Isaías 37

Ezequías busca la ayuda del Señor

1 Cuando el rey Ezequías oyó el informe, rasgó su ropa, se vistió de tela áspera y entró al templo delSeñor.

2 Enseguida envió a Eliaquim, administrador del palacio; a Sebna, secretario de la corte; y a los principales sacerdotes, todos vestidos de tela áspera, a hablar con el profeta Isaías, hijo de Amoz.

3 Ellos le dijeron: «El rey Ezequías dice: “Hoy es un día de dificultad, insulto y deshonra. Es como cuando un niño está a punto de nacer, pero la madre no tiene fuerzas para dar a luz.

4 Tal vez elSeñortu Dios haya oído al jefe del Estado Mayorasirio, que fue enviado por el rey para desafiar al Dios viviente, y lo castigue por sus palabras. ¡Te rogamos que ores por los que hemos quedado!”».

5 Una vez que los funcionarios del rey Ezequías le dieron a Isaías el mensaje del rey,

6 el profeta respondió: «Díganle a su amo: “Esto dice elSeñor: ‘No te alteres por ese discurso blasfemo que han pronunciado contra mí los mensajeros del rey de Asiria.

7 ¡Escucha! Yo mismo actuaré en su contra,y el rey recibirá un mensaje de que lo necesitan en su país. Así que volverá a su tierra, donde haré que lo maten a filo de espada’”».

8 Mientras tanto, el jefe del Estado Mayor asirio partió de Jerusalén para consultar al rey de Asiria, quien había salido de Laquis y estaba atacando a Libna.

9 Poco después, el rey Senaquerib recibió la noticia de que el rey Tirhaca de Etiopíaiba al frente de un ejército para luchar contra él. Antes de salir al encuentro de sus agresores, envió mensajeros de regreso a Ezequías, en Jerusalén, con el siguiente mensaje:

10 «Este mensaje está dirigido al rey Ezequías de Judá. No dejes que tu Dios, en quien confías, te engañe con promesas de que Jerusalén no caerá en manos del rey de Asiria.

11 Tú sabes perfectamente bien lo que han hecho los reyes de Asiria en todos los lugares donde han ido. ¡Han destruido por completo a todo aquel que se ha interpuesto en su camino! ¿Por qué serías tú la excepción?

12 ¿Acaso los dioses de otras naciones las han rescatado, naciones como Gozán, Harán, Resef y el pueblo de Edén que vivía en Telasar? ¡Mis antecesores los destruyeron a todos!

13 ¿Qué sucedió con el rey de Hamat y el rey de Arfad? ¿Qué les pasó a los reyes de Sefarvaim, de Hena y de Iva?».

14 Después de recibir la carta de mano de los mensajeros y de leerla, Ezequías subió al templo delSeñory desplegó la carta ante elSeñor.

15 En presencia delSeñor, el rey hizo la siguiente oración:

16 «¡OhSeñorde los Ejércitos Celestiales, Dios de Israel, tú estás entronizado entre los poderosos querubines! Solo tú eres el Dios de todos los reinos de la tierra. Solo tú creaste los cielos y la tierra.

17 ¡Inclínate, ohSeñor, y escucha! ¡Abre tus ojos, ohSeñor, y mira! Escucha las palabras desafiantes de Senaquerib contra el Dios viviente.

18 »Es cierto,Señor, que los reyes de Asiria han destruido a todas esas naciones.

19 Han arrojado al fuego los dioses de esas naciones y los han quemado. ¡Por supuesto que los asirios pudieron destruirlos, pues no eran dioses en absoluto! Eran solo ídolos de madera y de piedra, formados por manos humanas.

20 Ahora, ohSeñornuestro Dios, rescátanos de su poder; así todos los reinos de la tierra sabrán que solo tú, ohSeñor, eres Dios».

Isaías predice la liberación de Judá

21 Después, Isaías, hijo de Amoz, le envió a Ezequías el siguiente mensaje: «Esto dice elSeñor, Dios de Israel: “Ya que oraste respecto al rey Senaquerib de Asiria,

22 elSeñorha pronunciado estas palabras en su contra:

»”La hija virgen de Sión

te desprecia y se ríe de ti.

La hija de Jerusalén

menea la cabeza con desdén mientras tú huyes.

23 »”¿A quién has estado desafiando y ridiculizando?

¿Contra quién levantaste la voz?

¿A quién miraste con ojos tan arrogantes?

¡Fue al Santo de Israel!

24 Por medio de tus mensajeros, has desafiado al Señor.

Dijiste: ‘Con mis numerosos carros de guerra

conquisté las montañas más altas,

sí, las cimas más remotas del Líbano.

Corté sus cedros más altos

y sus mejores cipreses.

Alcancé sus rincones más lejanos

y exploré sus bosques más espesos.

25 Cavé pozos en muchas tierras extranjeras

y me refresqué con sus aguas.

¡Con la planta de mi pie

detuve todos los ríos de Egipto!’.

26 »”Pero ¿acaso no has oído?

Yo lo decidí hace mucho tiempo.

Hace mucho que lo planifiqué,

y ahora lo llevo a cabo.

Yo determiné que tú aplastaras ciudades fortificadas

y las redujeras a un montón de escombros.

27 Por eso sus habitantes tienen tan poco poder

y están tan asustados y confundidos.

Son tan débiles como la hierba,

tan fáciles de pisotear como tiernos brotes verdes.

Son como hierba que sale en el techo de una casa,

que se quemaantes de poder crecer alta y lozana.

28 »”Pero a ti te conozco bien:

sé dónde te encuentras,

y cuándo entras y sales.

Conozco la forma en que desataste tu furia contra mí.

29 Por esa furia en mi contra

y por tu arrogancia, que yo mismo oí,

te pondré mi gancho en la nariz

y mi freno en la boca.

Te haré regresar

por el mismo camino por donde viniste”».

30 Luego Isaías le dijo a Ezequías: «Esta es la prueba de que es cierto lo que digo:

»Este año ustedes solo comerán lo que crezca por sí mismo,

y el año próximo comerán lo que de eso brote.

Sin embargo, el tercer año, plantarán cultivos y los cosecharán;

cuidarán de sus viñedos y comerán de su fruto.

31 Y ustedes, los que quedan en Judá,

los que han escapado de los estragos del ataque,

echarán raíces en su propio suelo,

crecerán y prosperarán.

32 Pues desde Jerusalén se extenderá un remanente de mi pueblo,

un grupo de sobrevivientes, desde el monte Sión.

¡El ferviente compromiso delSeñorde los Ejércitos Celestiales

hará que esto suceda!

33 »Y esto dice elSeñoracerca del rey de Asiria:

»“Sus ejércitos no entrarán en Jerusalén;

ni siquiera lanzarán una sola flecha contra ella.

No marcharán fuera de sus puertas con sus escudos

ni levantarán terraplenes contra sus murallas.

34 El rey regresará a su propia tierra

por el mismo camino por donde vino.

No entrará en esta ciudad

—dice elSeñor—.

35 Por mi propia honra y por amor a mi siervo David,

defenderé esta ciudad y la protegeré”».

36 Esa noche el ángel delSeñorfue al campamento asirio y mató a 185.000 soldados. Cuando los asirios que sobrevivieronse despertaron a la mañana siguiente, encontraron cadáveres por todas partes.

37 Entonces Senaquerib, rey de Asiria, levantó campamento y regresó a su propia tierra. Volvió a Nínive, la capital del reino, y allí se quedó.

38 Cierto día, mientras rendía culto en el templo de su dios Nisroc, sus hijos Adramelec y Sarezer lo mataron a espada. Luego escaparon a la tierra de Ararat, y otro de sus hijos, Esar-hadón, lo sucedió en el trono de Asiria.

Isaías 38

Enfermedad y recuperación de Ezequías

1 Por ese tiempo, Ezequías se enfermó gravemente, y el profeta Isaías, hijo de Amoz, fue a visitarlo. Le dio al rey el siguiente mensaje: «Esto dice elSeñor: “Pon tus asuntos en orden porque vas a morir. No te recuperarás de esta enfermedad”».

2 Cuando Ezequías oyó el mensaje, volvió su rostro hacia la pared y oró alSeñor:

3 «Acuérdate, ohSeñor, que siempre te he sido fiel y te he servido con singular determinación, haciendo siempre lo que te agrada»; y el rey se echó a llorar amargamente.

4 Luego Isaías recibió este mensaje de parte delSeñor:

5 «Regresa y dile a Ezequías: “Esto dice elSeñor, Dios de tu antepasado David: ‘He oído tu oración y he visto tus lágrimas. Te añadiré quince años más de vida

6 y te rescataré del rey de Asiria junto con esta ciudad. Así es, defenderé esta ciudad’”.

7 »Esta es la señal delSeñorpara demostrar que cumplirá lo que ha prometido:

8 “¡Haré retroceder diez gradas la sombra del sol en el reloj solarde Acaz!”». Así que la sombra se movió diez gradas hacia atrás en el reloj solar.

Poema de alabanza de Ezequías

9 Cuando el rey Ezequías se recuperó, escribió el siguiente poema:

10 Yo dije: «¿En la flor de mi vida

tengo que entrar en el lugar de los muertos?

¿Acaso seré privado del resto de mis años?».

11 Dije: «Nunca más veré alSeñorDios

en la tierra de los vivos.

Nunca más veré a mis amigos

ni estaré con los que viven en este mundo.

12 Se me voló la vida

como la carpa de un pastor en medio de una tormenta.

Fue cortada,

como cuando el tejedor corta la tela del telar.

De repente, mi vida se había acabado.

13 Esperé con paciencia toda la noche,

pero me sentía como si unos leones me estuvieran despedazando.

De repente, mi vida se había acabado.

14 En mi delirio, gorjeaba como una golondrina o una grulla,

y después gemía como una paloma torcaza.

Se me cansaban los ojos de mirar al cielo en busca de ayuda.

Estoy en apuros, Señor. ¡Ayúdame!».

15 Pero ¿qué podía decir?

Pues él mismo envió esta enfermedad.

Ahora caminaré con humildad durante el resto de mis años

a causa de esta angustia que he sentido.

16 Señor, tu disciplina es buena,

porque lleva a la vida y a la salud.

¡Tú restauras mi salud

y me permites vivir!

17 Sí, esta angustia ha sido buena para mí,

porque me has rescatado de la muerte

y has perdonado todos mis pecados.

18 Pues los muertosno pueden alabarte;

no pueden levantar la voz en alabanza.

Los que bajan a la tumba

ya no pueden esperar en tu fidelidad.

19 Solo los vivos pueden alabarte como yo lo hago hoy.

Cada generación le habla de tu fidelidad a la siguiente.

20 Imagínense: elSeñorestá dispuesto a sanarme.

Cantaré sus alabanzas con instrumentos

todos los días de mi vida

en el templo delSeñor.

21 Isaías les había dicho a los siervos de Ezequías: «Preparen un ungüento de higos y úntenlo sobre la llaga, y Ezequías se recuperará».

22 Y Ezequías había preguntado: «¿Qué señal probará que iré al templo delSeñor?».

Isaías 39

Mensajeros de Babilonia

1 Poco tiempo después, Merodac-baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, le envió saludos a Ezequías junto con un regalo. Se enteró de que Ezequías había estado muy enfermo y que se había recuperado.

2 Ezequías quedó encantado con los enviados de Babilonia y les mostró todo lo que había en sus casas del tesoro: la plata, el oro, las especias y los aceites aromáticos. También los llevó a conocer su arsenal, ¡y les mostró todo lo que había en sus tesoros reales! No hubo nada, ni en el palacio ni en el reino, que Ezequías no les mostrara.

3 Entonces el profeta Isaías fue a ver al rey Ezequías y le preguntó:

—¿Qué querían esos hombres? ¿De dónde vinieron?

Ezequías contestó:

—Vinieron de la lejana tierra de Babilonia.

4 —¿Qué vieron en tu palacio? —preguntó Isaías.

—Lo vieron todo —contestó Ezequías—. Les mostré todo lo que poseo, todos mis tesoros reales.

5 Entonces Isaías dijo a Ezequías:

—Escucha este mensaje delSeñorde los Ejércitos Celestiales:

6 “Se acerca el tiempo cuando todo lo que hay en tu palacio —todos los tesoros que tus antepasados han acumulado hasta ahora— será llevado a Babilonia. No quedará nada —dice elSeñor—.

7 Algunos de tus hijos serán llevados al destierro. Los harán eunucos que servirán en el palacio del rey de Babilonia”.

8 Entonces Ezequías dijo a Isaías:

—Este mensaje que me has dado de parte delSeñores bueno.

Pues el rey pensaba: «Por lo menos habrá paz y seguridad mientras yo viva».

Isaías 40

Consuelo para el pueblo de Dios

1 «Consuelen, consuelen a mi pueblo

—dice su Dios—.

2 Hablen con ternura a Jerusalén

y díganle que se acabaron sus días tristes

y que sus pecados están perdonados.

Sí, elSeñorle dio doble castigo

por todos sus pecados».

3 ¡Escuchen! Es la voz de alguien que clama:

«¡Abran camino a través del desierto

para elSeñor!

¡Hagan una carretera derecha a través de la tierra baldía

para nuestro Dios!

4 Rellenen los valles

y allanen los montes y las colinas;

enderecen las curvas

y suavicen los lugares ásperos.

5 Entonces se revelará la gloria delSeñor

y todas las personas la verán.

¡ElSeñorha hablado!».

6 Una voz dijo: «¡Grita!».

Y yo pregunté: «¿Qué debo gritar?».

«Grita que los seres humanos son como la hierba.

Su belleza se desvanece tan rápido

como las flores en un campo.

7 La hierba se seca y las flores se marchitan

bajo el aliento delSeñor.

Y así sucede también con los seres humanos.

8 La hierba se seca y las flores se marchitan,

pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre».

9 ¡Oh Sión, mensajera de buenas noticias,

grita desde las cimas de los montes!

Grítalo más fuerte, oh Jerusalén.

Grita y no tengas miedo.

Diles a las ciudades de Judá:

«¡Aquí viene su Dios!».

10 Sí, elSeñorSoberano viene con poder

y reinará con brazo poderoso.

Miren, él trae consigo su recompensa.

11 Alimentará su rebaño como un pastor;

llevará en sus brazos los corderos

y los mantendrá cerca de su corazón.

Guiará con delicadeza a las ovejas con crías.

No existe otro que se iguale al Señor

12 ¿Quién ha sostenido los océanos en la mano?

¿Quién ha medido los cielos con los dedos?

¿Quién sabe cuánto pesa la tierra,

o ha pesado los montes y las colinas en una balanza?

13 ¿Quién puede dar consejos al Espíritu delSeñor?

¿Quién sabe lo suficiente para aconsejarlo o instruirlo?

14 ¿Acaso elSeñoralguna vez ha necesitado el consejo de alguien?

¿Necesita que se le instruya sobre lo que es bueno?

¿Le enseñó alguien alSeñorlo que es correcto,

o le mostró la senda de la justicia?

15 No, porque todas las naciones del mundo

no son más que un grano de arena en el desierto.

No son más que una capa de polvo

sobre la balanza.

Él levanta el mundo entero

como si fuera un grano de arena.

16 Toda la madera de los bosques del Líbano

y todos los animales del Líbano no serían suficientes

para presentar una ofrenda quemada digna de nuestro Dios.

17 Las naciones del mundo no valen nada para él.

Ante sus ojos, cuentan menos que nada,

son solo vacío y espuma.

18 ¿Con quién podemos comparar a Dios?

¿Qué imagen se puede encontrar que se le parezca?

19 ¿Se le puede comparar con un ídolo formado en un molde,

revestido de oro y decorado con cadenas de plata?

20 Y si la gente es demasiado pobre para eso,

al menos escojen una madera que no se pudre

y un artesano habilidoso

¡para que talle una imagen que no se caiga!

21 ¿Acaso no han oído? ¿No entienden?

¿Están sordos a las palabras de Dios,

las palabras que habló antes de que existiera el mundo?

¿Son tan ignorantes?

22 Dios se sienta sobre el círculo de la tierra;

la gente que hay abajo le parecen saltamontes.

Él despliega los cielos como una cortina,

y hace con ellos su carpa.

23 Él juzga a los poderosos del mundo

y los reduce a nada.

24 Apenas comienzan, recién están echando raíces,

cuando él sopla sobre ellos y se marchitan;

se los lleva el viento como a la paja.

25 «¿Con quién me compararán?

¿Quién es igual a mí?», pregunta el Santo.

26 Levanten la mirada a los cielos.

¿Quién creó todas las estrellas?

Él las hace salir como un ejército, una tras otra,

y llama a cada una por su nombre.

A causa de su gran poder y su incomparable fuerza,

no se pierde ni una de ellas.

27 Oh Jacob, ¿cómo puedes decir que elSeñorno ve tus dificultades?

Oh Israel, ¿cómo puedes decir que Dios no toma en cuenta tus derechos?

28 ¿Acaso nunca han oído?

¿Nunca han entendido?

ElSeñores el Dios eterno,

el Creador de toda la tierra.

Él nunca se debilita ni se cansa;

nadie puede medir la profundidad de su entendimiento.

29 Él da poder a los indefensos

y fortaleza a los débiles.

30 Hasta los jóvenes se debilitan y se cansan,

y los hombres jóvenes caen exhaustos.

31 En cambio, los que confían en elSeñorencontrarán nuevas fuerzas;

volarán alto, como con alas de águila.

Correrán y no se cansarán;

caminarán y no desmayarán.

Isaías 41

Dios ayuda a Israel

1 «Escuchen en silencio ante mí, tierras más allá del mar.

Traigan sus argumentos más convincentes.

Vengan ahora y hablen;

el tribunal está listo para oír su caso.

2 »¿Quién ha incitado a ese rey del oriente,

llamándolo en justicia para el servicio de Dios?

¿Quién le da victoria a ese hombre sobre muchas naciones

y permite que pisotee a los reyes?

Con su espada, reduce a polvo a los ejércitos

y con su arco los esparce como la paja ante el viento.

3 Los persigue y avanza seguro,

aunque pisa terreno desconocido.

4 ¿Quién ha hecho obras tan poderosas,

llamando a cada nueva generación desde el principio del tiempo?

Soy yo, elSeñor, el Primero y el Último;

únicamente yo lo soy».

5 Las tierras más allá del mar observan con temor;

las tierras lejanas tiemblan y se movilizan para la guerra.

6 Los fabricantes de ídolos se alientan unos a otros

y se dicen: «¡Sé fuerte!».

7 El escultor anima al orfebre,

y el que hace moldes colabora en el yunque.

«Muy bien —dicen—, está quedando bien».

Con cuidado juntan las piezas,

después sujetan el ídolo para que no se caiga.

8 «Pero en cuanto a ti, Israel, mi siervo,

Jacob, a quien he escogido,

descendiente de mi amigo Abraham,

9 te he llamado desde los confines de la tierra,

diciéndote: “Eres mi siervo”.

Pues te he escogido

y no te desecharé.

10 No tengas miedo, porque yo estoy contigo;

no te desalientes, porque yo soy tu Dios.

Te daré fuerzas y te ayudaré;

te sostendré con mi mano derecha victoriosa.

11 »¿Ves? Todos tus furiosos enemigos están allí tendidos,

confundidos y humillados.

Todo el que se te oponga morirá

y quedará en la nada.

12 Buscarás en vano

a los que trataron de conquistarte.

Los que te ataquen

quedarán en la nada.

13 Pues yo te sostengo de tu mano derecha;

yo, elSeñortu Dios.

Y te digo:

“No tengas miedo, aquí estoy para ayudarte.

14 Aunque seas un humilde gusano, oh Jacob,

no tengas miedo, pueblo de Israel, porque yo te ayudaré.

Yo soy elSeñor, tu Redentor.

Yo soy el Santo de Israel”.

15 Serás un nuevo instrumento para trillar,

con muchos dientes afilados.

Despedazarás a tus enemigos,

convirtiendo a los montes en paja.

16 Los lanzarás al aire

y el viento se los llevará;

un remolino los esparcirá.

Entonces te alegrarás en elSeñor;

te gloriarás en el Santo de Israel.

17 »Cuando los pobres y los necesitados busquen agua y no la encuentren,

y tengan la lengua reseca por la sed,

entonces yo, elSeñor, les responderé;

yo, el Dios de Israel, nunca los abandonaré.

18 Abriré ríos para ellos en los altiplanos.

Les daré fuentes de agua en los valles

y llenaré el desierto con lagunas de agua;

por la tierra reseca correrán ríos alimentados por manantiales.

19 Plantaré árboles en el desierto árido:

cedros, acacias, mirtos, olivos, cipreses, abetos y pinos.

20 Lo hago para que todos los que vean este milagro

comprendan lo que significa:

que elSeñores quien lo ha hecho,

el Santo de Israel lo ha creado.

21 »Expongan el caso de sus ídolos

—dice elSeñor—.

Que demuestren lo que pueden hacer

—dice el Rey de Israel—.

22 Que intenten decirnos lo que sucedió hace mucho tiempo,

para que podamos examinar las pruebas.

O que nos digan lo que nos depara el futuro,

para que podamos saber lo que sucederá.

23 Sí, dígannos lo que ocurrirá en los próximos días.

Entonces sabremos que ustedes son dioses.

¡Por lo menos hagan algo, bueno o malo!

Hagan algo que nos asombre y nos atemorice.

24 ¡Pero no! Ustedes son menos que nada y no pueden hacer nada en absoluto.

Quienes los escogen se contaminan a sí mismos.

25 »Yo incité a un líder que se aproximará del norte;

desde el oriente invocará mi nombre.

Le daré la victoria sobre reyes y príncipes;

los pisoteará como el alfarero pisa la arcilla.

26 »¿Quién les dijo desde el principio

que esto sucedería?

¿Quién predijo esto,

haciéndoles admitir que él tenía razón?

¡Nadie dijo una sola palabra!

27 Yo fui el primero en decirle a Sión:

“¡Mira! ¡La ayuda está en camino!”.

Enviaré a Jerusalén un mensajero con buenas noticias.

28 Ninguno de sus ídolos les dijo esto;

ni uno respondió cuando pregunté.

29 Como ven, todos son objetos necios y sin ningún valor;

sus ídolos son tan vacíos como el viento.

Isaías 42

El Siervo escogido del Señor

1 »Miren a mi siervo, al que yo fortalezco;

él es mi elegido, quien me complace.

He puesto mi Espíritu sobre él;

él hará justicia a las naciones.

2 No gritará,

ni levantará su voz en público.

3 No aplastará a la caña más débil,

ni apagará una vela que titila.

Les hará justicia a todos los agraviados.

4 No vacilará ni se desalentará

hasta que prevalezca la justicia en toda la tierra.

Aun las tierras lejanas más allá del mar esperarán sus instrucciones».

5 Dios, elSeñor, creó los cielos y los extendió;

creó la tierra y todo lo que hay en ella.

Él es quien da aliento a cada uno

y vida a todos los que caminan sobre la tierra.

Y es él quien dice:

6 «Yo, elSeñor, te he llamado para manifestar mi justicia.

Te tomaré de la mano y te protegeré,

y te daré a mi pueblo, los israelitas,

como símbolo de mi pacto con ellos.

Y serás una luz para guiar a las naciones.

7 Abrirás los ojos de los ciegos;

pondrás a los cautivos en libertad,

soltando a los que están en calabozos oscuros.

8 »¡Yo soy elSeñor; ese es mi nombre!

No le daré mi gloria a nadie más,

ni compartiré mi alabanza con ídolos tallados.

9 Todo cuanto profeticé se ha hecho realidad,

y ahora profetizaré de nuevo;

les diré el futuro antes de que suceda».

Canción de alabanza al Señor

10 ¡Canten alSeñorun nuevo cántico!

¡Canten sus alabanzas desde los confines de la tierra!

Canten, ustedes que navegan los mares,

los que viven en las costas lejanas.

11 Únanse al coro, ciudades del desierto;

que las aldeas de Cedar se alegren.

Que el pueblo de Sela cante de alegría;

que grite alabanzas desde las cumbres de los montes.

12 Que el mundo entero glorifique alSeñor;

que cante su alabanza.

13 ElSeñormarchará como un héroe poderoso;

saldrá como guerrero lleno de furia.

Lanzará su grito de batalla

y aplastará a todos sus enemigos.

14 Dirá: «He guardado silencio por mucho tiempo;

sí, me he contenido.

Pero ahora, como una mujer que da a luz,

gritaré, gemiré y jadearé.

15 Allanaré los montes y las colinas

y arruinaré toda su vegetación.

Convertiré los ríos en tierra seca

y secaré todas las lagunas.

16 Guiaré al ciego Israel por una senda nueva,

llevándolo por un camino desconocido.

Iluminaré las tinieblas a su paso

y allanaré el camino delante de ellos.

Ciertamente yo haré estas cosas;

no los abandonaré.

17 Pero los que confían en ídolos,

los que dicen: “Ustedes son nuestros dioses”,

se alejarán avergonzados.

Israel no ha querido escuchar ni ver

18 »¡Escuchen ustedes, sordos!

¡Miren y vean, ciegos!

19 ¿Quién es tan ciego como mi propio pueblo, mi siervo?

¿Quién es tan sordo como mi mensajero?

¿Quién es tan ciego como mi pueblo elegido,

el siervo delSeñor?

20 Ustedes ven y reconocen lo que es correcto,

pero se niegan a hacerlo.

Escuchan con sus oídos,

pero en realidad no prestan atención».

21 Debido a que elSeñores justo,

él ha exaltado su ley gloriosa;

22 pero a su pueblo lo han robado y saqueado,

lo han esclavizado, metido en prisión y atrapado.

Es blanco fácil para cualquiera,

y no tiene a nadie que lo proteja,

a nadie que lo lleve de regreso a casa.

23 ¿Quién escuchará estas lecciones del pasado

y verá la ruina que le espera en el futuro?

24 ¿Quién permitió que robaran e hirieran a Israel?

Fue elSeñor, contra quien pecamos,

porque los israelitas no quisieron andar por su camino,

ni quisieron obedecer su ley.

25 Por lo tanto, él derramó su furia sobre ellos

y los destruyó en batalla.

Las llamas los envolvieron,

pero aun así se negaron a entender.

El fuego los consumió,

pero no aprendieron su lección.

Isaías 43

El Salvador de Israel

1 Pero ahora, oh Jacob, escucha alSeñor, quien te creó.

Oh Israel, el que te formó dice:

«No tengas miedo, porque he pagado tu rescate;

te he llamado por tu nombre; eres mío.

2 Cuando pases por aguas profundas,

yo estaré contigo.

Cuando pases por ríos de dificultad,

no te ahogarás.

Cuando pases por el fuego de la opresión,

no te quemarás;

las llamas no te consumirán.

3 Pues yo soy elSeñor, tu Dios,

el Santo de Israel, tu Salvador.

Yo di a Egipto como rescate por tu libertad;

en tu lugar di a Etiopíay a Seba.

4 Entregué a otros a cambio de ti.

Cambié la vida de ellos por la tuya,

porque eres muy precioso para mí.

Recibes honra, y yo te amo.

5 »No tengas miedo, porque yo estoy contigo.

Te reuniré a ti y a tus hijos del oriente y del occidente.

6 Les diré al norte y al sur:

“Traigan a mis hijos e hijas de regreso a Israel

desde los rincones más lejanos de la tierra.

7 Traigan a todo el que me reconoce como su Dios,

porque yo los he creado para mi gloria.

Fui yo quien los formé”».

8 Saquen a la gente que tiene ojos pero está ciega;

que tiene oídos pero está sorda.

9 ¡Reúnan a las naciones!

¡Convoquen a los pueblos del mundo!

¿Cuál de sus ídolos acaso predijo cosas semejantes?

¿Cuál de ellos puede predecir lo que sucederá mañana?

¿Dónde están los testigos de tales predicciones?

¿Quién puede comprobar que han dicho la verdad?

10 «Pero tú eres mi testigo, oh Israel —dice elSeñor—,

tú eres mi siervo.

Tú has sido escogido para conocerme, para creer en mí

y comprender que solo yo soy Dios.

No hay otro Dios;

nunca lo hubo y nunca lo habrá.

11 Yo, sí, yo soy elSeñor,

y no hay otro Salvador.

12 Primero predije tu rescate,

y después te salvé y lo proclamé ante el mundo.

Ningún dios extranjero jamás lo ha hecho.

Tú, Israel, eres testigo de que yo soy el único Dios

—dice elSeñor—.

13 Desde la eternidad y hasta la eternidad, yo soy Dios.

No hay quien pueda arrebatar a nadie de mi mano;

nadie puede deshacer lo que he hecho».

Victoria prometida por el Señor

14 Esto dice elSeñor, tu Redentor, el Santo de Israel:

«Por tu bien, enviaré un ejército contra Babilonia

y obligaré a los babiloniosa huir en esos barcos de los que están tan orgullosos.

15 Yo soy elSeñor, tu Santo,

el Creador y Rey de Israel.

16 Yo soy elSeñor, que abrió un camino a través de las aguas,

e hizo una senda seca a través del mar.

17 Yo llamé al poderoso ejército de Egipto

con todos sus carros de guerra y sus caballos.

Los sumergí debajo de las olas, y se ahogaron;

su vida se apagó como mecha humeante.

18 »Pero olvida todo eso;

no es nada comparado con lo que voy a hacer.

19 Pues estoy a punto de hacer algo nuevo.

¡Mira, ya he comenzado! ¿No lo ves?

Haré un camino a través del desierto;

crearé ríos en la tierra árida y baldía.

20 Los animales salvajes de los campos me darán las gracias,

y también los chacales y los búhos,

por darles agua en el desierto.

Sí, haré ríos en la tierra árida y baldía,

para que mi pueblo escogido pueda refrescarse.

21 Yo hice a Israel para mí mismo,

y algún día me honrará delante del mundo entero.

22 »Sin embargo, querida familia de Jacob, tú te niegas a pedirme ayuda.

¡Oh Israel, te has cansado de mí!

23 No me has traído ovejas ni cabras para ofrendas quemadas.

No me has honrado con sacrificios,

aun cuando no te he agobiado ni fatigado

con exigencias de ofrendas de granos y de incienso.

24 No me has traído el cálamo aromático,

ni me has agradado con la grasa de los sacrificios.

En cambio, me has agobiado con tus pecados

y me has cansado con tus faltas.

25 »Yo, sí, yo solo, borraré tus pecados por amor a mí mismo

y nunca volveré a pensar en ellos.

26 Revisemos juntos la situación,

y presenta tu defensa para demostrar tu inocencia.

27 Desde el principio, tu primer antepasado pecó contra mí;

todos tus líderes quebrantaron mis leyes.

28 Por eso yo he avergonzado a tus sacerdotes;

he decretado la destrucción totalde Jacob

y la vergüenza para Israel.

Isaías 44

1 »Ahora, escúchame, Jacob, mi siervo,

Israel, mi elegido.

2 ElSeñorque te hizo y que te ayuda, dice:

“No tengas miedo, oh Jacob, siervo mío,

mi amado Israel,mi elegido.

3 Pues derramaré agua para calmar tu sed

y para regar tus campos resecos;

derramaré mi Espíritu sobre tus descendientes,

y mi bendición sobre tus hijos.

4 Prosperarán como la hierba bien regada,

como sauces en la ribera de un río.

5 Algunos dirán con orgullo: ‘Yo le pertenezco alSeñor’;

otros dirán: ‘Soy descendiente de Jacob’.

Algunos escribirán el nombre delSeñoren sus manos

y tomarán para sí el nombre de Israel”».

Necedad de los ídolos

6 Esto dice elSeñor, el Rey y Redentor de Israel, elSeñorde los Ejércitos Celestiales:

«Yo soy el Primero y el Último;

no hay otro Dios.

7 ¿Quién es como yo?

Que se presente y les demuestre su poder;

que haga lo que yo he hecho desde tiempos antiguos

cuando establecí a un pueblo y expliqué su futuro.

8 No tiemblen; no tengan miedo.

¿Acaso no proclamé mis propósitos para ustedes hace mucho tiempo?

Ustedes son mis testigos, ¿hay algún otro Dios?

¡No! No hay otra Roca, ni una sola».

9 ¡Qué necios son los que fabrican ídolos!

Esos objetos tan apreciados, en realidad no valen nada.

Los que adoran ídolos no saben esto,

así que todos terminan avergonzados.

10 ¿Quién, sino un tonto, se haría su propio dios,

un ídolo que no puede ayudarlo en nada?

11 Los que rinden culto a ídolos caerán en la deshonra

junto con todos esos artesanos, simples humanos,

que se declaran capaces de fabricar un dios.

Tal vez unan sus fuerzas,

pero estarán unidos en el terror y la vergüenza.

12 El herrero se ubica frente a su fragua para hacer una herramienta afilada,

martillándola y dándole forma con todas sus fuerzas.

Su trabajo le da hambre y se siente débil;

le da sed y se siente desmayar.

13 Después el tallador mide un bloque de madera

y sobre él traza un diseño.

Trabaja con el cincel y el cepillo

y lo talla formando una figura humana.

Le da belleza humana

y lo pone en un pequeño santuario.

14 Corta cedros;

escoge cipreses y robles;

planta pinos en el bosque

para que la lluvia los alimente.

15 Luego usa parte de la madera para hacer fuego

y con esto se calienta y hornea su pan.

Después, aunque parezca increíble, toma lo que queda

y se hace un dios para rendirle culto;

hace un ídolo

y se inclina ante él.

16 Quema parte del árbol para asar la carne

y para darse calor.

Dice: «Ah, ¡qué bien se siente uno con este fuego!».

17 Luego toma lo que queda

y hace su dios: ¡un ídolo tallado!

Cae de rodillas ante el ídolo,

le rinde culto y le reza.

«¡Rescátame! —le dice—.

¡Tú eres mi dios!».

18 ¡Cuánta estupidez y cuánta ignorancia!

Tienen los ojos cerrados y no pueden ver;

tienen la mente cerrada y no pueden pensar.

19 La persona que hizo el ídolo nunca se detiene a reflexionar:

«¡Vaya, es solo un pedazo de madera!

Quemé la mitad para tener calor

y la usé para cocer el pan y asar la carne.

¿Cómo es posible que lo que queda sea un dios?

¿Acaso debo inclinarme a rendir culto a un pedazo de madera?».

20 El pobre iluso se alimenta de cenizas;

confía en algo que no puede ayudarlo en absoluto.

Sin embargo, no es capaz de preguntarse:

«Este ídolo que tengo en la mano, ¿no será una mentira?».

Restauración de Jerusalén

21 «Presta atención, oh Jacob,

porque tú eres mi siervo, oh Israel.

Yo, elSeñor, te hice

y no te olvidaré.

22 He disipado tus pecados como una nube

y tus ofensas como la niebla de la mañana.

Vuelve a mí,

porque yo pagué el precio para ponerte en libertad».

23 Canten, oh cielos, porque elSeñorha hecho algo tan maravilloso.

¡Griten de júbilo, oh profundidades de la tierra!

¡Pónganse a cantar

oh montes, bosques y todos los árboles!

Pues elSeñorha redimido a Jacob

y es glorificado en Israel.

24 Esto dice elSeñor,

tu Redentor y Creador:

«Yo soy elSeñor, que hizo todas las cosas;

yo solo extendí los cielos.

¿Quién estaba conmigo

cuando hice la tierra?

25 Expongo a los falsos profetas como mentirosos

y dejo en ridículo a los adivinos;

hago que los sabios den malos consejos,

y así demuestro que son unos necios.

26 Sin embargo, yo sí cumplo las predicciones de mis profetas.

Por medio de ellos le digo a Jerusalén: “Este lugar volverá a ser habitado”,

y a las ciudades de Judá: “Ustedes serán reconstruidas;

yo restauraré todas sus ruinas”.

27 Cuando hable a los ríos y les diga: “¡Séquense!”,

se secarán.

28 Cuando diga de Ciro: “Él es mi pastor”,

sin falta él hará lo que yo digo.

Él ordenará: “Reconstruyan Jerusalén”;

y dirá: “Restauren el templo”».

Isaías 45

Ciro, el escogido del Señor

1 Esto le dice elSeñora Ciro, su ungido,

cuya mano derecha llenará de poder.

Ante él, los reyes poderosos quedarán paralizados de miedo;

se abrirán las puertas de sus fortalezas

y nunca volverán a cerrarse.

2 Esto dice elSeñor:

«Iré delante de ti, Ciro,

y allanaré los montes;

echaré abajo las puertas de bronce

y cortaré las barras de hierro.

3 Te daré tesoros escondidos en la oscuridad,

riquezas secretas.

Lo haré para que sepas que yo soy elSeñor,

Dios de Israel, el que te llama por tu nombre.

4 »¿Por qué te he llamado para esta tarea?

¿Por qué te llamé por tu nombre, cuando no me conocías?

Es por amor a mi siervo Jacob,

Israel, mi escogido.

5 Yo soy elSeñor;

no hay otro Dios.

Te he preparado para la batalla,

aunque tú ni siquiera me conoces,

6 para que el mundo entero, desde el oriente hasta el occidente,

sepa que no hay otro Dios.

Yo soy elSeñor, y no hay otro.

7 Yo formo la luz y creo las tinieblas,

yo envío los buenos tiempos y los malos;

yo, elSeñor, soy el que hace estas cosas.

8 »Ábranse, oh cielos,

y derramen su justicia.

Que la tierra se abra de par en par,

para que broten juntas la salvación y la justicia.

Yo, elSeñor, las he creado.

9 »¡Qué aflicción espera a los que discuten con su Creador!

¿Acaso discute la olla de barro con su hacedor?

¿Reprocha el barro al que le da forma diciéndole:

“¡Detente, lo estás haciendo mal!”?

¿Exclama la olla:

“¡Qué torpe eres!”?

10 ¡Qué terrible sería si un recién nacido le dijera a su padre:

“¿Por qué nací?”

o le dijera a su madre:

“¿Por qué me hiciste así?”!».

11 Esto dice elSeñor,

el Santo de Israel, tu Creador:

«¿Pones en tela de juicio lo que hago por mis hijos?

¿Acaso me das órdenes acerca de la obra de mis manos?

12 Yo soy el que hizo la tierra

y creó a la gente para que viviera en ella.

Con mis manos extendí los cielos;

todas las estrellas están a mis órdenes.

13 Levantaré a Ciro para que cumpla mi propósito justo,

y guiaré sus acciones.

Él restaurará mi ciudad y pondrá en libertad a mi pueblo cautivo,

¡sin buscar recompensa!

¡Yo, elSeñorde los Ejércitos Celestiales, he hablado!».

Futura conversión de los gentiles

14 Esto dice elSeñor:

«Gobernarás a los egipcios,

a los etíopesy a los sabeos.

Ellos acudirán a ti con toda su mercancía,

y toda ella te pertenecerá.

Te seguirán como prisioneros encadenados

y caerán de rodillas ante ti y dirán:

“Dios está contigo y él es el único Dios,

no hay otro”».

15 Verdaderamente, oh Dios de Israel, Salvador nuestro,

tú obras de manera misteriosa.

16 Los artesanos que hacen ídolos serán humillados;

todos serán avergonzados.

17 Pero elSeñorsalvará al pueblo de Israel

con salvación eterna;

por los siglos de los siglos,

nunca más será humillado ni avergonzado.

18 Pues elSeñores Dios;

él creó los cielos y la tierra

y puso todas las cosas en su lugar.

Él hizo el mundo para ser habitado,

no para que fuera un lugar vacío y de caos.

«Yo soy elSeñor—afirma—,

y no hay otro.

19 Yo proclamo firmes promesas en público;

no susurro cosas oscuras en algún rincón escondido.

No le habría dicho al pueblo de Israelque me buscara

si no fuera posible encontrarme.

Yo, elSeñor, solo digo la verdad,

y solo declaro lo correcto.

20 »Reúnanse y vengan,

fugitivos de las naciones vecinas.

¡Qué necios son los que llevan consigo sus ídolos de madera

y dirigen sus oraciones a dioses que no pueden salvarlos!

21 Consulten entre ustedes, defiendan su causa;

reúnanse y resuelvan qué decir.

¿Quién dio a conocer estas cosas desde hace mucho?

¿Cuál de los ídolos alguna vez les dijo que iban a suceder?

¿Acaso no fui yo, elSeñor?

Pues no hay otro Dios aparte de mí,

un Dios justo y Salvador;

fuera de mí no hay otro.

22 ¡Que todo el mundo me busque para la salvación!,

porque yo soy Dios; no hay otro.

23 He jurado por mi propio nombre;

he dicho la verdad

y no faltaré a mi palabra:

toda rodilla se doblará ante mí,

y toda lengua me declarará su lealtad».

24 La gente declarará:

«ElSeñores la fuente de mi justicia y de mi fortaleza».

Y todos los que estaban enojados con él,

se le acercarán y quedarán avergonzados.

25 En elSeñor, todas las generaciones de Israel serán justificadas,

y en él se enorgullecerán.

Isaías 46

Los falsos dioses de Babilonia

1 Bel y Nebo, los dioses de Babilonia,

se inclinan cuando los bajan al suelo.

Se los llevan en carretas tiradas por bueyes.

Los pobres animales se tambalean por el peso.

2 Tanto los ídolos como sus dueños se doblegan.

Los dioses no pueden proteger a la gente,

y la gente no puede proteger a los dioses;

juntos van al cautiverio.

3 «Escúchenme, descendientes de Jacob,

todos los que permanecen en Israel.

Los he protegido desde que nacieron;

así es, los he cuidado desde antes de nacer.

4 Yo seré su Dios durante toda su vida;

hasta que tengan canas por la edad.

Yo los hice y cuidaré de ustedes;

yo los sostendré y los salvaré.

5 »¿Con quién me compararán?

¿Quién es igual que yo?

6 Hay quienes derrochan su plata y su oro

y contratan a un artesano para que de estos les haga un dios.

Luego, ¡se inclinan y le rinden culto!

7 Lo llevan sobre los hombros

y cuando lo bajan, allí se queda.

¡Ni siquiera se puede mover!

Cuando alguien le dirige una oración, no obtiene respuesta;

no puede rescatar a nadie de sus dificultades.

8 »¡No olviden esto! ¡Ténganlo presente!

Recuérdenlo, ustedes los culpables.

9 Recuerden las cosas que hice en el pasado.

¡Pues solo yo soy Dios!

Yo soy Dios, y no hay otro como yo.

10 Solo yo puedo predecir el futuro

antes que suceda.

Todos mis planes se cumplirán

porque yo hago todo lo que deseo.

11 Llamaré a una veloz ave de rapiña desde el oriente,

a un líder de tierras lejanas, para que venga y haga lo que le ordeno.

He dicho lo que haría,

y lo cumpliré.

12 »Escúchame, pueblo terco,

que estás tan lejos de actuar con justicia.

13 Pues estoy listo para rectificar todo,

no en un futuro lejano, ¡sino ahora mismo!

Estoy listo para salvar a Jerusalén

y mostrarle mi gloria a Israel.