez más asombraré a estos hipócritas

con maravillas extraordinarias.

La sabiduría de los sabios pasará,

y la inteligencia de los inteligentes desaparecerá».

15 ¡Qué aflicción les espera a los que intentan esconder sus planes delSeñor,

a los que hacen sus malas acciones en la oscuridad!

«ElSeñorno puede vernos —dicen—,

no sabe lo que está pasando».

16 ¿Será posible que sean tan necios?

¡Él es el Alfarero y, por cierto, es mayor que ustedes, el barro!

¿Acaso la cosa creada puede decir acerca del que la creó:

«Él no me hizo»?

¿Alguna vez ha dicho una vasija:

«El alfarero que me hizo es un tonto»?

17 Pronto —y no pasará mucho tiempo—

los bosques del Líbano se convertirán en un campo fértil,

y el campo fértil se convertirá en bosque.

18 En aquel día, los sordos oirán cuando se lean las palabras de un libro

y los ciegos verán a través de la neblina y la oscuridad.

19 Los humildes se llenarán de una alegría nueva de parte delSeñor;

los pobres se alegrarán en el Santo de Israel.

20 Los burlones ya no existirán,

los arrogantes desaparecerán,

y los que traman el mal serán muertos.

21 Los que condenan a los inocentes

con sus falsos testimonios desaparecerán.

Un destino parecido les espera a los que usan el engaño para pervertir la justicia

y mienten para destruir a los inocentes.

22 Por eso elSeñor, quien redimió a Abraham, dice al pueblo de Israel:

«Mi pueblo ya no será avergonzado,

ni palidecerá de temor.

23 Pues cuando vean a sus numerosos hijos

y todas las bendiciones que yo les he dado,

reconocerán la santidad del Santo de Jacob;

quedarán asombrados ante el Dios de Israel.

24 Entonces los descarriados adquirirán entendimiento,

y los que se quejan de todo aceptarán la instrucción.

Isaías 30

La alianza inútil entre Judá y Egipto

1 »Qué aflicción les espera a mis hijos rebeldes

—dice elSeñor—.

Ustedes hacen planes contrarios a los míos;

hacen alianzas que no son dirigidas por mi Espíritu,

y de esa forma aumentan sus pecados.

2 Pues sin consultarme,

bajaron a Egipto en busca de ayuda;

pusieron su confianza en la protección del faraón

y trataron de esconderse bajo su sombra.

3 Pero por confiar en el faraón serán humillados,

y por depender de él, serán avergonzados.

4 Pues, aunque el poder del faraón se extiende hasta Zoán,

y sus funcionarios han llegado a Hanes,

5 todos los que confíen en él serán avergonzados.

Él no los ayudará;

todo lo contrario, los avergonzará».

6 Este es el mensaje que recibí con respecto a los animales del Neguev:

La caravana se mueve lentamente

a través del terrible desierto hacia Egipto

—burros cargados de riquezas

y camellos cargados de tesoros—

para pagar por la protección de Egipto.

Viajan a través del desierto,

lugar de leonas y leones,

lugar donde viven las víboras y las serpientes venenosas.

A pesar de todo esto, Egipto no les dará nada a cambio.

7 ¡Las promesas de Egipto no sirven para nada!

Por lo tanto, lo llamaré Rahab,

el dragón inofensivo.

Advertencia para la rebelde Judá

8 Ahora ve y escribe estas palabras;

escríbelas en un libro.

Así quedarán hasta el fin de los tiempos

como testigo

9 de que este es un pueblo rebelde y terco

que se niega a hacer caso a las instrucciones delSeñor.

10 Les dicen a los videntes:

«¡Dejen de ver visiones!».

Les dicen a los profetas:

«No nos digan lo que es correcto.

Dígannos cosas agradables,

cuéntennos mentiras.

11 Olvídense de toda esta tristeza,

apártense de su senda estrecha.

Dejen de hablarnos acerca del

“Santo de Israel”».

12 Esta es la respuesta del Santo de Israel:

«Dado que ustedes desprecian lo que les digo

pero más bien confían en la opresión y en las mentiras,

13 la calamidad caerá sobre ustedes de repente,

como una pared pandeada que explota y se cae.

En un instante se desplomará

y se derrumbará.

14 Ustedes serán aplastados como una vasija de barro;

hechos añicos de una manera tan completa

que no habrá un pedazo lo suficientemente grande

para llevar los carbones de una hoguera

ni un poco de agua del pozo».

15 Esto dice elSeñorSoberano,

el Santo de Israel:

«Ustedes se salvarán solo si regresan a mí

y descansan en mí.

En la tranquilidad y en la confianza está su fortaleza;

pero no quisieron saber nada de esto.

16 “No —dijeron ustedes—, nuestra ayuda vendrá de Egipto;

ellos nos darán caballos veloces para entrar en batalla”.

Sin embargo, la única velocidad que verán

¡será la de sus enemigos dándoles caza!

17 Uno de ellos perseguirá a mil de ustedes

y cinco de ellos los harán huir a todos.

Quedarán como un asta de bandera solitaria sobre una colina

o como un estandarte hecho jirones en la cima de un monte lejano».

Bendiciones para el pueblo de Dios

18 Así que elSeñoresperará a que ustedes acudan a él

para mostrarles su amor y su compasión.

Pues elSeñores un Dios fiel.

Benditos son los que esperan su ayuda.

19 Oh pueblo de Sión, que vives en Jerusalén,

ya no llorarás más.

Él será compasivo si le pides ayuda;

sin ninguna duda, él responderá a los clamores.

20 Aunque el Señor te dio a comer adversidad

y a beber sufrimiento,

él seguirá contigo a fin de enseñarte;

verás a tu maestro con tus propios ojos.

21 Tus oídos lo escucharán.

Detrás de ti, una voz dirá:

«Este es el camino por el que debes ir»,

ya sea a la derecha o a la izquierda.

22 Entonces destruirás todos tus ídolos de plata

y tus valiosas imágenes de oro.

Los desecharás como trapos sucios,

y les dirás: «¡Adiós y hasta nunca!».

23 Entonces elSeñorte bendecirá con lluvia durante el tiempo de la siembra. Habrá cosechas maravillosas y muchos pastizales para tus animales.

24 Los bueyes y los burros que cultivan los campos comerán buen grano, y el viento llevará la paja.

25 En aquel día, cuando tus enemigos sean masacrados y caigan las torres, descenderán corrientes de agua de cada monte y colina.

26 La luna será tan resplandeciente como el sol, y el sol brillará siete veces más, como la luz de siete días en uno solo. Así será cuando elSeñorcomience a sanar a su pueblo y a curar las heridas que le hizo.

27 ¡Miren! ElSeñorviene desde muy lejos,

ardiendo de enojo,

rodeado de un humo espeso que sube.

Sus labios están llenos de furia;

sus palabras consumen como el fuego.

28 Su ardiente aliento fluye como una inundación

hasta el cuello de sus enemigos.

Él zarandeará a las naciones soberbias para destrucción;

les pondrá el freno en la boca y las llevará a la ruina.

29 Sin embargo, el pueblo de Dios entonará una canción de alegría,

como los cantos de los festivales sagrados.

Estarás lleno de alegría,

como cuando un flautista dirige a un grupo de peregrinos

a Jerusalén, el monte delSeñor,

a la Roca de Israel.

30 Y elSeñorhará oír su majestuosa voz

y demostrará la fuerza de su brazo poderoso.

Descenderá con llamas consumidoras,

con aguaceros, con tormentas eléctricas y enormes granizos.

31 Por orden delSeñor, los asirios serán destrozados;

los herirá de muerte con su cetro real.

32 Y cuando elSeñorlos golpee con su vara de castigo,

su pueblo celebrará con arpas y panderetas.

Él levantará su brazo poderoso y peleará contra los asirios.

33 Tofet, el lugar de incineración,

hace tiempo que está preparado para el rey asirio;

la pira tiene un gran montón de leña.

El aliento delSeñor, como fuego de volcán,

la encenderá.

Isaías 31

Es inútil confiar en Egipto

1 ¡Qué aflicción les espera a los que buscan ayuda en Egipto,

al confiar en sus caballos, en sus carros de guerra y en sus conductores;

y al depender de la fuerza de ejércitos humanos

en lugar de buscar ayuda en elSeñor,

el Santo de Israel!

2 En su sabiduría, elSeñorenviará una gran calamidad;

no cambiará de parecer.

Se levantará contra los malvados

y contra quienes los ayudan.

3 ¡Pues estos egipcios son simples seres humanos, no son Dios!

Sus caballos son solo carne, no espíritus poderosos.

Cuando elSeñorlevante el puño contra ellos,

quienes los ayudan tropezarán,

y aquellos que reciben ayuda caerán;

todos caerán y morirán juntos.

4 Pero elSeñorme ha dicho:

«Cuando un león joven y fuerte

ruge sobre la oveja que ha matado,

no lo asustan los gritos ni los ruidos

de toda una multitud de pastores.

De la misma manera, elSeñorde los Ejércitos Celestiales

descenderá para pelear en el monte Sión.

5 ElSeñorde los Ejércitos Celestiales se moverá en el aire sobre Jerusalén

y la protegerá como un ave protege su nido.

Defenderá y salvará la ciudad;

pasará sobre ella y la rescatará».

6 Pueblo mío, aunque eres rebelde y perverso, ven y regresa alSeñor.

7 Yo sé que llegará el día glorioso cuando cada uno de ustedes desechará los ídolos de oro y las imágenes de plata que han hecho sus manos pecadoras.

8 «Los asirios serán destruidos,

pero no por las espadas de los hombres.

La espada de Dios los golpeará,

se dejarán llevar por el pánico y huirán.

Los fuertes jóvenes asirios

serán llevados cautivos.

9 Hasta los más fuertes temblarán de terror,

y los príncipes huirán al ver sus banderas de guerra»,

dice elSeñor, cuyo fuego está en Sión

y sus llamas arden desde Jerusalén.

Isaías 32

Liberación definitiva de Israel

1 ¡Miren! ¡Se acerca un rey justo!,

y príncipes honrados gobernarán bajo su mando.

2 Cada uno será como refugio del viento

y resguardo de la tormenta;

como corrientes de agua en el desierto

y sombra de una gran roca en tierra reseca.

3 Entonces todo el que tenga ojos podrá ver la verdad,

y todo el que tenga oídos podrá oírla.

4 Hasta los impulsivos estarán llenos de sentido común y de entendimiento;

y los que tartamudean hablarán con claridad.

5 En aquel día, los necios que viven sin Dios no serán héroes;

los canallas no serán respetados.

6 Pues los necios hablan necedades

y hacen planes malvados;

practican la impiedad

y difunden enseñanzas falsas acerca delSeñor;

privan de alimento a los hambrientos

y no dan agua a los sedientos.

7 Las sutiles artimañas de los canallas son maliciosas;

traman planes torcidos.

Mienten para condenar a los pobres,

aun cuando la causa de los pobres es justa.

8 Pero los generosos proponen hacer lo que es generoso

y se mantienen firmes en su generosidad.

9 Escuchen, mujeres, ustedes que están acostumbradas a la buena vida.

Escúchenme, ustedes que son tan engreídas.

10 Dentro de poco tiempo, algo más de un año,

ustedes que son tan despreocupadas, de repente comenzarán a preocuparse.

Pues se perderán sus cultivos de frutas,

y no habrá cosecha.

11 Tiemblen, mujeres de la buena vida;

abandonen su autosuficiencia.

Quítense sus ropas bonitas

y pónganse tela áspera en señal de su dolor.

12 Golpéense el pecho con profunda pena por sus abundantes granjas

y por sus vides llenas de fruto.

13 Pues su tierra se cubrirá de espinos y zarzas;

sus hogares alegres y ciudades felices desaparecerán.

14 El palacio y la ciudad quedarán abandonados,

y pueblos de mucha actividad estarán vacíos.

Los burros retozarán y las manadas pastarán

en los fuertes abandonadosy en las torres de vigilancia,

15 hasta que al fin se derrame el Espíritu

sobre nosotros desde el cielo.

Entonces el desierto se convertirá en campo fértil,

y el campo fértil dará cosechas abundantes.

16 La justicia gobernará en el desierto

y la rectitud en el campo fértil.

17 Y esta rectitud traerá la paz,

es cierto, traerá tranquilidad y confianza para siempre.

18 Mi pueblo vivirá seguro, tranquilo en su hogar

y encontrará reposo.

19 Aunque se destruya el bosque

y se derrumbe la ciudad,

20 elSeñorbendecirá grandemente a su pueblo.

Dondequiera que siembre la semilla, brotarán cosechas abundantes

y su ganado y sus burros pastarán con libertad.

Isaías 33

Mensaje acerca de Asiria

1 ¡Qué aflicción les espera a ustedes, asirios, que han destruido a otros

pero nunca han sido destruidos!

Traicionan a los demás,

pero nunca han sido traicionados.

Cuando terminen de destruir,

serán destruidos.

Cuando terminen de traicionar,

serán traicionados.

2 Pero tú,Señor, ten misericordia de nosotros,

porque hemos esperado en ti.

Sé nuestro brazo fuerte cada día

y nuestra salvación en los tiempos difíciles.

3 El enemigo corre al sonido de tu voz;

cuando te pones en pie, ¡las naciones huyen!

4 Así como la oruga y la langosta despojan los campos y las vides,

de la misma forma será despojado el ejército caído de Asiria.

5 Aunque elSeñores muy grande y vive en el cielo

hará de Jerusalénel hogar de su justicia y rectitud.

6 En aquel día, él será tu cimiento seguro,

y te proveerá de una abundante reserva de salvación, sabiduría y conocimiento;

el temor delSeñorserá tu tesoro.

7 Pero ahora tus valientes guerreros lloran en público;

tus embajadores de paz lloran con amarga desilusión.

8 Tus caminos están abandonados;

ya nadie viaja por ellos.

Los asirios rompieron su tratado de paz

y no les importan las promesas que hicieron delante de testigos;

no le tienen respeto a nadie.

9 La tierra de Israel se marchita con el duelo;

el Líbano se seca a causa de la vergüenza.

La llanura de Sarón es ahora un desierto;

Basán y el Carmelo han sido saqueados.

10 Pero elSeñordice: «Ahora me levantaré;

ahora mostraré mi poder y mi fuerza.

11 Ustedes, los asirios, no producen más que hierba seca y rastrojos;

su propio aliento se convertirá en fuego y los consumirá.

12 Su pueblo será totalmente quemado,

como los espinos que se cortan y se echan al fuego.

13 ¡Escuchen lo que yo hice, naciones lejanas!

¡Y ustedes que están cerca, reconozcan mi poder!».

14 Los pecadores de Jerusalén tiemblan de temor;

el terror se apodera de los que no tienen a Dios.

«¿Quién puede vivir con este fuego devorador? —claman—.

¿Quién puede sobrevivir a este fuego consumidor?».

15 Los que son honestos y justos,

los que se niegan a obtener ganancias por medio de fraudes,

los que se mantienen alejados de los sobornos,

los que se niegan a escuchar a los que traman asesinatos,

los que cierran los ojos para no ceder ante la tentación de hacer el mal;

16 estos son los que habitarán en las alturas.

Las rocas de los montes serán su fortaleza;

se les proveerá alimentos,

y tendrán agua en abundancia.

17 Sus ojos verán al rey en todo su esplendor,

y verán una tierra que se pierde en la distancia.

18 Recordarán este tiempo de terror y preguntarán:

«¿Dónde están los oficiales asirios

que contaban nuestras torres?

¿Dónde están los contadores

que anotaban el botín sacado de nuestra ciudad caída?».

19 Ustedes ya no verán a esa gente feroz y violenta,

con su idioma extraño y desconocido.

20 En cambio, verán a Sión como lugar de festivales sagrados;

verán a Jerusalén, una ciudad tranquila y segura.

Será como una carpa con las sogas tensas

y con las estacas firmemente clavadas.

21 Para nosotros elSeñorserá el Poderoso.

Será como un ancho río de protección

que ningún enemigo puede cruzar;

por el cual no puede navegar ningún barco enemigo.

22 Pues elSeñores nuestro juez,

nuestro legislador y nuestro rey;

él cuidará de nosotros y nos salvará.

23 Las velas de los enemigos cuelgan flácidas

de los mástiles rotos, junto con aparejos inútiles.

El pueblo de Dios repartirá el tesoro;

¡hasta los cojos recibirán su porción!

24 El pueblo de Israel ya no dirá:

«Estamos enfermos e indefensos»,

porque elSeñorperdonará sus pecados.

Isaías 34

Mensaje para las naciones

1 Vengan aquí y escuchen, oh naciones de la tierra;

que el mundo y todo lo que hay en él oigan mis palabras.

2 Pues elSeñorestá furioso contra las naciones;

su furia es contra todos sus ejércitos.

Los destruirá por completo,

los condenará a ser masacrados.

3 Sus muertos quedarán sin sepultura,

y el hedor de los cuerpos podridos llenará la tierra;

de los montes fluirá su sangre.

4 Arriba, los cielos se esfumarán

y desaparecerán como quien enrolla un pergamino.

Las estrellas caerán del cielo

como caen las hojas marchitas de una vid,

o los higos secos de una higuera.

5 Y cuando mi espada haya terminado su trabajo en los cielos,

caerá sobre Edom,

la nación que he señalado para ser destruida.

6 La espada delSeñorestá empapada en sangre

y cubierta de grasa,

con la sangre de corderos y cabras,

con la grasa de carneros preparados para el sacrificio.

Sí, elSeñorofrecerá un sacrificio en la ciudad de Bosra

y hará una gran matanza en Edom.

7 Hasta morirán hombres tan fuertes como los bueyes salvajes,

los jóvenes junto a los veteranos.

La tierra quedará empapada en sangre

y el suelo enriquecido con la grasa.

8 Pues es el día de la venganza delSeñor,

el año cuando Edom recibirá el pago por todo lo que le hizo a Israel.

9 Los arroyos de Edom se llenarán de brea ardiente

y el suelo se cubrirá de fuego.

10 Este juicio sobre Edom nunca tendrá fin;

el humo de la nación en llamas se levantará para siempre.

La tierra quedará abandonada de generación en generación;

nadie volverá a vivir allí.

11 Será frecuentada por el búho del desierto y la lechuza blanca,

el búho grande y el cuervo.

Pues Dios medirá esa tierra con cuidado;

la medirá para el caos y la destrucción.

12 Se llamará la Tierra de Nada,

y pronto todos sus nobles desaparecerán.

13 Los espinos invadirán sus palacios;

en sus fuertes crecerán la ortiga y el cardo.

Las ruinas serán guarida de los chacales

y se convertirán en hogar de los búhos.

14 Los animales del desierto se mezclarán allí con las hienas,

y sus aullidos llenarán la noche.

Las cabras salvajes se balarán unas a otras en medio de las ruinas,

y las criaturas de la nocheirán a ese lugar para descansar.

15 Allí el búho hará su nido y pondrá sus huevos;

empollará a sus polluelos y los cubrirá con sus alas.

También irán los buitres,

cada uno con su compañera.

16 Escudriñen el libro delSeñor

y vean lo que él hará.

Ninguno de estos animales ni de estas aves estará ausente,

y a ninguno le faltará su pareja,

porque elSeñorlo ha prometido.

Su Espíritu hará que todo esto se haga realidad.

17 Él ha medido y dividido la tierra,

y se la ha dado en propiedad a esas criaturas.

Ellas la poseerán para siempre,

de generación en generación.

Isaías 35

Esperanza de restauración

1 Hasta el lugar desolado y el desierto estarán contentos en esos días;

la tierra baldía se alegrará y florecerá el azafrán de primavera.

2 Así es, habrá abundancia de flores,

de cantos y de alegría.

Los desiertos se pondrán tan verdes como los montes del Líbano,

tan bellos como el monte Carmelo o la llanura de Sarón.

Allí elSeñormanifestará su gloria,

el esplendor de nuestro Dios.

3 Con esta noticia, fortalezcan a los que tienen cansadas las manos,

y animen a los que tienen débiles las rodillas.

4 Digan a los de corazón temeroso:

«Sean fuertes y no teman,

porque su Dios viene para destruir a sus enemigos;

viene para salvarlos».

5 Y cuando él venga, abrirá los ojos de los ciegos

y destapará los oídos de los sordos.

6 El cojo saltará como un ciervo,

y los que no pueden hablar ¡cantarán de alegría!

Brotarán manantiales en el desierto

y corrientes regarán la tierra baldía.

7 El suelo reseco se convertirá en laguna

y los manantiales de agua saciarán la tierra sedienta.

Crecerán las hierbas de pantano, las cañas y los juncos

donde antes vivían los chacales del desierto.

8 Un gran camino atravesará esa tierra, antes vacía;

se le dará el nombre de Carretera de la Santidad.

Los de mente malvada nunca viajarán por ella.

Será solamente para quienes anden por los caminos de Dios;

los necios nunca andarán por ella.

9 Los leones no acecharán por esa ruta,

ni ninguna otra bestia feroz.

No habrá ningún otro peligro;

solo los redimidos andarán por ella.

10 Regresarán los que han sido rescatados por elSeñor;

entrarán cantando a Jerusalén,

coronados de gozo eterno,

estarán llenos de regocijo y de alegría;

desaparecerán el luto y la tristeza.

Isaías 36

Asiria invade Judá

1 En el año catorce del reinado de Ezequías,Senaquerib, rey de Asiria, atacó las ciudades fortificadas de Judá y las conquistó.

2 Entonces el rey de Asiria mandó a su jefe del Estado Mayordesde Laquis con un enorme ejército para enfrentar al rey Ezequías en Jerusalén. Los asirios tomaron posición de batalla junto al acueducto que vierte el agua en el estanque superior, cerca del camino que lleva al campo donde se lavantelas.

3 Estos son los funcionarios que salieron a reunirse con ellos: Eliaquim, hijo de Hilcías, administrador del palacio; Sebna, secretario de la corte; y Joa, hijo de Asaf, historiador del reino.

Senaquerib amenaza a Jerusalén

4 Entonces el jefe del Estado Mayor del rey asirio les dijo que le transmitieran a Ezequías el siguiente mensaje:

«El gran rey de Asiria dice: ¿En qué confías que te da tanta seguridad?

5 ¿Acaso creesque simples palabras pueden sustituir la fuerza y la capacidad militar? ¿Con quién cuentas para haberte rebelado contra mí?

6 ¿Con Egipto? Si te apoyas en Egipto, será como una caña que se quiebra bajo tu peso y te atraviesa la mano. ¡El faraón, rey de Egipto, no es nada confiable!

7 »Tal vez me digas: “¡Confiamos en elSeñornuestro Dios!”; pero ¿no es él a quien Ezequías insultó? ¿Acaso no fue Ezequías quien derribó sus santuarios y altares, e hizo que todos en Judá y en Jerusalén adoraran solo en el altar que hay aquí, en Jerusalén?

8 »¡Se me ocurre una idea! Llega a un acuerdo con mi amo, el rey de Asiria. Yo te daré dos mil caballos, ¡si es que puedes encontrar esa cantidad de hombres para que los monten!

9 Con tu pequeño ejército, ¿cómo se te ocurre desafiar siquiera al contingente más débil de las tropas de mi amo, aunque contaras con la ayuda de los carros de guerra y sus conductores de Egipto?

10 Es más, ¿crees que hemos invadido tu tierra sin la dirección delSeñor? ElSeñormismo nos dijo: “¡Ataquen esta tierra y destrúyanla!”».

11 Entonces tanto Eliaquim como Sebna y Joa le dijeron al jefe del Estado Mayor asirio:

—Por favor, háblanos en arameo porque lo entendemos bien. No hables en hebreo,porque oirá la gente que está sobre la muralla.

12 Pero el jefe del Estado Mayor de Senaquerib respondió:

—¿Ustedes creen que mi amo les envió este mensaje solo a ustedes y a su amo? Él quiere que todos los habitantes lo oigan porque, cuando sitiemos a esta ciudad, ellos sufrirán junto con ustedes. Tendrán tanta hambre y tanta sed que comerán su propio excremento y beberán su propia orina.

13 Después el jefe del Estado Mayor se puso de pie y le gritó en hebreo a la gente que estaba sobre la muralla: «¡Escuchen este mensaje del gran rey de Asiria!

14 El rey dice lo siguiente: “No dejen que Ezequías los engañe. Él jamás podrá librarlos.

15 No permitan que los haga confiar en elSeñordiciéndoles: ‘Con toda seguridad elSeñornos librará. ¡Esta ciudad nunca caerá en manos del rey asirio!’.

16 »”¡No escuchen a Ezequías! El rey de Asiria les ofrece estas condiciones: hagan las paces conmigo; abran las puertas y salgan. Entonces cada uno de ustedes podrá seguir comiendo de su propia vid y de su propia higuera, y bebiendo de su propio pozo.

17 Me encargaré de llevarlos a otra tierra como esta: una tierra de grano y vino nuevo, de pan y viñedos.

18 »”No dejen que Ezequías los engañe al decir: ‘¡ElSeñornos librará!’. ¿Acaso los dioses de cualquier otra nación alguna vez han salvado a su pueblo del rey de Asiria?

19 ¿Qué les sucedió a los dioses de Hamat y de Arfad? ¿Y qué me dicen de los dioses de Sefarvaim? ¿Algún dios libró a Samaria de mi poder?

20 ¿Cuál de los dioses de alguna nación ha podido salvar alguna vez a su pueblo de mi poder? ¿Qué les hace pensar entonces que elSeñorpuede librar a Jerusalén de mis manos?”».

21 El pueblo se quedó en silencio y no dijo ni una palabra, porque Ezequías le había ordenado: «No le respondan».

22 Entonces Eliaquim, hijo de Hilcías, administrador del palacio; Sebna, secretario de la corte; y Joa, hijo de Asaf, historiador del reino, regresaron a donde estaba Ezequías. Desesperados rasgaron su ropa, entraron para ver al rey y le contaron lo que había dicho el jefe del Estado Mayor asirio.