2 Reyes 20

Enfermedad y recuperación de Ezequías

1 Por ese tiempo, Ezequías se enfermó gravemente, y el profeta Isaías, hijo de Amoz, fue a visitarlo. Le dio al rey el siguiente mensaje: «Esto dice elSeñor: “Pon tus asuntos en orden porque vas a morir. No te recuperarás de esta enfermedad”».

2 Cuando Ezequías oyó el mensaje, volvió su rostro hacia la pared y oró alSeñor:

3 «Acuérdate, ohSeñor, que siempre te he sido fiel y te he servido con singular determinación, haciendo siempre lo que te agrada»; y el rey se echó a llorar amargamente.

4 Sin embargo, antes de que Isaías saliera del patio central,recibió este mensaje de parte delSeñor:

5 «Regresa y dile a Ezequías, el líder de mi pueblo: “Esto dice elSeñor, Dios de tu antepasado David: ‘He oído tu oración y he visto tus lágrimas. Voy a sanarte y en tres días te levantarás de la cama e irás al templo delSeñor.

6 Te añadiré quince años más de vida y te rescataré del rey de Asiria junto con esta ciudad. Defenderé esta ciudad por mi propia honra y por amor a mi siervo David’”».

7 Entonces Isaías dijo: «Preparen un ungüento de higos». Así que los sirvientes de Ezequías untaron el ungüento sobre la llaga, ¡y Ezequías se recuperó!

8 Mientras tanto, Ezequías le había preguntado a Isaías:

—¿Qué señal dará elSeñorcomo prueba de que me sanará y en tres días iré al templo delSeñor?

9 Isaías contestó:

—Esta es la señal delSeñorpara demostrar que cumplirá lo que ha prometido: ¿te gustaría que la sombra del reloj solar se adelantara diez gradas o que se atrasara diez gradas?

10 —La sombra siempre se mueve hacia adelante —respondió Ezequías—, así que eso sería fácil. Mejor haz que retroceda diez gradas.

11 Entonces el profeta Isaías le pidió alSeñorque lo hiciera, ¡y elSeñorhizo retroceder diez gradas la sombra del reloj solarde Acaz!

Representantes de Babilonia

12 Poco tiempo después, Merodac-baladán,hijo de Baladán, rey de Babilonia, le envió saludos a Ezequías junto con un regalo, porque se enteró de que Ezequías había estado muy enfermo.

13 Ezequías recibió a los enviados de Babilonia y les mostró todo lo que había en sus casas del tesoro: la plata, el oro, las especias y los aceites aromáticos. También los llevó a conocer su arsenal, ¡y les mostró todo lo que había en sus tesoros reales! No hubo nada, ni en el palacio ni en el reino, que Ezequías no les mostrara.

14 Entonces el profeta Isaías fue a ver al rey Ezequías y le preguntó:

—¿Qué querían esos hombres? ¿De dónde vinieron?

Ezequías contestó:

—Vinieron de la lejana tierra de Babilonia.

15 —¿Qué vieron en tu palacio? —preguntó Isaías.

—Lo vieron todo —contestó Ezequías—. Les mostré todo lo que poseo, todos mis tesoros reales.

16 Entonces Isaías dijo a Ezequías:

—Escucha este mensaje delSeñor:

17 “Se acerca el tiempo cuando todo lo que hay en tu palacio —todos los tesoros que tus antepasados han acumulado hasta ahora— será llevado a Babilonia. No quedará nada, dice elSeñor.

18 Algunos de tus hijos serán llevados al destierro. Los harán eunucos que servirán en el palacio del rey de Babilonia”.

19 Entonces Ezequías dijo a Isaías:

—Este mensaje que me has dado de parte delSeñores bueno.

Pues el rey pensaba: «Por lo menos habrá paz y seguridad mientras yo viva».

20 Los demás acontecimientos del reinado de Ezequías —entre ellos el alcance de su poder y cómo construyó un estanque y cavó un túnelpara llevar agua a la ciudad— están registrados enEl libro de la historia de los reyes de Judá.

21 Ezequías murió, y su hijo Manasés lo sucedió en el trono.

2 Reyes 21

Manasés gobierna sobre Judá

1 Manasés tenía doce años cuando subió al trono y reinó en Jerusalén cincuenta y cinco años. Su madre era Hepsiba.

2 Él hizo lo malo a los ojos delSeñory siguió las prácticas detestables de las naciones paganas que elSeñorhabía expulsado de la tierra del paso de los israelitas.

3 Reconstruyó los santuarios paganos que su padre Ezequías había destruido. Construyó altares para Baal y levantó un poste dedicado a la diosa Asera, tal como lo había hecho el rey Acab de Israel. También se inclinó ante todos los poderes de los cielos y les rindió culto.

4 Construyó altares paganos dentro del templo delSeñor, el lugar sobre el cual elSeñorhabía dicho: «Mi nombre permanecerá en Jerusalén para siempre».

5 Construyó estos altares para todos los poderes de los cielos en ambos atrios del templo delSeñor.

6 Manasés también sacrificó a su propio hijo en el fuego.Practicó la hechicería, la adivinación y consultó a los médiums y a los videntes. Hizo muchas cosas perversas a los ojos delSeñory con eso provocó su enojo.

7 Incluso Manasés hizo una imagen tallada de la diosa Asera y la colocó en el templo, en el mismo lugar donde elSeñorles había dicho a David y a su hijo Salomón: «Mi nombre será honrado para siempre en este templo y en Jerusalén, la ciudad que he escogido entre todas las tribus de Israel.

8 Si los israelitas se aseguran de obedecer mis mandatos —todas las leyes que mi siervo Moisés les dio—, yo no los expulsaré de esta tierra que les di a sus antepasados».

9 Sin embargo, la gente se negó a escuchar, y Manasés los llevó a cometer cosas aún peores que las que habían hecho las naciones paganas que elSeñorhabía destruido cuando el pueblo de Israel entró en la tierra.

10 Luego elSeñordijo por medio de sus siervos, los profetas:

11 «El rey Manasés de Judá ha hecho muchas cosas detestables. Es aún más perverso que los amorreos, quienes vivían en esta tierra antes que Israel. Él hizo que la gente de Judá pecara con sus ídolos.

12 Entonces esto es lo que elSeñor, Dios de Israel, dice: traeré tanto desastre sobre Jerusalén y Judá que los oídos de quienes lo oigan se estremecerán de horror.

13 Juzgaré a Israel con el mismo criterio que usé para juzgar a Samaria y con la misma medidaque usé con la familia de Acab. Barreré por completo a la gente de Jerusalén como cuando uno limpia un plato y lo pone boca abajo.

14 Incluso rechazaré al remanente de mi pueblo que haya quedado y los entregaré como botín a sus enemigos.

15 Pues han cometido gran maldad a mis ojos y me han hecho enojar desde que sus antepasados salieron de Egipto».

16 Manasés también asesinó a mucha gente inocente, a tal punto que Jerusalén se llenó de sangre inocente de un extremo a otro. Eso fue además del pecado que hizo cometer a los habitantes de Judá, al inducirlos a hacer lo malo a los ojos delSeñor.

17 Los demás acontecimientos del reinado de Manasés y todo lo que él hizo, entre ellos los pecados que cometió, están registrados enEl libro de la historia de los reyes de Judá.

18 Cuando Manasés murió, lo enterraron en el jardín del palacio, el jardín de Uza. Luego su hijo Amón lo sucedió en el trono.

Amón gobierna sobre Judá

19 Amón tenía veintidós años cuando subió al trono y reinó en Jerusalén dos años. Su madre se llamaba Mesulemet y era hija de Haruz, de Jotba.

20 Él hizo lo malo a los ojos delSeñor, tal como su padre Manasés.

21 Siguió el ejemplo de su padre al rendirles culto a los mismos ídolos que su padre había venerado.

22 Abandonó alSeñor, Dios de sus antepasados, y se negó a andar en los caminos delSeñor.

23 Tiempo después, los propios funcionarios de Amón conspiraron contra él y lo asesinaron en su palacio;

24 pero los habitantes del reino mataron a todos los que habían conspirado contra el rey Amón y luego proclamaron rey a su hijo Josías.

25 Los demás acontecimientos del reinado de Amón y lo que hizo están registrados enEl libro de la historia de los reyes de Judá.

26 Fue enterrado en su tumba en el jardín de Uza. Luego su hijo Josías lo sucedió en el trono.

2 Reyes 22

Josías gobierna sobre Judá

1 Josías tenía ocho años cuando subió al trono y reinó en Jerusalén treinta y un años. Su madre se llamaba Jedida y era hija de Adaía, de Boscat.

2 Él hizo lo que era agradable a los ojos delSeñory siguió el ejemplo de su antepasado David; no se apartó de lo que era correcto.

3 Durante el año dieciocho de su reinado, el rey Josías envió al templo delSeñora Safán, hijo de Azalía y nieto de Mesulam, secretario de la corte. Le dijo:

4 «Ve a ver al sumo sacerdote Hilcías y pídele que cuente el dinero que los porteros han recaudado de la gente en el templo delSeñor.

5 Confía este dinero a los hombres que fueron designados para supervisar la restauración del templo delSeñor. Así ellos podrán usarlo para pagar a los trabajadores que repararán el templo.

6 Tendrán que contratar carpinteros, constructores y albañiles. También haz que compren toda la madera y la piedra labrada que se necesite para reparar el templo;

7 pero no les exijas a los supervisores de la construcción que lleven cuenta del dinero que reciben, porque son hombres honestos y dignos de confianza».

Hilcías descubre la ley de Dios

8 El sumo sacerdote Hilcías le dijo a Safán, secretario de la corte: «¡He encontrado el libro de la ley en el templo delSeñor!». Entonces Hilcías le dio el rollo a Safán, y él lo leyó.

9 Safán fue a ver al rey y le informó: «Tus funcionarios han entregado el dinero recaudado en el templo delSeñora los trabajadores y a los supervisores del templo».

10 Safán también dijo al rey: «El sacerdote Hilcías me entregó un rollo». Así que Safán se lo leyó al rey.

11 Cuando el rey oyó lo que estaba escrito en el libro de la ley, rasgó su ropa en señal de desesperación.

12 Luego dio las siguientes órdenes a Hilcías, el sacerdote; a Ahicam, hijo de Safán; a Acbor, hijo de Micaías; a Safán, secretario de la corte y a Asaías, consejero personal del rey:

13 «Vayan al templo y consulten alSeñorpor mí, por el pueblo y por toda la gente de Judá. Pregunten acerca de las palabras escritas en este rollo que se encontró. Pues el gran enojo delSeñorarde contra nosotros, porque nuestros antepasados no obedecieron las palabras de este rollo. No hemos estado haciendo todo lo que dice que debemos hacer».

14 Entonces el sacerdote Hilcías, Ahicam, Acbor, Safán y Asaías se dirigieron al Barrio Nuevode Jerusalén para consultar a la profetisa Hulda. Ella era la esposa de Salum, hijo de Ticva, hijo de Harhas, el encargado del guardarropa del templo.

15 Ella les dijo: «¡ElSeñor, Dios de Israel, ha hablado! Regresen y díganle al hombre que los envió:

16 “Esto dice elSeñor: ‘Traeré desastre sobre esta ciudady sobre sus habitantes. Todas las palabras escritas en el rollo que el rey de Judá leyó se cumplirán,

17 pues los de mi pueblo me han abandonado y han ofrecido sacrificios a dioses paganos. Estoy muy enojado con ellos por todo lo que han hecho. Mi enojo arderá contra este lugar y no se apagará’”.

18 »Vayan a ver al rey de Judá, quien los envió a buscar alSeñor, y díganle: “Esto dice elSeñor, Dios de Israel, acerca del mensaje que acabas de escuchar:

19 ‘Estabas apenado y te humillaste ante elSeñoral oír lo que yo pronuncié contra esta ciudad y sus habitantes, que esta tierra sería maldita y quedaría desolada. Rasgaste tu ropa en señal de desesperación y lloraste delante de mí, arrepentido. Ciertamente te escuché, dice elSeñor.

20 Por eso, no enviaré el desastre que he prometido hasta después de que hayas muerto y seas enterrado en paz. Tú no llegarás a ver la calamidad que traeré sobre esta ciudad’”».

De modo que llevaron su mensaje al rey.

2 Reyes 23

Reformas religiosas de Josías

1 Entonces el rey convocó a todos los ancianos de Judá y de Jerusalén.

2 Luego subió al templo delSeñorjunto con todos los habitantes de Judá y de Jerusalén, acompañado por los sacerdotes y los profetas: toda la gente, desde el menos importante hasta el más importante. Allí el rey les leyó todo el libro del pacto, que se había encontrado en el templo delSeñor.

3 El rey tomó su lugar de autoridad junto a la columna y renovó el pacto en presencia delSeñor. Se comprometió a obedecer alSeñorcumpliendo sus mandatos, leyes y decretos con todo el corazón y con toda el alma. De esa manera, confirmó todas las condiciones del pacto que estaban escritas en el rollo, y toda la gente se comprometió con el pacto.

4 Seguidamente el rey dio instrucciones al sumo sacerdote Hilcías, a los sacerdotes de segundo rango y a los porteros del templo para que quitaran del templo delSeñortodos los objetos que se usaban para rendir culto a Baal, a Asera y a todos los poderes de los cielos. El rey hizo quemar todas estas cosas fuera de Jerusalén, en las terrazas del valle de Cedrón, y llevó las cenizas a Betel.

5 Eliminó a los sacerdotes idólatras, que habían sido nombrados por los reyes anteriores de Judá, porque ofrecían sacrificios en los santuarios paganos por todo el territorio de Judá y hasta en los alrededores de Jerusalén. También ofrecían sacrificios a Baal, al sol, a la luna, a las constelaciones y a todos los poderes de los cielos.

6 El rey quitó del templo delSeñorel poste dedicado a la diosa Asera y lo llevó fuera de Jerusalén, al valle de Cedrón, donde lo quemó. Luego molió las cenizas del poste hasta hacerlas polvo y tiró el polvo sobre las tumbas de la gente.

7 También derribó las habitaciones de los prostitutos y las prostitutas de los santuarios paganos ubicados dentro del templo delSeñor, donde las mujeres tejían mantos para el poste dedicado a la diosa Asera.

8 Josías trasladó a Jerusalén a todos los sacerdotes que vivían en otras ciudades de Judá. También profanó los santuarios paganos donde habían ofrecido sacrificios, desde Geba hasta Beerseba. Destruyó los santuarios que estaban a la entrada de la puerta de Josué, gobernador de Jerusalén. Esta puerta estaba situada a la izquierda de la puerta principal de la entrada a la ciudad.

9 A los sacerdotes que habían servido en los santuarios paganos no se les permitió servir en elaltar delSeñoren Jerusalén, pero se les dio permiso para comer pan sin levadura con los otros sacerdotes.

10 Después el rey profanó el altar de Tofet en el valle de Ben-hinom, a fin de que nunca más nadie lo usara para sacrificar a un hijo o una hija en el fuegocomo ofrenda a Moloc.

11 También quitó de la entrada del templo delSeñorlas estatuas de caballos que los reyes anteriores de Judá habían dedicado al sol, las cuales estaban cerca de las habitaciones del eunuco Natán-melec, un funcionario de la corte.El rey también quemó los carros de guerra dedicados al sol.

12 Josías derribó los altares que los reyes de Judá habían construido en la azotea del palacio, sobre la habitación de Acaz en el piso de arriba. El rey destruyó los altares que Manasés había construido en los dos atrios del templo delSeñor. Los hizo añicosy esparció los pedazos en el valle de Cedrón.

13 El rey también profanó los santuarios paganos que estaban al oriente de Jerusalén y al sur del monte de la Corrupción, donde el rey Salomón de Israel había construido santuarios para Astoret, la diosa detestable de los sidonios; para Quemos, el dios detestable de los moabitas; y para Moloc,el repugnante dios de los amonitas.

14 Destrozó las columnas sagradas y derribó los postes dedicados a la diosa Asera. Luego profanó estos lugares al esparcir huesos humanos sobre ellos.

15 El rey también derribó el altar que estaba en Betel, el santuario pagano que Jeroboam, hijo de Nabat, había levantado cuando hizo pecar a Israel. Quemó el santuario y lo molió hasta convertirlo en cenizas, y quemó el poste dedicado a la diosa Asera.

16 Luego Josías se dio vuelta y notó que había varias tumbas en la ladera de la colina. Ordenó que sacaran los huesos y los quemó sobre el altar de Betel para profanarlo. (Todo sucedió tal como lo había anunciado elSeñorpor medio del hombre de Dios cuando Jeroboam se paró junto al altar durante el festival).

Después Josías se dio vuelta y miró hacia arriba, a la tumba del hombre de Diosque había predicho estas cosas.

17 —¿Qué es ese monumento que está allí? —preguntó Josías.

Y la gente de la ciudad contestó:

—¡Es la tumba del hombre de Dios que vino desde Judá y predijo precisamente lo que tú acabas de hacer al altar de Betel!

18 —¡Déjenlo en paz! —respondió Josías—. ¡No molesten sus huesos!

Por lo tanto, no quemaron sus huesos ni los del viejo profeta de Samaria.

19 Después Josías demolió todas las edificaciones que había en los santuarios paganos de los pueblos de Samaria, tal como lo hizo en Betel. Estas construcciones fueron obra de diversos reyes de Israel y con ellas hicieron enojar mucho alSeñor.

20 Por último, el rey ejecutó a los sacerdotes de los santuarios paganos sobre sus propios altares y quemó huesos humanos en los altares para profanarlos. Cuando terminó, volvió a Jerusalén.

Josías celebra la Pascua

21 Luego el rey Josías emitió la siguiente orden para todo el pueblo: «Ustedes deben celebrar la Pascua para elSeñorsu Dios, como se exige en este libro del pacto».

22 No se había celebrado una Pascua igual desde la época en que los jueces gobernaban en Israel, ni durante todos los años de los reyes de Israel y de Judá.

23 Sin embargo, en el año dieciocho del reinado de Josías, esta Pascua se celebró en Jerusalén en honor alSeñor.

24 Josías también se deshizo de los médiums y los videntes, de los dioses familiares, de los ídolos,y de todas las demás prácticas detestables, tanto en Jerusalén como por toda la tierra de Judá. Lo hizo en obediencia a las leyes escritas en el rollo que el sacerdote Hilcías había encontrado en el templo delSeñor.

25 Nunca antes hubo un rey como Josías, que se volviera alSeñorcon todo su corazón, con toda su alma y con todas sus fuerzas, obedeciendo todas las leyes de Moisés. Desde entonces nunca más hubo un rey como él.

26 Aun así, elSeñorestaba muy enojado con Judá, debido a todas las perversidades que Manasés había hecho para provocarlo.

27 Pues elSeñordijo: «También expulsaré a Judá de mi presencia, así como expulsé a Israel; y rechazaré a Jerusalén, mi ciudad escogida, y al templo donde debía honrarse mi nombre».

28 Los demás acontecimientos del reinado de Josías y todos sus logros están registrados enEl libro de la historia de los reyes de Judá.

29 Durante el reinado de Josías, el faraón Necao, rey de Egipto, fue al río Éufrates para ayudar al rey de Asiria. El rey Josías y su ejército salieron a enfrentarlo,pero el rey Necaomató a Josías cuando se encontraron en Meguido.

30 Los funcionarios de Josías llevaron su cuerpo en un carro de guerra desde Meguido hasta Jerusalén y lo enterraron en su tumba. Entonces la gente de la nación ungió a Joacaz, hijo de Josías, y lo proclamó el siguiente rey.

Joacaz gobierna sobre Judá

31 Joacaz tenía veintitrés años cuando subió al trono y reinó en Jerusalén tres meses. Su madre se llamaba Hamutal y era hija de Jeremías, de Libna.

32 Joacaz hizo lo malo a los ojos delSeñor, igual que sus antepasados.

33 El faraón Necao metió a Joacaz en la cárcel de Ribla, en la tierra de Hamat, para impedir que gobernaraen Jerusalén. También exigió que Judá pagara un tributo de tres mil cuatrocientos kilos de plata, y treinta y cuatro kilos de oro.

Joacim gobierna sobre Judá

34 Luego el faraón Necao puso en el trono a Eliaquim, otro de los hijos de Josías, para que reinara en lugar de su padre y le cambió el nombre a Joacim. Joacaz fue llevado a Egipto como prisionero, y allí murió.

35 Para obtener la plata y el oro que el faraón Necao exigía como tributo, Joacim recaudaba un impuesto de los habitantes de Judá, para el cual les pedía que pagaran en proporción a sus riquezas.

36 Joacim tenía veinticinco años cuando subió al trono y reinó en Jerusalén once años. Su madre se llamaba Zebuda y era hija de Pedaías, de Ruma.

37 Él hizo lo malo a los ojos delSeñor, igual que sus antepasados.

2 Reyes 24

1 Durante el reinado de Joacim, Nabucodonosor, rey de Babilonia, invadió la tierra de Judá. Joacim se rindió y le pagó tributo durante tres años, pero después se rebeló.

2 Entonces elSeñormandó contra Judá bandas de saqueadores babilonios,arameos, moabitas y amonitas a fin de destruirla, tal como elSeñorlo había prometido por medio de sus profetas.

3 Estas calamidades le sucedieron a Judá por orden delSeñor. Él había decidido expulsar a Judá de su presencia debido a los muchos pecados de Manasés,

4 quien había llenado Jerusalén con sangre inocente. ElSeñorno perdonaba eso.

5 Los demás acontecimientos del reinado de Joacim y todos sus logros están registrados enEl libro de la historia de los reyes de Judá.

6 Cuando Joacim murió, su hijo Joaquín lo sucedió en el trono.

7 A partir de entonces, el rey de Egipto no se atrevió a salir más de su país, porque el rey de Babilonia conquistó toda la región que anteriormente pertenecía a Egipto, desde el arroyo de Egipto hasta el río Éufrates.

Joaquín gobierna sobre Judá

8 Joaquín tenía dieciocho años cuando subió al trono y reinó en Jerusalén tres meses. Su madre se llamaba Nehusta y era hija de Elnatán, de Jerusalén.

9 Joaquín hizo lo malo a los ojos delSeñor, igual que su padre.

10 Durante el reinado de Joaquín, los oficiales del rey Nabucodonosor de Babilonia subieron contra Jerusalén y la sitiaron.

11 El propio Nabucodonosor llegó a la ciudad durante el sitio.

12 Entonces el rey Joaquín, junto con la reina madre, sus consejeros, sus comandantes y sus oficiales, se rindieron ante los babilonios.

Durante el octavo año de su reinado, Nabucodonosor tomó a Joaquín prisionero.

13 Como elSeñorya había dicho, Nabucodonosor se llevó todos los tesoros del templo delSeñory del palacio real. Sacótodos los objetos de oro que el rey Salomón había puesto en el templo.

14 El rey Nabucodonosor se llevó cautiva a toda la población de Jerusalén —unas diez mil personas en total— incluso a los comandantes y a los mejores soldados, y a los artesanos y a otras personas habilidosas. Solo dejaron en el país a la gente más pobre.

15 Nabucodonosor llevó cautivo a Babilonia al rey Joaquín, junto con la reina madre, las esposas del rey, sus funcionarios y las personas más influyentes de la sociedad de Jerusalén.

16 También desterró a siete mil de los mejores soldados, y a mil artesanos y a otras personas habilidosas, todos fuertes y aptos para la guerra.

17 Después el rey de Babilonia puso en el trono a Matanías, tío de Joaquín,para que fuera el siguiente rey y le cambió el nombre a Sedequías.

Sedequías gobierna sobre Judá

18 Sedequías tenía veintiún años cuando subió al trono y reinó en Jerusalén once años. Su madre se llamaba Hamutal y era hija de Jeremías, de Libna.

19 Sin embargo, Sedequías hizo lo malo a los ojos delSeñor, igual que Joacim.

20 Estas cosas sucedieron debido al enojo que elSeñortenía contra la gente de Jerusalén y de Judá, hasta que finalmente los expulsó de su presencia y los envió al destierro.

Caída de Jerusalén

Sedequías se rebeló contra el rey de Babilonia.

2 Reyes 25

1 Así que el 15 de enero,durante el noveno año del reinado de Sedequías, Nabucodonosor, rey de Babilonia, dirigió a todo su ejército contra Jerusalén. Rodearon la ciudad y construyeron rampas de asalto contra las murallas.

2 Jerusalén estuvo sitiada hasta el año once del reinado de Sedequías.

3 Hacia el 18 de julio del año once del reinado de Sedequías,el hambre en la ciudad ya era muy intensa y se había agotado por completo lo último que quedaba de alimento.

4 Entonces abrieron una brecha en la muralla de la ciudad. Como la ciudad estaba rodeada por los babilonios,los soldados esperaron hasta la caída del sol y escaparonpor la puerta que está entre las dos murallas detrás del jardín real. Entonces se dirigieron al valle del Jordán.

5 Sin embargo, las tropas babilónicaspersiguieron al rey y lo alcanzaron en las llanuras de Jericó, porque todos sus hombres lo habían abandonado y se habían dispersado.

6 Capturaron al rey y lo llevaron ante el rey de Babilonia, que se encontraba en Ribla, donde dictó sentencia contra Sedequías.

7 Hicieron que Sedequías observara mientras masacraban a sus hijos. Luego le sacaron los ojos, lo ataron con cadenas de bronce y lo llevaron a Babilonia.

Destrucción del templo

8 El 14 de agosto de ese año,que era el año diecinueve del reinado de Nabucodonosor, llegó a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de la guardia y funcionario del rey babilónico.

9 Quemó por completo el templo delSeñor, el palacio real y todas las casas de Jerusalén. Destruyó todos los edificios importantesde la ciudad.

10 Después supervisó a todo el ejército babilónico mientras derribaba por completo las murallas de Jerusalén.

11 Entonces Nabuzaradán, capitán de la guardia, se llevó cautivas a las personas que quedaban en la ciudad, a los desertores que habían jurado lealtad al rey de Babilonia y al resto de la población;

12 pero el capitán de la guardia permitió que algunos de los más pobres se quedaran para cuidar los viñedos y los campos.

13 Los babilonios hicieron pedazos las columnas de bronce que estaban al frente del templo delSeñor, las carretas de bronce para llevar agua y el enorme tazón de bronce llamado el Mar, y se llevaron todo el bronce a Babilonia.

14 También se llevaron los recipientes para la ceniza, las palas, las despabiladeras de las lámparas, los cucharones y todos los demás objetos de bronce que se usaban para realizar los sacrificios en el templo.

15 El capitán de la guardia también se llevó los recipientes para quemar incienso y los tazones, y todos los demás objetos de oro puro o de plata.

16 El peso del bronce de las dos columnas, el Mar y las carretas para llevar agua era tanto que no podía calcularse. Estos objetos se habían hecho para el templo delSeñoren tiempos de Salomón.

17 Cada columna tenía ocho metros con treinta centímetrosde alto. El capitel de bronce en la parte superior de cada columna era de dos metros con treinta centímetrosde alto y estaba decorado alrededor con una red de granadas hecha de bronce.

18 Nabuzaradán, capitán de la guardia, se llevó consigo como prisioneros al sumo sacerdote Seraías, al sacerdote de segundo rango Sofonías, y a los tres porteros principales.

19 De la gente que seguía escondida en la ciudad, se llevó a un oficial que había estado al mando del ejército judío, a cinco de los consejeros personales del rey, al secretario principal del comandante del ejército, quien estaba a cargo del reclutamiento, y a otros sesenta ciudadanos.

20 Nabuzaradán, capitán de la guardia, los llevó a todos ante el rey de Babilonia, que se encontraba en Ribla.

21 Allí, en Ribla, en la tierra de Hamat, el rey de Babilonia mandó que los ejecutaran a todos. Así que el pueblo de Judá fue expulsado de su tierra y llevado al destierro.

Gedalías gobierna sobre Judá

22 Luego el rey Nabucodonosor nombró gobernador sobre la gente que había dejado en Judá a Gedalías, hijo de Ahicam y nieto de Safán.

23 Cuando todos los comandantes del ejército y sus hombres se enteraron de que el rey de Babilonia había nombrado gobernador a Gedalías, fueron a verlo a Mizpa. En ese grupo estaban Ismael, hijo de Netanías; Johanán, hijo de Carea; Seraías, hijo de Tanhumet el netofatita; Jezanías,hijo del maacateo; y todos sus hombres.

24 Gedalías les juró que los funcionarios babilónicos no querían hacerles ningún daño. «No les tengan miedo. Vivan en la tierra y sirvan al rey de Babilonia, y todo les irá bien», les prometió.

25 Después, a mediados del otoño de ese año,Ismael, hijo de Netanías y nieto de Elisama, quien era miembro de la familia real, fue con diez hombres a Mizpa y mató a Gedalías. También mató a todos los judíos y babilonios que estaban con él en Mizpa.

26 Entonces toda la gente de Judá, desde el menos importante hasta el más importante, junto con los comandantes del ejército, huyeron despavoridos a Egipto, porque tenían miedo de lo que pudieran hacerles los babilonios.

Esperanza para la descendencia real de Israel

27 En el año treinta y siete del exilio de Joaquín, rey de Judá, Evil-merodac ascendió al trono de Babilonia. El nuevo rey fue bondadoso conJoaquín y lo sacóde la cárcel el 2 de abril de ese año.

28 Le habló con amabilidad y le dio una posición superior a la de los demás reyes exiliados en Babilonia.

29 Le proporcionó a Joaquín ropa nueva para reemplazar la ropa de prisionero y le permitió comer en presencia del rey por el resto de su vida.

30 Así que el rey le dio una ración diaria de comida mientras vivió.

1 Reyes 1

David en su vejez

1 El rey David era ya muy anciano y, por más frazadas que le ponían, no podía entrar en calor.

2 Así que sus consejeros le dijeron: «Busquemos una joven virgen que lo atienda y lo cuide, mi señor; dormirá en sus brazos y le quitará el frío».

3 Entonces buscaron una muchacha hermosa por toda la tierra de Israel y encontraron a Abisag, de Sunem, y se la llevaron al rey.

4 La joven era muy hermosa; cuidaba al rey y lo atendía, pero el rey no tuvo relaciones sexuales con ella.

Adonías reclama el trono

5 Por ese tiempo, Adonías, hijo de David, cuya madre era Haguit, comenzó a jactarse diciendo: «Voy a proclamarme rey». Así que consiguió carros de guerra con sus conductores y reclutó cincuenta hombres para que corrieran delante de él.

6 Ahora bien, su padre, el rey David, jamás lo había disciplinado, ni siquiera le preguntaba: «¿Por qué haces esto o aquello?». Adonías había nacido después de Absalón y era muy apuesto.

7 Adonías se apoyó en Joab, hijo de Sarvia, y en el sacerdote Abiatar, y ellos aceptaron ayudarlo a llegar a ser rey.

8 Sin embargo, el sacerdote Sadoc y Benaía, hijo de Joiada, junto con el profeta Natán, Simei, Rei y la guardia personal de David se negaron a ayudar a Adonías.

9 Adonías se dirigió a la peña de Zohélet,cerca del manantial de En-rogel, y allí sacrificó ovejas, ganado y terneros engordados. Invitó a todos sus hermanos —los demás hijos del rey David— y a todos los funcionarios reales de Judá;

10 pero no invitó al profeta Natán, ni a Benaía, ni a la guardia personal del rey, ni a su hermano Salomón.

11 Entonces Natán fue a ver a Betsabé, la madre de Salomón, y le preguntó: «¿No te has enterado de que el hijo de Haguit, Adonías, se proclamó rey, y nuestro señor David ni siquiera lo sabe?

12 Si deseas salvar tu vida y la de tu hijo Salomón, sigue mi consejo.

13 Ve ya mismo a ver al rey David y dile: “Mi señor el rey, ¿acaso no me hiciste un juramento cuando me dijiste: ‘Definitivamente tu hijo Salomón será el próximo rey y se sentará en mi trono’? Entonces, ¿por qué Adonías se ha proclamado rey?”.

14 Y mientras tú aún estés hablando con el rey, yo llegaré y confirmaré todo lo que le has dicho».

15 Entonces Betsabé entró en la habitación del rey (David era ya muy viejo y Abisag lo cuidaba)

16 y se inclinó ante él.

—¿En qué te puedo ayudar? —le preguntó el rey.

17 Ella le contestó:

—Mi señor, usted hizo un juramento delante delSeñorsu Dios cuando me dijo: “Te aseguro que tu hijo Salomón será el próximo rey y se sentará en mi trono”.

18 Sin embargo, Adonías se proclamó rey, y mi señor el rey ni siquiera se ha enterado.

19 Ha sacrificado gran cantidad de ganado, terneros engordados y ovejas, y ha invitado a todos los hijos del rey a la celebración. También invitó al sacerdote Abiatar y a Joab, comandante del ejército, pero no invitó a su siervo Salomón.

20 Y ahora, mi señor el rey, todo Israel está esperando que usted anuncie quién será el próximo rey.

21 Si no toma alguna medida, mi hijo Salomón y yo seremos tratados como criminales en cuanto mi señor el rey haya muerto.

22 Mientras ella aún hablaba con el rey, llegó el profeta Natán.

23 Los funcionarios del rey le informaron: «El profeta Natán está aquí y quiere verlo».

Entonces Natán entró y se inclinó ante el rey con el rostro en tierra

24 y le preguntó al rey: «Mi señor el rey, ¿ya has decidido que sea Adonías el próximo rey que se siente en tu trono?

25 Hoy él sacrificó gran cantidad de ganado, terneros engordados y ovejas, e invitó a todos los hijos del rey a la celebración. También invitó a los comandantes del ejército y al sacerdote Abiatar. Ahora están festejando y bebiendo con él, y gritan: “¡Que viva el rey Adonías!”;

26 pero a mí no me invitó, ni al sacerdote Sadoc, ni a Benaía, ni a tu siervo Salomón.

27 ¿Acaso mi señor el rey ha hecho esto sin informar a ninguno de sus funcionarios acerca de quién sería el próximo rey?».

David proclama rey a Salomón

28 Entonces el rey David respondió: «¡Llamen a Betsabé!». Así que Betsabé volvió a entrar y se quedó de pie delante del rey,

29 y el rey repitió su juramento:

—Tan cierto como que elSeñorvive y me ha rescatado de todo peligro,

30 tu hijo Salomón será el próximo rey y se sentará en mi trono este mismo día, tal como te lo juré delante delSeñor, Dios de Israel.

31 Entonces Betsabé se inclinó ante el rey con el rostro en tierra y exclamó:

—¡Que viva por siempre mi señor, el rey David!

32 Entonces el rey David ordenó: «Llamen al sacerdote Sadoc, al profeta Natán y a Benaía, hijo de Joiada». Cuando ellos llegaron a la presencia del rey,

33 él les dijo:

—Lleven a Salomón y a mis funcionarios hasta el manantial de Gihón. Salomón irá montado en mi mula.

34 Una vez allí, el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo ungirán rey de Israel. Hagan sonar el cuerno de carnero y griten: “¡Que viva el rey Salomón!”.

35 Luego escóltenlo de regreso, y él se sentará en mi trono. Él me sucederá en el trono, porque yo lo he nombrado para que sea gobernante de Israel y de Judá.

36 —¡Amén! —respondió Benaía, hijo de Joiada—. Que elSeñor, Dios de mi señor el rey, ordene que así sea.

37 Que elSeñoresté con Salomón así como ha estado contigo, mi señor el rey, ¡y que engrandezca el reino de Salomón aún más que el suyo!

38 Entonces el sacerdote Sadoc y el profeta Natán junto con Benaía, hijo de Joiada, y la guardia personal del reyllevaron a Salomón hasta el manantial de Gihón; y Salomón iba montado en la mula que pertenecía al rey David.

39 Allí el sacerdote Sadoc tomó de la carpa sagrada el frasco de aceite de oliva, y ungió a Salomón con el aceite. Luego hicieron sonar el cuerno de carnero, y toda la gente gritó: «¡Que viva el rey Salomón!».

40 Toda la multitud siguió a Salomón hasta Jerusalén, tocando flautas y gritando de alegría. La celebración estaba tan alegre y estruendosa que el sonido hacía temblar la tierra.

41 Adonías y sus invitados escucharon la celebración y los gritos casi al terminar el banquete. Cuando Joab oyó el sonido del cuerno de carnero, preguntó: «¿Qué está pasando? ¿Por qué hay tanto alboroto en la ciudad?».

42 No había terminado de hablar, cuando llegó Jonatán, hijo del sacerdote Abiatar.

—Entra —le dijo Adonías—, porque eres un hombre bueno. Seguramente traes buenas noticias.

43 —¡Para nada! —respondió Jonatán—. ¡Nuestro señor, el rey David, acaba de proclamar rey a Salomón!

44 El rey lo envió al manantial de Gihón con el sacerdote Sadoc, el profeta Natán, y Benaía, hijo de Joiada, e iban protegidos por la guardia personal del rey. Montaron a Salomón en la mula del rey

45 y Sadoc y Natán lo ungieron rey en el manantial de Gihón. Acaban de regresar, y toda la ciudad está celebrando y festejando. Por eso hay tanto ruido.

46 Es más, ahora mismo Salomón está sentado en el trono real como rey,

47 y todos los funcionarios reales han ido a felicitar al rey David y a decirle: “¡Que su Dios aumente la fama de Salomón aún más que la suya, y que engrandezca el reinado de Salomón aún más que el suyo!”. Entonces el rey inclinó la cabeza en adoración mientras estaba en su cama

48 y dijo: “Alabado sea elSeñor, Dios de Israel, quien el día de hoy ha escogido a un sucesor que se siente en mi trono mientras yo aún vivo para presenciarlo”.

49 Entonces todos los invitados de Adonías, presos del pánico, saltaron de la mesa del banquete y se dispersaron velozmente.

50 Adonías tuvo miedo de Salomón, por lo que corrió a la carpa sagrada y se agarró de los cuernos del altar.

51 Pronto llegó a Salomón la noticia de que Adonías, por temor, se había agarrado de los cuernos del altar y rogaba: «¡Que el rey Salomón jure hoy que no me matará!».

52 Salomón respondió: «Si él demuestra ser leal, no se le tocará un pelo de la cabeza; pero si causa problemas, morirá».

53 Entonces el rey Salomón mandó llamar a Adonías, y lo bajaron del altar. Adonías llegó y se inclinó respetuosamente ante el rey Salomón, quien lo despidió diciéndole: «Vete a tu casa».

1 Reyes 2

Últimas instrucciones de David a Salomón

1 Cuando ya se acercaba el momento de morir, el rey David le dio el siguiente encargo a su hijo Salomón:

2 «Yo voy camino al lugar donde todos partirán algún día. Ten valor y sé hombre.

3 Cumple los requisitos delSeñortu Dios y sigue todos sus caminos. Obedece los decretos, los mandatos, las ordenanzas y las leyes que están escritos en la ley de Moisés, para que tengas éxito en todo lo que hagas y dondequiera que vayas.

4 Si lo haces, elSeñorcumplirá la promesa que me hizo cuando me dijo: “Si tus descendientes viven como debe ser y me siguen fielmente, con todo el corazón y con toda el alma, siempre habrá uno de ellos en el trono de Israel”.

5 »Además, tú ya sabes lo que me hizo Joab, hijo de Sarvia, cuando mató a mis dos comandantes del ejército: a Abner, hijo de Ner, y a Amasa, hijo de Jeter. Él fingió que fue un acto de guerra, pero estábamos en tiempo de paz,con lo cual manchó con sangre inocentesu cinto y sus sandalias.

6 Haz con él lo que mejor te parezca, pero no permitas que envejezca y vaya a la tumba en paz.

7 »Sé bondadoso con los hijos de Barzilai, de Galaad. Haz que sean invitados permanentes en tu mesa, porque ellos me cuidaron cuando yo huía de tu hermano Absalón.

8 »Acuérdate de Simei, hijo de Gera, el hombre de Bahurim de la tribu de Benjamín. Él me maldijo con una maldición terrible cuando yo escapaba hacia Mahanaim. Cuando vino a verme al río Jordán, yo le juré por elSeñorque no lo mataría;

9 pero ese juramento no lo hace inocente. Tú eres un hombre sabio y sabrás cómo darle una muerte sangrienta».

10 Luego David murió y fue enterrado con sus antepasados en la Ciudad de David.

11 David reinó en Israel durante cuarenta años, siete de ellos en Hebrón y treinta y tres en Jerusalén.

12 Salomón lo sucedió y se sentó en el trono de David, su padre, y su reino se estableció firmemente.

Salomón establece su gobierno

13 Cierto día Adonías, cuya madre era Haguit, fue a ver a Betsabé, la madre de Salomón.

—¿Vienes en son de paz? —le preguntó Betsabé.

—Sí —contestó él—, vengo en paz.

14 Quiero pedirte un favor.

—¿De qué se trata? —le preguntó ella.

15 Él contestó:

—Como sabes, el reino me correspondía a mí; todo Israel quería que yo fuera el siguiente rey. Pero todo cambió, y el reino pasó a mi hermano porque elSeñorasí lo quiso.

16 Ahora solo tengo un favor que pedirte, no me lo niegues.

—¿De qué se trata? —preguntó ella.

17 Él contestó:

—Habla con el rey Salomón de mi parte, porque yo sé que él hará cualquier cosa que tú le pidas. Dile que me permita casarme con Abisag, la muchacha de Sunem.

18 —Está bien —respondió Betsabé—. Le hablaré al rey por ti.

19 Entonces Betsabé fue a ver al rey para hablarle en nombre de Adonías. El rey se levantó de su trono para recibirla y se inclinó ante ella. Cuando volvió a sentarse en su trono, ordenó que trajeran un trono para su madre, y ella se sentó a la derecha del rey.

20 —Tengo un pequeño favor que pedirte —le dijo ella—. Espero que no me lo niegues.

—¿De qué se trata, madre mía? —preguntó el rey—. Tú sabes que no te lo negaré.

21 —Entonces permite que tu hermano Adonías se case con Abisag, la muchacha de Sunem —contestó ella.

22 —¿Cómo es posible que tú me pidas que entregue a Abisag en matrimonio a Adonías? —preguntó el rey Salomón—. ¡Sería lo mismo que pedirme que le dé el reino! Tú sabes que él es mi hermano mayor y que tiene de su lado al sacerdote Abiatar y a Joab, hijo de Sarvia.

23 Entonces el rey Salomón hizo un juramento delante delSeñordiciendo:

—Que Dios me hiera e incluso me mate si Adonías no ha sellado su destino con esta petición.

24 ElSeñorme ha confirmado y me ha puesto en el trono de David, mi padre; él ha establecido mi dinastía, tal como lo prometió. Por lo tanto, ¡tan cierto como que elSeñorvive, Adonías morirá hoy mismo!

25 Entonces el rey Salomón le ordenó a Benaía, hijo de Joiada, que lo ejecutara; y Adonías murió.

26 Luego el rey dijo al sacerdote Abiatar: «Regresa a tu casa, en Anatot. Mereces morir, pero no voy a matarte ahora porque tú cargaste el arca delSeñorSoberano para David, mi padre, y estuviste con él en todas sus dificultades».

27 De ese modo Salomón expulsó a Abiatar del cargo de sacerdote delSeñor, y así se cumplió la profecía que elSeñorhabía dado en Silo acerca de los descendientes de Elí.

28 Joab no se había unido anteriormente a la rebelión de Absalón, pero sí se había sumado a la rebelión de Adonías. Así que, al enterarse de la muerte de Adonías, corrió a la carpa sagrada delSeñory se agarró de los cuernos del altar.

29 Cuando se lo informaron al rey, Salomón mandó a Benaía, hijo de Joiada, a ejecutarlo.

30 Benaía fue a la carpa sagrada delSeñory le dijo a Joab:

—¡El rey te ordena que salgas!

Pero Joab respondió:

—No, aquí moriré.

Entonces Benaía regresó a ver al rey y le informó lo que Joab había dicho.

31 «Haz lo que él pide —respondió el rey—. Mátalo allí, junto al altar, y entiérralo. Así se borrará de la familia de mi padre la culpa de los asesinatos sin sentido que cometió Joab.

32 ElSeñorle cobrarálas muertes de dos hombres que eran más justos y mejores que él, ya que mi padre no sabía nada de las muertes de Abner, hijo de Ner, comandante del ejército de Israel, y de Amasa, hijo de Jeter, comandante del ejército de Judá.

33 Que Joab y sus descendientes sean por siempre culpables de la sangre de ellos, y que elSeñorconceda paz a David, a sus descendientes, a su dinastía y a su trono para siempre».

34 Entonces Benaía, hijo de Joiada, volvió a la carpa sagrada y mató a Joab, y fue enterrado junto a su casa en el desierto.

35 Después, el rey nombró comandante del ejército a Benaía en lugar de Joab, y puso al sacerdote Sadoc en lugar de Abiatar.

36 Luego el rey mandó llamar a Simei y le dijo:

—Construye una casa aquí en Jerusalén y vive en ella pero no salgas de la ciudad por ningún motivo.

37 Pues el día que salgas y pases el valle de Cedrón, ciertamente morirás, y tu sangre volverá sobre tu propia cabeza.

38 Simei respondió:

—Tu sentencia es justa; haré todo lo que mi señor el rey mande.

Por lo tanto, Simei vivió en Jerusalén un largo tiempo.

39 Sin embargo, tres años después, dos esclavos de Simei se fugaron a Gat, donde reinaba Aquis, hijo de Maaca. Cuando Simei supo dónde estaban,

40 ensilló su burro y fue a Gat a buscarlos. Una vez que los encontró, los llevó de regreso a Jerusalén.

41 Salomón se enteró de que Simei había salido de Jerusalén, que había ido a Gat y regresado.

42 Así que el rey lo mandó llamar y le preguntó: «¿No te hice jurar por elSeñory te advertí que no salieras a ninguna parte, o de lo contrario, morirías? Y tú respondiste: “La sentencia es justa; haré lo que mandes”.

43 Entonces, ¿por qué no cumpliste tu juramento alSeñorni obedeciste mi orden?».

44 El rey también le dijo: «Seguramente recordarás todas las maldades que le hiciste a mi padre David. Que ahora elSeñortraiga todo ese mal sobre tu cabeza;

45 pero que yo, el rey Salomón, reciba las bendiciones delSeñor, y que siempre haya un descendiente de David sentado en este trono, en presencia delSeñor».

46 Entonces, por orden del rey, Benaía, hijo de Joiada, llevó a Simei afuera y lo mató.

De ese modo, el reino quedó afianzado en manos de Salomón.

1 Reyes 3

Salomón pide sabiduría

1 Salomón hizo una alianza con el faraón, rey de Egipto, y se casó con una de sus hijas. Se la llevó a vivir a la Ciudad de David mientras terminaba de construir su palacio, el templo delSeñory la muralla que rodeaba la ciudad.

2 En ese tiempo, el pueblo de Israel sacrificaba sus ofrendas en los lugares de culto de la región, porque todavía no se había construido un templo en honor al nombre delSeñor.

3 Salomón amaba alSeñory seguía todos los decretos de su padre David; sin embargo, él también ofrecía sacrificios y quemaba incienso en los lugares de culto de la región.

4 El más importante de esos lugares de culto se encontraba en Gabaón; así que el rey fue allí y sacrificó mil ofrendas quemadas.

5 Esa noche, elSeñorse le apareció a Salomón en un sueño y Dios le dijo:

—¿Qué es lo que quieres? ¡Pídeme, y yo te lo daré!

6 Salomón contestó:

—Tú mostraste gran y fiel amor hacia tu siervo David, mi padre, un hombre transparente y leal, quien te fue fiel. Hoy sigues mostrándole este gran y fiel amor al darle un hijo que se siente en su trono.

7 »Ahora pues,Señormi Dios, tú me has hecho rey en lugar de mi padre, David, pero soy como un niño pequeño que no sabe por dónde ir.

8 Sin embargo, aquí estoy en medio de tu pueblo escogido, ¡una nación tan grande y numerosa que no se puede contar!

9 Dame un corazón comprensivo para que pueda gobernar bien a tu pueblo, y sepa la diferencia entre el bien y el mal. Pues, ¿quién puede gobernar por su propia cuenta a este gran pueblo tuyo?

10 Al Señor le agradó que Salomón pidiera sabiduría.

11 Así que le respondió:

—Como pediste sabiduría para gobernar a mi pueblo con justicia y no has pedido una larga vida, ni riqueza, ni la muerte de tus enemigos,

12 ¡te concederé lo que me has pedido! Te daré un corazón sabio y comprensivo, como nadie nunca ha tenido ni jamás tendrá.

13 Además, te daré lo que no me pediste: riquezas y fama. Ningún otro rey del mundo se comparará a ti por el resto de tu vida.

14 Y si tú me sigues y obedeces mis decretos y mis mandatos como lo hizo tu padre David, también te daré una larga vida.

15 Entonces Salomón se despertó y se dio cuenta de que había sido un sueño. Volvió a Jerusalén, se presentó delante del arca del pacto del Señor y allí sacrificó ofrendas quemadas y ofrendas de paz. Luego invitó a todos sus funcionarios a un gran banquete.

Salomón juzga con sabiduría

16 Tiempo después, dos prostitutas fueron a ver al rey para resolver un asunto.

17 Una de ellas comenzó a rogarle: «Ay, mi señor, esta mujer y yo vivimos en la misma casa. Ella estaba conmigo en la casa cuando yo di a luz a mi bebé.

18 Tres días después, ella también tuvo un bebé. Estábamos las dos solas y no había nadie más en la casa.

19 »Ahora bien, su bebé murió durante la noche porque ella se acostó encima de él.

20 Luego ella se levantó a la medianoche y sacó a mi hijo de mi lado mientras yo dormía; puso a su hijo muerto en mis brazos y se llevó al mío a dormir con ella.

21 A la mañana siguiente, cuando quise amamantar a mi hijo, ¡el bebé estaba muerto! Pero cuando lo observé más de cerca, a la luz del día, me di cuenta de que no era mi hijo».

22 Entonces la otra mujer interrumpió:

—Claro que era tu hijo, y el niño que está vivo es el mío.

—¡No! —dijo la mujer que habló primero—, el niño que está vivo es el mío y el que está muerto es el tuyo.

Así discutían sin parar delante del rey.

23 Entonces el rey dijo: «Aclaremos los hechos. Las dos afirman que el niño que está vivo es suyo, y cada una dice que el que está muerto pertenece a la otra.

24 Muy bien, tráiganme una espada». Así que le trajeron una espada.

25 Luego dijo: «¡Partan al niño que está vivo en dos, y denle la mitad del niño a una y la otra mitad a la otra!».

26 Entonces la verdadera madre del niño, la que lo amaba mucho, gritó: «¡Oh no, mi señor! ¡Denle el niño a ella, pero, por favor, no lo maten!».

En cambio, la otra mujer dijo: «Me parece bien, así no será ni tuyo ni mío; ¡divídanlo entre las dos!».

27 Entonces el rey dijo: «No maten al niño; dénselo a la mujer que desea que viva, ¡porque ella es la madre!».

28 Cuando el pueblo se enteró de la decisión que había tomado el rey, todos en Israel quedaron admirados porque reconocieron la sabiduría que Dios le había dado para impartir justicia.

1 Reyes 4

Funcionarios y gobernadores de Salomón

1 Salomón ya gobernaba todo Israel,

2 y sus altos funcionarios eran los siguientes:

Azarías, hijo de Sadoc, era el sacerdote.

3 Elihoref y Ahías, hijos de Sisa, eran secretarios de la corte.

Josafat, hijo de Ahilud, era el historiador de la realeza.

4 Benaía, hijo de Joiada, era el comandante del ejército.

Sadoc y Abiatar eran sacerdotes.

5 Azarías, hijo de Natán, estaba a cargo de los gobernadores regionales.

Zabud, hijo de Natán, era sacerdote y consejero de confianza del rey.

6 Ahisar era el administrador de los bienes del palacio.

Adoniram, hijo de Abda, estaba a cargo del trabajo forzado.

7 Salomón también tenía doce gobernadores regionales sobre todo Israel, quienes eran responsables de proveer el alimento para los miembros de la casa del rey. A cada uno de ellos le tocaba suministrar los víveres para un mes del año.

8 Los nombres de los doce gobernadores eran los siguientes:

Ben-hur, en la zona montañosa de Efraín.

9 Ben-decar, en Macaz, Saalbim, Bet-semes y Elón-bet-hanán.

10 Ben-hesed, en Arubot, que incluía Soco y toda la tierra de Hefer.

11 Ben-abinadab, en todo Nafot-dor.(Él estaba casado con Tafat, una de las hijas de Salomón).

12 Baana, hijo de Ahilud, en Taanac y Meguido, en todo Bet-sán,cerca de Saretán, abajo de Jezreel, y en todo el territorio que va desde Bet-sán hasta Abel-mehola, y hasta Jocmeam.

13 Ben-geber, en Ramot de Galaad, incluidas las ciudades de Jair (que llevan ese nombre por Jair, de la tribu de Manasés), situadas en Galaad, y en Argob, región de Basán, la cual incluía sesenta ciudades grandes y fortificadas, con barrotes de bronce en sus puertas.

14 Ahinadab, hijo de Iddo, en Mahanaim.

15 Ahimaas, en Neftalí. (Él estaba casado con Basemat, otra hija de Salomón).

16 Baana, hijo de Husai, en Aser y en Alot.

17 Josafat, hijo de Parúa, en Isacar.

18 Simei, hijo de Ela, en Benjamín.

19 Geber, hijo de Uri, en la tierra de Galaad,incluidos los territorios del rey Sehón, de los amorreos, y del rey Og, de Basán.

También había un gobernador para la tierra de Judá.

Prosperidad y sabiduría de Salomón

20 La gente de Judá y de Israel era tan numerosa como la arena a la orilla del mar. Todos estaban muy satisfechos y tenían suficiente para comer y beber.

21 El rey Salomón gobernaba todos los reinos desde el río Éufrates,en el norte, hasta la tierra de los filisteos y la frontera con Egipto, en el sur. Los pueblos conquistados le enviaban impuestos y le sirvieron durante toda su vida.

22 La cantidad de alimento que se requería a diario en el palacio de Salomón era: ciento cincuenta canastas de harina selecta y trescientas canastas de harina gruesa,

23 también diez bueyes de los corrales de engordar, veinte reses alimentadas con pasto, cien ovejas o cabras, además de ciervos, gacelas, corzos, y aves de corral de primera calidad.

24 El dominio de Salomón se extendía por todos los reinos al occidente del río Éufrates, desde Tifsa hasta Gaza, y había paz en todas sus fronteras.

25 Durante la vida de Salomón, los habitantes de Judá e Israel vivieron en paz y con seguridad. Desde Dan, en el norte, hasta Beerseba, en el sur, cada familia tenía su propia casa con jardín.

26 Salomón tenía cuatro milestablos para los caballos que tiraban sus carros de guerra y doce mil caballos.

27 Los gobernadores regionales proveían sin falta el alimento para el rey Salomón y su corte; cada uno se aseguraba de que no faltara nada durante el mes que se le había asignado.

28 También llevaban suficiente cebada y paja para los caballos reales en los establos.

29 Dios le dio a Salomón muchísima sabiduría y gran entendimiento, y un conocimiento tan vasto como la arena a la orilla del mar.

30 De hecho, su sabiduría superaba la de todos los sabios del Oriente y la de los sabios de Egipto.

31 Era más sabio que cualquier otro, entre ellos Etán, el ezraíta, y los hijos de Mahol: Hemán, Calcol y Darda. Su fama se extendía por todas las naciones vecinas.

32 Compuso unos tres mil proverbios y escribió mil cinco canciones.

33 Podía hablar con autoridad acerca de todo tipo de plantas, desde el gran cedro del Líbano hasta el diminuto hisopo que crece en las grietas de las paredes. También era versado en materia de animales, aves, reptiles y peces.

34 Y los reyes de todas las naciones enviaban a sus embajadores a escuchar la sabiduría de Salomón.