Hebreos 8

Cristo es nuestro Sumo Sacerdote

1 El punto principal es el siguiente: tenemos un Sumo Sacerdote quien se sentó en el lugar de honor, a la derecha del trono del Dios majestuoso en el cielo.

2 Allí sirve como ministro en el tabernáculodel cielo, el verdadero lugar de adoración construido por el Señor y no por manos humanas.

3 Ya que es deber de todo sumo sacerdote presentar ofrendas y sacrificios, nuestro Sumo Sacerdote también tiene que presentar una ofrenda.

4 Si estuviera aquí en la tierra, ni siquiera sería sacerdote, porque ya hay sacerdotes que presentan las ofrendas que exige la ley.

5 Ellos sirven dentro de un sistema de adoración que es solo una copia, una sombra del verdadero, que está en el cielo. Pues cuando Moisés estaba por construir el tabernáculo, Dios le advirtió lo siguiente: «Asegúrate de hacer todo según el modelo que te mostré aquí en la montaña».

6 Pero ahora a Jesús, nuestro Sumo Sacerdote, se le ha dado un ministerio que es muy superior al sacerdocio antiguo porque él es mediador a nuestro favor de un mejor pacto con Dios basado en promesas mejores.

7 Si el primer pacto no hubiera tenido defectos, no habría sido necesario reemplazarlo con un segundo pacto.

8 Pero cuando Dios encontró defectos en el pueblo, dijo:

«Se acerca el día, dice elSeñor,

en que haré un nuevo pacto

con el pueblo de Israel y de Judá.

9 Este pacto no será como el que

hice con sus antepasados

cuando los tomé de la mano

y los saqué de la tierra de Egipto.

Ellos no permanecieron fieles a mi pacto,

por eso les di la espalda, dice elSeñor.

10 Pero este es el nuevo pacto que haré

con el pueblo de Israel en ese día,dice elSeñor:

Pondré mis leyes en su mente

y las escribiré en su corazón.

Yo seré su Dios,

y ellos serán mi pueblo.

11 Y no habrá necesidad de enseñar a sus vecinos

ni habrá necesidad de enseñar a sus parientes,

diciendo: “Deberías conocer alSeñor”.

Pues todos ya me conocerán,

desde el más pequeño hasta el más grande.

12 Perdonaré sus maldades

y nunca más me acordaré de sus pecados».

13 Cuando Dios habla de un «nuevo» pacto, quiere decir que ha hecho obsoleto al primero, el cual ha caducado y pronto desaparecerá.

Hebreos 9

Reglas antiguas sobre la adoración

1 Ese primer pacto entre Dios e Israel incluía ordenanzas para la adoración y un lugar de culto aquí, en la tierra.

2 Ese tabernáculoestaba formado por dos salas. En la primera sala había un candelabro, una mesa y los panes consagrados sobre ella. Esta sala se llamaba Lugar Santo.

3 Luego había una cortina detrás de la cual se encontraba la segunda sala,llamada Lugar Santísimo.

4 En esa sala había un altar de oro para el incienso y un cofre de madera conocido como el arca del pacto, el cual estaba totalmente cubierto de oro. Dentro del arca había un recipiente de oro que contenía el maná, la vara de Aarón a la que le habían salido hojas y las tablas del pacto que eran de piedra.

5 Por encima del arca estaban los querubines de la gloria divina, cuyas alas se extendían sobre la tapa del arca, es decir, el lugar de la expiación; pero ahora no podemos explicar estas cosas en detalle.

6 Cuando estos elementos estaban en su lugar, los sacerdotes entraban con regularidad en la primera sala,durante el cumplimiento de sus deberes religiosos.

7 Pero solo el sumo sacerdote entraba en el Lugar Santísimo y lo hacía una sola vez al año; y siempre ofrecía sangre por sus propios pecados y por los pecados que el pueblo cometía por ignorancia.

8 Mediante esas ordenanzas, el Espíritu Santo daba a entender que la entrada al Lugar Santísimo no estaba abierta a todos en tanto siguiera en pie el tabernáculoy el sistema que representaba.

9 Esta es una ilustración que apunta al tiempo presente. Pues las ofrendas y los sacrificios que ofrecen los sacerdotes no pueden limpiar la conciencia de las personas que los traen.

10 Pues ese sistema antiguo solo consiste en alimentos, bebidas y diversas ceremonias de purificación, es decir, ordenanzas externasque permanecieron vigentes solo hasta que se estableció un sistema mejor.

Cristo es el sacrificio perfecto

11 Entonces Cristo ahora ha llegado a ser el Sumo Sacerdote por sobre todas las cosas buenas que han venido.Él entró en ese tabernáculo superior y más perfecto que está en el cielo, el cual no fue hecho por manos humanas ni forma parte del mundo creado.

12 Con su propia sangre —no con la sangre de cabras ni de becerros— entró en el Lugar Santísimo una sola vez y para siempre, y aseguró nuestra redención eterna.

13 Bajo el sistema antiguo, la sangre de cabras y toros y las cenizas de una novilla podían limpiar el cuerpo de las personas que estaban ceremonialmente impuras.

14 Imagínense cuánto más la sangre de Cristo nos purificará la conciencia de acciones pecaminosaspara que adoremos al Dios viviente. Pues por el poder del Espíritu eterno, Cristo se ofreció a sí mismo a Dios como sacrificio perfecto por nuestros pecados.

15 Por eso él es el mediador de un nuevo pacto entre Dios y la gente, para que todos los que son llamados puedan recibir la herencia eterna que Dios les ha prometido. Pues Cristo murió para librarlos del castigo por los pecados que habían cometido bajo ese primer pacto.

16 Ahora bien, cuando alguien deja un testamento,es necesario comprobar que la persona que lo hizo ha muerto.

17 El testamento solo entra en vigencia después de la muerte de la persona. Mientras viva el que lo hizo, el testamento no puede entrar en vigencia.

18 Por eso, aun el primer pacto fue puesto en vigencia con la sangre de un animal.

19 Pues después de que Moisés había leído cada uno de los mandamientos de Dios a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y las cabrasjunto con agua, y roció tanto el libro de la ley de Dios como a todo el pueblo con ramas de hisopo y lana de color escarlata.

20 Entonces dijo: «Esta sangre confirma el pacto que Dios ha hecho con ustedes».

21 De la misma manera roció con la sangre el tabernáculo y todo lo que se usaba para adorar a Dios.

22 De hecho, según la ley de Moisés, casi todo se purificaba con sangre porque sin derramamiento de sangre no hay perdón.

23 Por esa razón, el tabernáculo y todo lo que en él había —que eran copias de las cosas del cielo— debían ser purificados mediante la sangre de animales; pero las cosas verdaderas del cielo debían ser purificadas mediante sacrificios superiores a la sangre de animales.

24 Pues Cristo no entró en un lugar santo hecho por manos humanas, que era solo una copia del verdadero, que está en el cielo. Él entró en el cielo mismo para presentarse ahora delante de Dios a favor de nosotros;

25 y no entró en el cielo para ofrecerse a sí mismo una y otra vez, como lo hace el sumo sacerdote aquí en la tierra, que entra en el Lugar Santísimo año tras año con la sangre de un animal.

26 Si eso hubiera sido necesario, Cristo tendría que haber sufrido la muerte una y otra vez, desde el principio del mundo; pero ahora, en el fin de los tiempos,Cristo se presentó una sola vez y para siempre para quitar el pecado mediante su propia muerte en sacrificio.

27 Y así como cada persona está destinada a morir una sola vez y después vendrá el juicio,

28 así también Cristo fue ofrecido una sola vez y para siempre, a fin de quitar los pecados de muchas personas. Cristo vendrá otra vez, no para ocuparse de nuestros pecados, sino para traer salvación a todos los que esperan con anhelo su venida.

Hebreos 10

El sacrificio de Cristo, una vez y para siempre

1 El sistema antiguo bajo la ley de Moisés era solo una sombra —un tenue anticipo de las cosas buenas por venir— no las cosas buenas en sí mismas. Bajo aquel sistema se repetían los sacrificios una y otra vez, año tras año, pero nunca pudieron limpiar por completo a quienes venían a adorar.

2 Si los sacrificios hubieran podido limpiar por completo, entonces habrían dejado de ofrecerlos, porque los adoradores se habrían purificado una sola vez y para siempre, y habrían desaparecido los sentimientos de culpa.

3 Pero en realidad, esos sacrificios les recordaban sus pecados año tras año.

4 Pues no es posible que la sangre de los toros y las cabras quite los pecados.

5 Por eso, cuando Cristovino al mundo, le dijo a Dios:

«No quisiste sacrificios de animales ni ofrendas por el pecado.

Pero me has dado un cuerpo para ofrecer.

6 No te agradaron las ofrendas quemadas

ni otras ofrendas por el pecado.

7 Luego dije: “Aquí estoy, oh Dios; he venido a hacer tu voluntad

como está escrito acerca de mí en las Escrituras”».

8 Primero, Cristo dijo: «No quisiste sacrificios de animales, ni ofrendas por el pecado, ni ofrendas quemadas ni otras ofrendas por el pecado; tampoco te agradaron todas esas ofrendas» (aun cuando la ley de Moisés las exige).

9 Luego dijo: «Aquí estoy, he venido a hacer tu voluntad». Él anula el primer pacto para que el segundo entre en vigencia.

10 Pues la voluntad de Dios fue que el sacrificio del cuerpo de Jesucristo nos hiciera santos, una vez y para siempre.

11 Bajo el antiguo pacto, el sacerdote oficia de pie delante del altar día tras día, ofreciendo los mismos sacrificios una y otra vez, los cuales nunca pueden quitar los pecados;

12 pero nuestro Sumo Sacerdote se ofreció a sí mismo a Dios como un solo sacrificio por los pecados, válido para siempre. Luego se sentó en el lugar de honor, a la derecha de Dios.

13 Allí espera hasta que sus enemigos sean humillados y puestos por debajo de sus pies.

14 Pues mediante esa única ofrenda, él perfeccionó para siempre a los que está haciendo santos.

15 Y el Espíritu Santo también da testimonio de que es verdad, pues dice:

16 «Este es el nuevo pacto que haré

con mi pueblo en aquel día,dice elSeñor:

Pondré mis leyes en su corazón

y las escribiré en su mente».

17 Después dice:

«Nunca más me acordaré

de sus pecados y sus transgresiones».

18 Y cuando los pecados han sido perdonados, ya no hace falta ofrecer más sacrificios.

Un llamado a permanecer firmes

19 Así que, amados hermanos, podemos entrar con valentía en el Lugar Santísimo del cielo por causa de la sangre de Jesús.

20 Por su muerte,Jesús abrió un nuevo camino —un camino que da vida— a través de la cortina al Lugar Santísimo.

21 Ya que tenemos un gran Sumo Sacerdote que gobierna la casa de Dios,

22 entremos directamente a la presencia de Dios con corazón sincero y con plena confianza en él. Pues nuestra conciencia culpable ha sido rociada con la sangre de Cristo a fin de purificarnos, y nuestro cuerpo ha sido lavado con agua pura.

23 Mantengámonos firmes sin titubear en la esperanza que afirmamos, porque se puede confiar en que Dios cumplirá su promesa.

24 Pensemos en maneras de motivarnos unos a otros a realizar actos de amor y buenas acciones.

25 Y no dejemos de congregarnos, como lo hacen algunos, sino animémonos unos a otros, sobre todo ahora que el día de su regreso se acerca.

26 Queridos amigos, si seguimos pecando a propósito después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda ningún sacrificio que cubra esos pecados.

27 Solo queda la terrible expectativa del juicio de Dios y el fuego violento que consumirá a sus enemigos.

28 Pues todo el que rehusaba obedecer la ley de Moisés era ejecutado sin compasión por el testimonio de dos o tres testigos.

29 Piensen, pues, cuánto mayor será el castigo para quienes han pisoteado al Hijo de Dios y han considerado la sangre del pacto —la cual nos hizo santos— como si fuera algo vulgar e inmundo, y han insultado y despreciado al Espíritu Santo que nos trae la misericordia de Dios.

30 Pues conocemos al que dijo:

«Yo tomaré venganza;

yo les pagaré lo que se merecen».

También dijo:

«ElSeñorjuzgará a su propio pueblo».

31 ¡Es algo aterrador caer en manos del Dios vivo!

32 Acuérdense de los primeros tiempos, cuando recién aprendían acerca de Cristo.Recuerden cómo permanecieron fieles aunque tuvieron que soportar terrible sufrimiento.

33 Algunas veces los ponían en ridículo públicamente y los golpeaban, otras veces ustedes ayudaban a los que pasaban por lo mismo.

34 Sufrieron junto con los que fueron metidos en la cárcel y, cuando a ustedes les quitaron todos sus bienes, lo aceptaron con alegría. Sabían que en el futuro les esperaban cosas mejores, que durarán para siempre.

35 Por lo tanto, no desechen la firme confianza que tienen en el Señor. ¡Tengan presente la gran recompensa que les traerá!

36 Perseverar con paciencia es lo que necesitan ahora para seguir haciendo la voluntad de Dios. Entonces recibirán todo lo que él ha prometido.

37 «Pues, dentro de muy poco tiempo,

Aquel que viene vendrá sin demorarse.

38 Mis justos vivirán por la fe.

Pero no me complaceré con nadie que se aleje».

39 Pero nosotros no somos de los que se apartan de Dios hacia su propia destrucción. Somos los fieles, y nuestras almas serán salvas.

Hebreos 11

Grandes ejemplos de fe

1 La fe demuestra la realidad de lo que esperamos; es la evidencia de las cosas que no podemos ver.

2 Por su fe, la gente de antaño gozó de una buena reputación.

3 Por la fe entendemos que todo el universo fue formado por orden de Dios, de modo que lo que ahora vemos no vino de cosas visibles.

4 Fue por la fe que Abel presentó a Dios una ofrenda más aceptable que la que presentó Caín. La ofrenda de Abel demostró que era un hombre justo, y Dios aprobó sus ofrendas. Aunque Abel murió hace mucho tiempo, todavía nos habla por su ejemplo de fe.

5 Fue por la fe que Enoc ascendió al cielo sin morir; «desapareció, porque Dios se lo llevó». Pues antes de ser llevado, lo conocían como una persona que agradaba a Dios.

6 De hecho, sin fe es imposible agradar a Dios. Todo el que desee acercarse a Dios debe creer que él existe y que él recompensa a los que lo buscan con sinceridad.

7 Fue por la fe que Noé construyó un barco grande para salvar a su familia del diluvio en obediencia a Dios, quien le advirtió de cosas que nunca antes habían sucedido. Por su fe, Noé condenó al resto del mundo y recibió la justicia que viene por la fe.

8 Fue por la fe que Abraham obedeció cuando Dios lo llamó para que dejara su tierra y fuera a otra que él le daría por herencia. Se fue sin saber adónde iba.

9 Incluso cuando llegó a la tierra que Dios le había prometido, vivió allí por fe, pues era como un extranjero que vive en carpas. Lo mismo hicieron Isaac y Jacob, quienes heredaron la misma promesa.

10 Abraham esperaba con confianza una ciudad de cimientos eternos, una ciudad diseñada y construida por Dios.

11 Fue por la fe que hasta Sara pudo tener un hijo, a pesar de ser estéril y demasiado anciana. Ella creyóque Dios cumpliría su promesa.

12 Así que una nación entera provino de este solo hombre, quien estaba casi muerto en cuanto a tener hijos; una nación con tantos habitantes que, como las estrellas de los cielos y la arena de la orilla del mar, es imposible contar.

13 Todas estas personas murieron aún creyendo lo que Dios les había prometido. Y aunque no recibieron lo prometido lo vieron desde lejos y lo aceptaron con gusto. Coincidieron en que eran extranjeros y nómadas aquí en este mundo.

14 Es obvio que quienes se expresan así esperan tener su propio país.

15 Si hubieran añorado el país del que salieron, bien podrían haber regresado.

16 Sin embargo, buscaban un lugar mejor, una patria celestial. Por eso, Dios no se avergüenza de ser llamado el Dios de ellos, pues les ha preparado una ciudad.

17 Fue por la fe que Abraham ofreció a Isaac en sacrificio cuando Dios lo puso a prueba. Abraham, quien había recibido las promesas de Dios, estuvo dispuesto a sacrificar a su único hijo, Isaac,

18 aun cuando Dios le había dicho: «Isaac es el hijo mediante el cual procederán tus descendientes».

19 Abraham llegó a la conclusión de que si Isaac moría, Dios tenía el poder para volverlo a la vida; y en cierto sentido, Abraham recibió de vuelta a su hijo de entre los muertos.

20 Fue por la fe que Isaac prometió a sus hijos, Jacob y Esaú, bendiciones para el futuro.

21 Fue por la fe que Jacob, cuando ya era anciano y estaba por morir, bendijo a cada uno de los hijos de José y se inclinó para adorar, apoyado en su vara.

22 Fue por la fe que José, cuando iba a morir, declaró con confianza que el pueblo de Israel saldría de Egipto. Incluso les mandó que se llevaran sus huesos cuando ellos salieran.

23 Fue por la fe que cuando nació Moisés, sus padres lo escondieron durante tres meses. Vieron que Dios les había dado un hijo fuera de lo común y no tuvieron temor de desobedecer la orden del rey.

24 Fue por la fe que Moisés, cuando ya fue adulto, rehusó llamarse hijo de la hija del faraón.

25 Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar de los placeres momentáneos del pecado.

26 Consideró que era mejor sufrir por causa de Cristo que poseer los tesoros de Egipto, pues tenía la mirada puesta en la gran recompensa que recibiría.

27 Fue por la fe que Moisés salió de la tierra de Egipto sin temer el enojo del rey. Siguió firme en su camino porque tenía los ojos puestos en el Invisible.

28 Fue por la fe que Moisés ordenó que el pueblo de Israel celebrara la Pascua y rociara con sangre los marcos de las puertas para que el ángel de la muerte no matara a ninguno de sus primeros hijos varones.

29 Fue por la fe que el pueblo de Israel atravesó el mar Rojo como si estuviera pisando tierra seca, pero cuando los egipcios intentaron seguirlos, murieron todos ahogados.

30 Fue por la fe que el pueblo de Israel marchó alrededor de Jericó durante siete días, y las murallas se derrumbaron.

31 Fue por la fe que Rahab, la prostituta, no fue destruida junto con los habitantes de su ciudad que se negaron a obedecer a Dios. Pues ella había recibido en paz a los espías.

32 ¿Cuánto más les tengo que decir? Se necesitaría demasiado tiempo para contarles acerca de la fe de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y todos los profetas.

33 Por la fe esas personas conquistaron reinos, gobernaron con justicia y recibieron lo que Dios les había prometido. Cerraron bocas de leones,

34 apagaron llamas de fuego y escaparon de morir a filo de espada. Su debilidad se convirtió en fortaleza. Llegaron a ser poderosos en batalla e hicieron huir a ejércitos enteros.

35 Hubo mujeres que recibieron otra vez con vida a sus seres queridos que habían muerto.

Sin embargo, otros fueron torturados, porque rechazaron negar a Dios a cambio de la libertad. Ellos pusieron su esperanza en una vida mejor que viene después de la resurrección.

36 Algunos fueron ridiculizados y sus espaldas fueron laceradas con látigos; otros fueron encadenados en prisiones.

37 Algunos murieron apedreados, a otros los cortaron por la mitad con una sierray a otros los mataron a espada. Algunos anduvieron vestidos con pieles de ovejas y cabras, desposeídos y oprimidos y maltratados.

38 Este mundo no era digno de ellos. Vagaron por desiertos y montañas, se escondieron en cuevas y hoyos de la tierra.

39 Debido a su fe, todas esas personas gozaron de una buena reputación, aunque ninguno recibió todo lo que Dios le había prometido.

40 Pues Dios tenía preparado algo mejor para nosotros, de modo que ellos no llegaran a la perfección sin nosotros.

Hebreos 12

La disciplina de Dios demuestra su amor

1 Por lo tanto, ya que estamos rodeados por una enorme multitud de testigos de la vida de fe, quitémonos todo peso que nos impida correr, especialmente el pecado que tan fácilmente nos hace tropezar. Y corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto por delante.

2 Esto lo hacemos al fijar la mirada en Jesús, el campeón que inicia y perfecciona nuestra fe.Debido al gozoque le esperaba, Jesús soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que esta representaba. Ahora está sentado en el lugar de honor, junto al trono de Dios.

3 Piensen en toda la hostilidad que soportó por parte de pecadores,así no se cansarán ni se darán por vencidos.

4 Después de todo, ustedes aún no han dado su vida en la lucha contra el pecado.

5 ¿Acaso olvidaron las palabras de aliento con que Dios les habló a ustedes como a hijos? Él dijo:

«Hijo mío, no tomes a la ligera la disciplina delSeñor

y no te des por vencido cuando te corrige.

6 Pues elSeñordisciplina a los que ama

y castiga a todo el que recibe como hijo».

7 Al soportar esta disciplina divina, recuerden que Dios los trata como a sus propios hijos. ¿Acaso alguien oyó hablar de un hijo que nunca fue disciplinado por su padre?

8 Si Dios no los disciplina a ustedes como lo hace con todos sus hijos, quiere decir que ustedes no son verdaderamente sus hijos, sino ilegítimos.

9 Ya que respetábamos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, entonces, ¿acaso no deberíamos someternos aún más a la disciplina del Padre de nuestro espíritu, y así vivir para siempre?

10 Pues nuestros padres terrenales nos disciplinaron durante algunos años e hicieron lo mejor que pudieron, pero la disciplina de Dios siempre es buena para nosotros, a fin de que participemos de su santidad.

11 Ninguna disciplina resulta agradable a la hora de recibirla. Al contrario, ¡es dolorosa! Pero después, produce la apacible cosecha de una vida recta para los que han sido entrenados por ella.

12 Por lo tanto, renueven las fuerzas de sus manos cansadas y fortalezcan sus rodillas debilitadas.

13 Tracen un camino recto para sus pies, a fin de que los débiles y los cojos no caigan, sino que se fortalezcan.

Un llamado a escuchar a Dios

14 Esfuércense por vivir en paz con todos y procuren llevar una vida santa, porque los que no son santos no verán al Señor.

15 Cuídense unos a otros, para que ninguno de ustedes deje de recibir la gracia de Dios. Tengan cuidado de que no brote ninguna raíz venenosa de amargura, la cual los trastorne a ustedes y envenene a muchos.

16 Asegúrense de que ninguno sea inmoral ni profano como Esaú, que cambió sus derechos de primer hijo varón por un simple plato de comida.

17 Ustedes saben que después, cuando quiso recibir la bendición de su padre, fue rechazado. Ya era demasiado tarde para arrepentirse, a pesar de que suplicó con lágrimas amargas.

18 Ustedes no se han acercado a una montañaque se pueda tocar, a un lugar que arde en llamas, un lugar de oscuridad y tinieblas, rodeado por un torbellino, como les sucedió a los israelitas cuando llegaron al monte Sinaí.

19 Ellos oyeron un imponente toque de trompeta y una voz tan temible que le suplicaron a Dios que dejara de hablar.

20 Retrocedieron tambaleándose bajo el mandato de Dios: «Si tan solo un animal toca la montaña, deberá morir apedreado».

21 Incluso Moisés se asustó tanto de lo que vio que dijo: «Estoy temblando de miedo».

22 En cambio, ustedes han llegado al monte Sión, a la ciudad del Dios viviente, a la Jerusalén celestial, y a incontables miles de ángeles que se han reunido llenos de gozo.

23 Ustedes han llegado a la congregación de los primogénitos de Dios, cuyos nombres están escritos en el cielo. Ustedes han llegado a Dios mismo, quien es el juez sobre todas las cosas. Ustedes han llegado a los espíritus de los justos, que están en el cielo y que ya han sido perfeccionados.

24 Ustedes han llegado a Jesús, el mediador del nuevo pacto entre Dios y la gente, y también a la sangre rociada, que habla de perdón en lugar de clamar por venganza como la sangre de Abel.

25 Tengan cuidado de no negarse a escuchar a Aquel que habla. Pues, si el pueblo de Israel no escapó cuando se negó a escuchar a Moisés, el mensajero terrenal, ¡ciertamente nosotros tampoco escaparemos si rechazamos a Aquel que nos habla desde el cielo!

26 Cuando Dios habló desde el monte Sinaí, su voz hizo temblar la tierra, pero ahora él hace otra promesa: «Una vez más, haré temblar no solo la tierra, sino también los cielos».

27 Eso significa que toda la creación será agitada y removida, para que solo permanezcan las cosas inconmovibles.

28 Ya que estamos recibiendo un reino inconmovible, seamos agradecidos y agrademos a Dios adorándolo con santo temor y reverencia,

29 porque nuestro Dios es un fuego que todo lo consume.

Hebreos 13

Palabras finales

1 Sigan amándose unos a otros como hermanos.

2 No se olviden de brindar hospitalidad a los desconocidos, porque algunos que lo han hecho, ¡han hospedado ángeles sin darse cuenta!

3 Acuérdense de aquellos que están en prisión, como si ustedes mismos estuvieran allí. Acuérdense también de los que son maltratados, como si ustedes mismos sintieran en carne propia el dolor de ellos.

4 Honren el matrimonio, y los casados manténganse fieles el uno al otro. Con toda seguridad, Dios juzgará a los que cometen inmoralidades sexuales y a los que cometen adulterio.

5 No amen el dinero; estén contentos con lo que tienen, pues Dios ha dicho:

«Nunca te fallaré.

Jamás te abandonaré».

6 Así que podemos decir con toda confianza:

«ElSeñores quien me ayuda,

por tanto, no temeré.

¿Qué me puede hacer un simple mortal?».

7 Acuérdense de los líderes que les enseñaron la palabra de Dios. Piensen en todo lo bueno que haya resultado de su vida y sigan el ejemplo de su fe.

8 Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre.

9 Así que no se dejen cautivar por ideas nuevas y extrañas. Su fortaleza espiritual proviene de la gracia de Dios y no depende de reglas sobre los alimentos, que de nada sirven a quienes las siguen.

10 Tenemos un altar del cual los sacerdotes del tabernáculono tienen derecho a comer.

11 Bajo el sistema antiguo, el sumo sacerdote llevaba la sangre de los animales al Lugar Santo como sacrificio por el pecado, y los cuerpos de esos animales se quemaban fuera del campamento.

12 De igual manera, Jesús sufrió y murió fuera de las puertas de la ciudad para hacer santo a su pueblo mediante su propia sangre.

13 Entonces salgamos al encuentro de Jesús, fuera del campamento, y llevemos la deshonra que él llevó.

14 Pues este mundo no es nuestro hogar permanente; esperamos el hogar futuro.

15 Por lo tanto, por medio de Jesús, ofrezcamos un sacrificio continuo de alabanza a Dios, mediante el cual proclamamos nuestra lealtad a su nombre.

16 Y no se olviden de hacer el bien ni de compartir lo que tienen con quienes pasan necesidad. Estos son los sacrificios que le agradan a Dios.

17 Obedezcan a sus líderes espirituales y hagan lo que ellos dicen. Su tarea es cuidar el alma de ustedes y tienen que rendir cuentas a Dios. Denles motivos para que la hagan con alegría y no con dolor. Esto último ciertamente no los beneficiará a ustedes.

18 Oren por nosotros, pues tenemos la conciencia limpia y deseamos comportarnos con integridad en todo lo que hacemos.

19 Y oren especialmente para que pueda regresar a verlos pronto.

20 Y ahora, que el Dios de paz

—quien levantó de entre los muertos a nuestro Señor Jesús,

el gran Pastor de las ovejas,

y que ratificó un pacto eterno con su sangre—

21 los capacite con todo lo que necesiten

para hacer su voluntad.

Que él produzca en ustedes,

mediante el poder de Jesucristo,

todo lo bueno que a él le agrada.

¡A él sea toda la gloria por siempre y para siempre! Amén.

22 Les ruego, amados hermanos, que hagan caso a lo que les escribí en esta breve exhortación.

23 Quiero que sepan que nuestro hermano Timoteo ya salió de la cárcel. Si llega pronto, lo llevaré conmigo cuando vaya a verlos.

24 Saluden a todos los líderes y a todos los creyentes que están allí.Los creyentes de Italia les envían sus saludos.

25 Que la gracia de Dios sea con todos ustedes.

Filemón 1

Saludos de Pablo

1 Yo, Pablo, prisionero por predicar la Buena Noticia acerca de Cristo Jesús, junto con nuestro hermano Timoteo, les escribo esta carta a Filemón, nuestro amado colaborador,

2 a nuestra hermana Apia, a Arquipo, nuestro compañero en la lucha, y a la iglesia que se reúne en tu casa.

3 Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les den gracia y paz.

Agradecimiento y oración de Pablo

4 Filemón, siempre le doy gracias a mi Dios cuando oro por ti

5 porque sigo oyendo de tu fe en el Señor Jesús y de tu amor por todo el pueblo de Dios.

6 Pido a Dios que pongas en práctica la generosidad que proviene de tu fe a medida que comprendes y vives todo lo bueno que tenemos en Cristo.

7 Hermano, tu amor me ha dado mucha alegría y consuelo, porque muchas veces tu bondad reanimó el corazón del pueblo de Dios.

Súplica de Pablo por Onésimo

8 Por esta razón me atrevo a pedirte un favor. Podría exigírtelo en el nombre de Cristo, porque es correcto que lo hagas;

9 pero por amor, prefiero simplemente pedirte el favor. Toma esto como una petición mía, de Pablo, un hombre viejo y ahora también preso por la causa de Cristo Jesús.

10 Te suplico que le muestres bondad a mi hijo Onésimo. Me convertí en su padre en la fe mientras yo estaba aquí, en la cárcel.

11 Onésimono fue de mucha ayuda para ti en el pasado, pero ahora nos es muy útil a los dos.

12 Te lo envío de vuelta, y con él va mi propio corazón.

13 Quería retenerlo aquí conmigo mientras estoy en cadenas por predicar la Buena Noticia, y él me hubiera ayudado de tu parte;

14 pero no quise hacer nada sin tu consentimiento. Preferí que ayudaras de buena gana y no por obligación.

15 Parece que perdiste a Onésimo por un corto tiempo para que ahora pudieras tenerlo de regreso para siempre.

16 Él ya no es como un esclavo para ti. Es más que un esclavo, es un hermano amado, especialmente para mí. Ahora será de más valor para ti, como persona y como hermano en el Señor.

17 Así que, si me consideras tu compañero, recíbelo a él como me recibirías a mí.

18 Si te perjudicó de alguna manera o te debe algo, cóbramelo a mí.

19 Yo,Pablo, escribo esto con mi propia mano: «Yo te lo pagaré». ¡Yno mencionaré que tú me debes tu propia alma!

20 Sí, mi hermano, te ruego que me hagas este favorpor amor al Señor. Dame ese ánimo en Cristo.

21 Mientras escribo esta carta estoy seguro de que harás lo que te pido, ¡y aún más!

22 Otra cosa: por favor, prepárame un cuarto de huéspedes, porque espero que Dios responda a las oraciones de ustedes y que me permita volver a visitarlos pronto.

Saludos finales de Pablo

23 Epafras, mi compañero de prisión en Cristo Jesús, les manda saludos.

24 También los saludan Marcos, Aristarco, Demas y Lucas, mis colaboradores.

25 Que la gracia del Señor Jesucristo sea con el espíritu de cada uno de ustedes.

Tito 1

Saludos de Pablo

1 Yo, Pablo, esclavo de Dios y apóstol de Jesucristo, escribo esta carta. Fui enviado para proclamar fe alos que Dios ha elegido y para enseñarles a conocer la verdad que les muestra cómo vivir una vida dedicada a Dios.

2 Esta verdad les da la confianza de que tienen la vida eterna, la cual Dios —quien no miente— les prometió antes de que comenzara el mundo.

3 Y ahora, en el momento preciso, él dio a conocer este mensaje, que nosotros anunciamos a todos. Es por mandato de Dios nuestro Salvador que se me ha confiado esta tarea para él.

4 Le escribo a Tito, mi verdadero hijo en la fe que compartimos.

Que Dios Padre y Cristo Jesús nuestro Salvador te den gracia y paz.

Tarea de Tito en Creta

5 Te dejé en la isla de Creta para que pudieras terminar nuestro trabajo ahí y nombrar ancianos en cada ciudad, tal como te lo indiqué.

6 El anciano debe llevar una vida intachable. Tiene que serle fiel a su esposa,y sus hijos deben ser creyentes que no tengan una reputación de ser desenfrenados ni rebeldes.

7 Pues un líder de la iglesiaes un administrador de la casa de Dios, y debe vivir de manera intachable. No debe ser arrogante, ni iracundo, ni emborracharse,ni ser violento, ni deshonesto con el dinero.

8 Al contrario, debe recibir huéspedes en su casa con agrado y amar lo que es bueno. Debe vivir sabiamente y ser justo. Tiene que llevar una vida de devoción y disciplina.

9 Debe tener una fuerte creencia en el mensaje fiel que se le enseñó; entonces podrá animar a otros con la sana enseñanza y demostrar a los que se oponen en qué están equivocados.

10 Pues hay muchos rebeldes que participan en conversaciones inútiles y engañan a otros. Me refiero especialmente a los que insisten en que es necesario circuncidarse para ser salvo.

11 Hay que callarlos, porque, con su falsa enseñanza, alejan a familias enteras de la verdad, y solo lo hacen por dinero.

12 Incluso uno de sus propios hombres, un profeta de Creta, dijo acerca de ellos: «Todos los cretenses son mentirosos, animales crueles y glotones perezosos».

13 Es la verdad. Así que repréndelos con severidad para fortalecerlos en la fe.

14 Tienen que dejar de prestar atención a mitos judíos y a los mandatos de aquellos que se han apartado de la verdad.

15 Todo es puro para los de corazón puro. En cambio, para los corruptos e incrédulos nada es puro, porque tienen la mente y la conciencia corrompidas.

16 Tales personas afirman que conocen a Dios, pero lo niegan con su manera de vivir. Son detestables y desobedientes, no sirven para hacer nada bueno.

Tito 2

Fomenta la enseñanza correcta

1 Tito, en cuanto a ti, fomenta la clase de vida que refleje la sana enseñanza.

2 Enseña a los hombres mayores a ejercitar el control propio, a ser dignos de respeto y a vivir sabiamente. Deben tener una fe sólida y estar llenos de amor y paciencia.

3 De manera similar, enseña a las mujeres mayores a vivir de una manera que honre a Dios. No deben calumniar a nadie ni emborracharse.En cambio, deberían enseñarles a otros lo que es bueno.

4 Esas mujeres mayores tienen que instruir a las más jóvenes a amar a sus esposos y a sus hijos,

5 a vivir sabiamente y a ser puras, a trabajar en su hogar,a hacer el bien y a someterse a sus esposos. Entonces no deshonrarán la palabra de Dios.

6 Del mismo modo, anima a los hombres jóvenes a vivir sabiamente.

7 Y sé tú mismo un ejemplo para ellos al hacer todo tipo de buenas acciones. Que todo lo que hagas refleje la integridad y la seriedad de tu enseñanza.

8 Enseña la verdad, para que no puedan criticar tu enseñanza. Entonces los que se nos oponen quedarán avergonzados y no tendrán nada malo que decir de nosotros.

9 Los esclavos siempre deben obedecer a sus amos y hacer todo lo posible por agradarlos. No deben ser respondones

10 ni robar, sino demostrar que son buenos y absolutamente dignos de confianza. Entonces harán que la enseñanza acerca de Dios nuestro Salvador sea atractiva en todos los sentidos.

11 Pues la gracia de Dios ya ha sido revelada, la cual trae salvación a todas las personas.

12 Y se nos instruye a que nos apartemos de la vida mundana y de los placeres pecaminosos. En este mundo maligno, debemos vivir con sabiduría, justicia y devoción a Dios,

13 mientras anhelamos con esperanza ese día maravilloso en que se revele la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.

14 Él dio su vida para liberarnos de toda clase de pecado, para limpiarnos y para hacernos su pueblo, totalmente comprometidos a hacer buenas acciones.

15 Debes enseñar estas cosas y alentar a los creyentes a que las hagan. Tienes la autoridad para corregirlos cuando sea necesario, así que no permitas que nadie ignore lo que dices.

Tito 3

Hagan lo que es bueno

1 Recuérdales a los creyentes que se sometan al gobierno y a sus funcionarios. Tienen que ser obedientes, siempre dispuestos a hacer lo que es bueno.

2 No deben calumniar a nadie y tienen que evitar pleitos. En cambio, deben ser amables y mostrar verdadera humildad en el trato con todos.

3 En otro tiempo nosotros también éramos necios y desobedientes. Fuimos engañados y nos convertimos en esclavos de toda clase de pasiones y placeres. Nuestra vida estaba llena de maldad y envidia, y nos odiábamos unos a otros.

4 Sin embargo,

Cuando Dios nuestro Salvador dio a conocer su bondad y amor,

5 él nos salvó, no por las acciones justas que nosotros habíamos hecho, sino por su misericordia. Nos lavó, quitando nuestros pecados, y nos dio un nuevo nacimiento y vida nueva por medio del Espíritu Santo.

6 Él derramó su Espíritu sobre nosotros en abundancia por medio de Jesucristo nuestro Salvador.

7 Por su gracia él nos hizo justos a sus ojos y nos dio la seguridad de que vamos a heredar la vida eterna.

8 Esta declaración es digna de confianza, y quiero que insistas en estas enseñanzas, para que todos los que confían en Dios se dediquen a hacer el bien. Estas enseñanzas son buenas y de beneficio para todos.

9 No te metas en discusiones necias sobre listas de linajesespirituales o en riñas y peleas acerca de la obediencia a las leyes judías. Todo esto es inútil y una pérdida de tiempo.

10 Si entre ustedes hay individuos que causan divisiones, dales una primera y una segunda advertencia. Después de eso, no tengas nada más que ver con ellos.

11 Pues personas como esas se han apartado de la verdad y sus propios pecados las condenan.

Comentarios y saludos finales de Pablo

12 Tengo pensado enviarte a Artemas o a Tíquico. Tan pronto como uno de ellos llegue, haz todo lo posible para encontrarte conmigo en Nicópolis, porque he decidido pasar allí el invierno.

13 Haz todo lo que puedas para ayudar al abogado Zenas y a Apolos en su viaje. Asegúrate de que se les dé todo lo que necesiten.

14 Los nuestros tienen que aprender a hacer el bien al satisfacer las necesidades urgentes de otros; entonces no serán personas improductivas.

15 Todos aquí te envían saludos. Por favor, da mis saludos a los creyentes, a todos los que nos aman.

Que la gracia de Dios sea con todos ustedes.