2 Samuel 3

1 Este fue el comienzo de una larga guerra entre los que eran leales a Saúl y los que eran leales a David. Con el paso del tiempo, David se volvió cada vez más fuerte, mientras que la dinastía de Saúl se iba debilitando.

Los hijos de David nacidos en Hebrón

2 Estos son los hijos que le nacieron a David en Hebrón:

El mayor fue Amnón, y su madre fue Ahinoam de Jezreel.

3 El segundo fue Daniel,y su madre fue Abigail, la viuda de Nabal de Carmelo.

El tercero fue Absalón, y su madre fue Maaca, hija de Talmai, rey de Gesur.

4 El cuarto fue Adonías, y su madre fue Haguit.

El quinto fue Sefatías, y su madre fue Abital.

5 El sexto fue Itream, y su madre fue Egla, esposa de David.

Todos estos hijos le nacieron a David en Hebrón.

Abner une fuerzas con David

6 Como la guerra entre la casa de Saúl y la casa de David continuaba, Abner llegó a ser un poderoso líder entre los que eran leales a Saúl.

7 Cierto día Is-boset,hijo de Saúl, acusó a Abner de haberse acostado con una de las concubinas de su padre, una mujer llamada Rizpa, hija de Aja.

8 Abner se puso furioso. «¿Soy acaso un perro de Judá para que me trates a patadas? —le gritó—. Después de todo lo que hice por tu padre Saúl, por su familia y por sus amigos al no entregarlos a David, ¿es mi recompensa que me culpes por lo de esta mujer?

9 ¡Que Dios me castigue y aun me mate si no hago todo lo posible para ayudar a David a que consiga lo que elSeñorle prometió!

10 Voy a tomar el reino de Saúl y entregárselo a David. Voy a establecer el reino de David sobre Israel al igual que sobre Judá, todo el territorio desde Dan en el norte hasta Beerseba en el sur».

11 Is-boset no se atrevió a decir ni una sola palabra más, porque tenía miedo de lo que Abner pudiera hacer.

12 Entonces Abner envió mensajeros a decirle a David: «¿Acaso no le pertenece a usted toda la tierra? Haga un pacto solemne conmigo y le ayudaré a que todo Israel se ponga de su parte».

13 «Muy bien —respondió David—, pero no negociaré contigo a menos que cuando vengas me traigas a mi esposa Mical, hija de Saúl».

14 Además David envió este mensaje a Is-boset, hijo de Saúl: «Devuélveme a mi esposa Mical, pues la compré con la vidade cien filisteos».

15 Entonces Is-boset quitó a Mical de su marido Palti,hijo de Lais.

16 Palti la siguió hasta Bahurim, llorando todo el camino, por eso Abner le dijo: «¡Regresa a tu casa!». Así que Palti volvió a casa.

17 Mientras tanto, Abner había consultado con los ancianos de Israel y les dijo: «Desde hace tiempo ustedes han querido hacer a David su rey.

18 ¡Ahora es el momento! Pues elSeñorha dicho: “Yo he elegido a David para que salve a mi pueblo Israel de manos de los filisteos y de sus demás enemigos”».

19 Abner también habló con los hombres de Benjamín. Después se fue a Hebrón para decirle a David que todo el pueblo de Israel y de Benjamín aceptaban apoyarlo.

20 Cuando Abner y veinte de sus hombres llegaron a Hebrón, David los recibió con un gran banquete.

21 Luego Abner propuso a David: «Déjeme que vaya y convoque a todo Israel a una asamblea para que apoye a mi señor, el rey. Los israelitas harán un pacto con usted para hacerlo su rey, y usted gobernará todo lo que desea su corazón». Así que David despidió a Abner en paz.

Joab asesina a Abner

22 Pero justo después que David despidió a Abner en paz, Joab y algunas de las tropas de David regresaron de una incursión y traían un gran botín.

23 Cuando Joab llegó, le dijeron que Abner acababa de visitar al rey y que David lo había enviado en paz.

24 Entonces Joab fue de prisa a ver al rey y le preguntó: «¿Qué ha hecho usted? ¿Qué pretende al dejar ir a Abner?

25 ¡Sabe perfectamente bien que vino para espiarlo y averiguar todo lo que está haciendo!».

26 Con eso Joab dejó a David y envió mensajeros para que alcanzaran a Abner y le pidieran que regresara. Ellos lo encontraron junto al pozo de Sira y lo trajeron de regreso, sin que David supiera nada.

27 Cuando Abner llegó de nuevo a Hebrón, Joab lo llevó aparte, a las puertas de la ciudad, como si fuera a hablar en privado con él. Pero lo apuñaló en el estómago y lo mató en venganza por la muerte de su hermano Asael.

28 Cuando David se enteró, declaró: «Juro por elSeñorque yo y mi reino somos inocentes para siempre de este crimen cometido contra Abner, hijo de Ner.

29 Joab y su familia son los culpables. ¡Que la familia de Joab sea maldita! Que nunca falte un hombre de cada generación que padezca de llagas o de lepra,o que camine con muletas,o que muera a espada o que mendigue comida».

30 Joab y su hermano Abisai mataron a Abner, porque este había matado a su hermano Asael en la batalla de Gabaón.

David lamenta la muerte de Abner

31 Entonces David les dijo a Joab y a todos los que estaban con él: «Rásguense la ropa, pónganse tela áspera y hagan duelo por Abner». El rey David en persona caminó detrás del cortejo fúnebre hasta la tumba.

32 Así que enterraron a Abner en Hebrón, y el rey y todo el pueblo lloraron junto a la tumba.

33 Luego el rey cantó este canto fúnebre por Abner:

«¿Acaso tenía que morir Abner como mueren los necios?

34 Tus manos no estaban atadas;

tus pies no estaban encadenados.

No, fuiste asesinado,

víctima de un complot perverso».

Entonces todo el pueblo lloró nuevamente por Abner.

35 David rehusó comer el día del funeral y todos le suplicaban que comiera. Pero David había hecho el siguiente juramento: «Que Dios me castigue y aun me mate si como algo antes de que se ponga el sol».

36 Esto agradó mucho a los israelitas. De hecho, todo lo que el rey hacía les agradaba.

37 Así que todos en Judá y en Israel comprendieron que David no era responsable de la muerte de Abner.

38 Después, el rey David les dijo a sus oficiales: «¿No se dan cuenta de que hoy un gran comandante ha caído en Israel?

39 Y aunque soy el rey ungido, estos dos hijos de Sarvia, Joab y Abisai, son demasiado fuertes para que yo los controle. Por eso, que elSeñorles dé a estos hombres malignos su paga por sus malas acciones».

2 Samuel 4

Asesinato de Is-boset

1 Cuando Is-boset,el hijo de Saúl, se enteró de la muerte de Abner en Hebrón, se acobardó y todo Israel quedó paralizado de miedo.

2 Ahora bien, había dos hermanos, Baana y Recab, que eran capitanes de los destacamentos de asalto de Is-boset. Eran hijos de Rimón, un miembro de la tribu de Benjamín que vivía en Beerot. La ciudad de Beerot ahora forma parte del territorio de Benjamín

3 porque los habitantes originarios de Beerot huyeron a Gitaim, donde todavía viven como extranjeros.

4 (Jonatán, hijo de Saúl, tuvo un hijo llamado Mefiboset,quien quedó lisiado de niño. Cuando Mefiboset tenía cinco años, llegó la noticia desde Jezreel de que Saúl y Jonatán habían muerto en batalla. Al enterarse la niñera, tomó al niño y huyó; pero, con el apuro, se le cayó y quedó lisiado).

5 Cierto día, Recab y Baana, los hijos de Rimón de Beerot, fueron a la casa de Is-boset cerca del mediodía mientras él dormía la siesta.

6 A la portera, quien había estado zarandeando trigo, le dio sueño y se durmió. Así que Recab y Baana pasaron desapercibidos.

7 Entraron en la casa y encontraron a Is-boset dormido en su cama. Lo golpearon, lo mataron y le cortaron la cabeza. Luego tomaron la cabeza y huyeron durante la noche a través del valle del Jordán.

8 Cuando llegaron a Hebrón le presentaron la cabeza de Is-boset a David y exclamaron:

—¡Mire! Aquí está la cabeza de Is-boset, el hijo de su enemigo Saúl, quien intentó matarlo. ¡ElSeñorle ha dado hoy a mi señor el rey venganza sobre Saúl y toda su familia!

9 Pero David les dijo a Recab y a Baana:

—ElSeñor, quien me salvó de mis enemigos, es mi testigo.

10 Una vez alguien me dijo: “Saúl ha muerto”, pensando que me traía buenas noticias. Pero yo lo agarré y lo maté en Siclag. ¡Esa fue la recompensa que le di por sus noticias!

11 ¿Cuánto más debo recompensar a los hombres malignos que mataron a un hombre inocente en su propia casa y mientras estaba en la cama? ¿No debería hacerlos responsables de su sangre y así liberar al mundo de su presencia?

12 Entonces David ordenó a sus hombres que los mataran, y así lo hicieron. Les cortaron las manos y los pies, y colgaron sus cuerpos junto al estanque de Hebrón. Luego tomaron la cabeza de Is-boset y la enterraron en la tumba de Abner en Hebrón.

2 Samuel 5

David, rey de todo Israel

1 Luego todas las tribus de Israel fueron a David en Hebrón y le dijeron: «Somos de la misma sangre.

2 En el pasado,cuando Saúl era nuestro rey, en realidad era usted quien dirigía a las fuerzas de Israel. Y elSeñorle dijo: “Tú serás el pastor de mi pueblo Israel; tú serás el líder de Israel”».

3 De modo que allí en Hebrón el rey David hizo un pacto ante elSeñorcon todos los ancianos de Israel, y lo ungieron rey de Israel.

4 David tenía treinta años cuando comenzó a reinar, y reinó cuarenta años.

5 Había reinado sobre Judá desde Hebrón siete años y seis meses, y desde Jerusalén reinó sobre todo Israel y Judá por treinta y tres años.

David toma Jerusalén

6 Luego David guió a sus hombres a Jerusalén para pelear contra los jebuseos, los habitantes originarios de esa tierra, que vivían allí. Los jebuseos se mofaban de David: «¡Jamás entrarás aquí! ¡Hasta los ciegos y los cojos pueden impedir que ingreses!». Pues los jebuseos pensaban que estaban a salvo.

7 Pero David tomó la fortaleza de Sión, la que ahora se llama Ciudad de David.

8 El día del ataque, David les dijo a sus tropas: «Odio a esos jebuseos “cojos” y “ciegos”.Todo el que ataque la ciudad, que haga su entrada por el túnel de agua». Este es el origen del dicho: «Ni el ciego ni el cojo pueden entrar en la casa».

9 Así que David hizo de la fortaleza su casa y la llamó la Ciudad de David. Extendió la ciudad, comenzando desde los terraplenes,y continuó hacia adentro.

10 David se hacía cada vez más poderoso, porque elSeñorDios de los Ejércitos Celestiales estaba con él.

11 Luego Hiram, rey de Tiro, envió mensajeros a David, junto con madera de cedro, así como carpinteros y canteros, quienes construyeron un palacio para David.

12 Entonces David se dio cuenta de que elSeñorlo había confirmado como rey de Israel y que había bendecido su reino por amor a su pueblo Israel.

13 Después de mudarse de Hebrón a Jerusalén, David tomó más concubinas y esposas, y ellas tuvieron más hijos e hijas.

14 Estos son los nombres de los hijos de David que nacieron en Jerusalén: Samúa, Sobab, Natán, Salomón,

15 Ibhar, Elisúa, Nefeg, Jafía,

16 Elisama, Eliada y Elifelet.

David conquista a los filisteos

17 Cuando los filisteos se enteraron de que David había sido ungido rey de Israel, movilizaron todas sus fuerzas para capturarlo; pero le avisaron a David que venían, así que entró en la fortaleza.

18 Los filisteos llegaron y se desplegaron por todo el valle de Refaim.

19 Entonces David le preguntó alSeñor:

—¿Debo salir a pelear contra los filisteos? ¿Los entregarás en mis manos?

ElSeñorle contestó a David:

—Sí, adelante. Te aseguro que te los entregaré.

20 Entonces David fue a Baal-perazim y allí derrotó a los filisteos. «¡ElSeñorlo hizo! —exclamó David—. ¡Él irrumpió en medio de mis enemigos como una violenta inundación!». Así que llamó a ese lugar Baal-perazim (que significa «el Señor que irrumpe»).

21 Los filisteos abandonaron allí sus ídolos, y David y sus hombres los confiscaron.

22 Pero poco tiempo después, los filisteos volvieron y de nuevo se desplegaron en el valle de Refaim.

23 De nuevo David le preguntó alSeñorqué debía hacer. «No los ataques de frente —le contestó elSeñor—. En cambio, rodéalos y, cerca de los álamos,atácalos por la retaguardia.

24 Cuando oigas un sonido como de pies que marchan en las copas de los álamos, ¡mantente alerta! Esa será la señal de que elSeñorva delante de ti para herir de muerte al ejército filisteo».

25 Entonces David hizo lo que elSeñorle ordenó e hirió de muerte a los filisteos desde Gabaónhasta Gezer.

2 Samuel 6

Traslado del arca a Jerusalén

1 Entonces David volvió a reunir a las tropas más selectas de Israel, un total de treinta mil.

2 Y las llevó a Baala de Judápara traer de regreso el arca de Dios, que lleva el nombre delSeñorde los Ejércitos Celestiales,quien está entronizado entre los querubines.

3 Así que pusieron el arca de Dios en una carreta nueva y la retiraron de la casa de Abinadab, que estaba en una colina. Uza y Ahío, hijos de Abinadab, guiaban la carreta

4 que cargaba el arca de Dios.Ahío caminaba delante del arca.

5 David y todo el pueblo de Israel celebraban ante elSeñor, entonando cancionesy tocando todo tipo de instrumentos musicales: liras, arpas, panderetas, castañuelas y címbalos.

6 Cuando llegaron al campo de trillar de Nacón, los bueyes tropezaron, y Uza extendió la mano para sujetar el arca de Dios.

7 Entonces se encendió el enojo delSeñorcontra Uza, y Dios lo hirió de muerte debido a lo que hizo.Así fue como Uza murió allí mismo junto al arca de Dios.

8 Entonces David se enojó porque la ira delSeñorse había desatado contra Uza y llamó a ese lugar Fares-uza (que significa «desatarse contra Uza»), nombre que conserva hasta el día de hoy.

9 Ahora David tenía miedo delSeñory preguntó: «¿Cómo podré regresar el arca delSeñorpara que esté bajo mi cuidado?».

10 Por lo tanto, David decidió no trasladar el arca delSeñora la Ciudad de David, sino que la llevó a la casa de Obed-edom, en Gat.

11 El arca delSeñorpermaneció en la casa de Obed-edom por tres meses, y elSeñorbendijo a Obed-edom y a los de su casa.

12 Entonces le dijeron al rey David: «ElSeñorha bendecido a los de la casa de Obed-edom y a todo lo que tiene a causa del arca de Dios». Luego David fue y llevó el arca de Dios de la casa de Obed-edom a la Ciudad de David con gran celebración.

13 Cuando los hombres que llevaban el arca delSeñordieron apenas seis pasos, David sacrificó un toro y un ternero engordado.

14 Y David danzó ante elSeñorcon todas sus fuerzas, vestido con una vestidura sacerdotal.

15 David y todo el pueblo trasladaron el arca delSeñorentre gritos de alegría y toques de cuernos de carnero.

Mical desprecia a David

16 Entonces, cuando el arca delSeñorentraba a la Ciudad de David, Mical, hija de Saúl, se asomó por la ventana. Cuando vio que el rey David saltaba y danzaba ante elSeñor, se llenó de desprecio hacia él.

17 Así que trasladaron el arca y la colocaron en su lugar dentro de la carpa especial que David le había preparado. David sacrificó alSeñorofrendas quemadas y ofrendas de paz.

18 Cuando terminó de ofrecer los sacrificios, David bendijo al pueblo en el nombre delSeñorde los Ejércitos Celestiales.

19 Después repartió a todos los israelitas que estaban allí reunidos, tanto hombres como mujeres, una hogaza de pan, un pastel de dátilesy un pastel de pasas de uva. Luego todos regresaron a su casa.

20 Cuando David regresó a su hogar para bendecir a su propia familia, Mical, la hija de Saúl, salió a su encuentro y le dijo indignada:

—¡Qué distinguido se veía hoy el rey de Israel, exhibiéndose descaradamente delante de las sirvientas tal como lo haría cualquier persona vulgar!

21 David le replicó a Mical:

—¡Estaba danzando delante delSeñor, quien me eligió por encima de tu padre y de su familia! Él me designó como el líder de Israel, el pueblo delSeñor, y de este modo celebro delante de él.

22 ¡Así es, y estoy dispuesto a quedar en ridículo e incluso a ser humillado ante mis propios ojos! Pero esas sirvientas que mencionaste, ¡de seguro seguirán pensando que soy distinguido!

23 Y Mical, la hija de Saúl, nunca tuvo hijos en toda su vida.

2 Samuel 7

Pacto del Señor con David

1 Una vez que David se instaló en el palacio, y elSeñorle dio descanso de los enemigos que lo rodeaban,

2 el rey mandó llamar al profeta Natán.

—Mira —le dijo David—, yo vivo en un hermoso palacio de cedro,¡mientras que el arca de Dios está allá afuera en una carpa!

3 Natán le respondió al rey:

—Adelante, haz todo lo que tienes pensado porque elSeñorestá contigo.

4 Pero esa misma noche elSeñorle dijo a Natán:

5 «Ve y dile a mi siervo David: “Esto ha declarado elSeñor: ¿acaso eres tú el que me debe construir una casa en la que yo viva?

6 Desde el día en que saqué a los israelitas de Egipto hasta hoy, nunca he vivido en una casa. Siempre fui de un lugar a otro con una carpa y un tabernáculo como mi morada.

7 Sin embargo, dondequiera que fui con los israelitas, ni una sola vez me quejé ante los jefes de las tribus de Israel, los pastores de mi pueblo Israel. Nunca les pregunté: ‘¿Por qué no me han construido una hermosa casa de cedro?’”.

8 »Ahora ve y dile a mi siervo David: “Esto ha declarado elSeñorde los Ejércitos Celestiales: te saqué de cuidar ovejas en los pastos y te elegí para que fueras el líder de mi pueblo Israel.

9 He estado contigo dondequiera que has ido y destruí a todos tus enemigos frente a tus propios ojos. ¡Ahora haré que tu nombre sea tan famoso como el de los grandes que han vivido en la tierra!

10 Le daré una patria a mi pueblo Israel y lo estableceré en un lugar seguro donde nunca será molestado. Las naciones malvadas no lo oprimirán como lo hicieron en el pasado,

11 cuando designé jueces para que gobernaran a mi pueblo Israel; y te daré descanso de todos tus enemigos.

»”Además, elSeñordeclara que construirá una casa para ti, ¡una dinastía de reyes!

12 Pues cuando mueras y seas enterrado con tus antepasados, levantaré a uno de tus hijos de tu propia descendencia y fortaleceré su reino.

13 Él es quien edificará una casa —un templo— para mi nombre, y afirmaré su trono real para siempre.

14 Yo seré su padre, y él será mi hijo. Si peca, lo corregiré y lo disciplinaré con vara, como lo haría cualquier padre.

15 Pero no le retiraré mi favor como lo retiré de Saúl, a quien quité de tu vista.

16 Tu casa y tu reino continuarán para siempre delante de mí,y tu trono estará seguro para siempre”».

17 Entonces Natán regresó adonde estaba David y repitió todo lo que elSeñorle había dicho en la visión.

Oración de gratitud de David

18 Entonces el rey David entró y se sentó delante delSeñory oró:

«¿Quién soy yo, ohSeñorSoberano, y qué es mi familia para que me hayas traído hasta aquí?

19 Y ahora,SeñorSoberano, sumado a todo lo demás, ¡hablas de darle a tu siervo una dinastía duradera! ¿Tratas a todos de esta manera, ohSeñorSoberano?

20 »¿Qué más puedo decirte? Tú sabes cómo es realmente tu siervo,SeñorSoberano.

21 Debido a tu promesa y según tu voluntad hiciste todas estas grandes cosas y las diste a conocer a tu siervo.

22 »¡Qué grande eres, ohSeñorSoberano! No hay nadie como tú. ¡Nunca hemos oído de otro Dios como tú!

23 ¿Qué otra nación sobre la tierra es como tu pueblo Israel? ¿Qué otra nación, oh Dios, has redimido de la esclavitud para que sea tu pueblo? Te hiciste un gran nombre cuando redimiste a tu pueblo de Egipto. Realizaste imponentes milagros y expulsaste a las naciones y a los dioses que le impidieron el paso.

24 Hiciste de Israel tu pueblo para siempre y tú, ohSeñor, llegaste a ser su Dios.

25 »Y ahora, ohSeñorDios, yo soy tu siervo; haz lo que prometiste respecto a mí y a mi familia. Confírmalo como una promesa que durará para siempre.

26 Que tu nombre sea honrado para siempre, de modo que todos digan: “¡ElSeñorde los Ejércitos Celestiales es Dios sobre Israel!”. Que la casa de tu siervo David permanezca delante de ti para siempre.

27 »OhSeñorde los Ejércitos Celestiales, Dios de Israel, yo me he atrevido a elevarte esta oración porque le revelaste todo esto a tu siervo con las siguientes palabras: “Construiré una casa para ti, ¡una dinastía de reyes!”.

28 Pues tú eres Dios, ohSeñorSoberano; tus palabras son verdad, y le has prometido estas cosas buenas a tu siervo.

29 Ahora que te complazca bendecir la casa de tu siervo para que permanezca para siempre delante de ti. Has hablado, y cuando concedes una bendición a tu siervo, ohSeñorSoberano, ¡es una bendición eterna!».

2 Samuel 8

Victorias militares de David

1 Después David derrotó y sometió a los filisteos al conquistar Gat, su ciudad más grande.

2 David también conquistó la tierra de Moab. Hizo que la gente se acostara en el suelo en una fila y con una soga los midió y los separó por grupos. Ejecutó dos grupos por cada grupo que dejó con vida. Los moabitas a quienes se les perdonó la vida, se convirtieron en súbditos de David y tuvieron que pagarle tributo.

3 David también destruyó las fuerzas de Hadad-ezer, hijo de Rehob, rey de Soba, cuando Hadad-ezer marchó para fortalecer su control a lo largo del río Éufrates.

4 David capturó mil carros de guerra, siete mil conductores de carros de guerray veinte mil soldados de infantería. Les lisió los caballos de tiro, excepto los necesarios para cien carros de guerra.

5 Cuando los arameos de Damasco llegaron para ayudar al rey Hadad-ezer, David mató a veintidós mil de ellos.

6 Luego puso varias guarniciones militares en Damasco, la capital aramea, y los arameos se convirtieron en súbditos de David y le pagaban tributo. Así que elSeñorle daba la victoria a David dondequiera que iba.

7 David llevó a Jerusalén los escudos de oro de los oficiales de Hadad-ezer,

8 junto con una gran cantidad de bronce de las ciudades de Tebay Berotai que pertenecían a Hadad-ezer.

9 Cuando Toi, rey de Hamat, se enteró de que David había destruido a todo el ejército de Hadad-ezer,

10 envió a su hijo Joram para felicitar al rey David por su exitosa campaña. Hadad-ezer y Toi habían sido enemigos y con frecuencia estaban en guerra. Joram le obsequió a David muchos regalos de plata, de oro y de bronce.

11 El rey David dedicó todos estos regalos alSeñor, así como lo hizo con la plata y el oro de las demás naciones que había derrotado

12 —de Edom,de Moab, de Amón, de Filistea y de Amalec— y de Hadad-ezer hijo de Rehob, rey de Soba.

13 A raíz de esto, David se volvió muy famoso. Después de su regreso, aniquiló a dieciocho mil edomitasen el valle de la Sal.

14 Puso guarniciones militares por todo Edom, y los edomitas se convirtieron en súbditos de David. Es más, elSeñorle daba la victoria a David dondequiera que iba.

15 De modo que David reinó sobre todo Israel e hizo lo que era justo y correcto para su pueblo.

16 Joab, hijo de Sarvia, era el comandante del ejército; Josafat, hijo de Ahilud, era el historiador del reino.

17 Sadoc, hijo de Ahitob, y Ahimelec, hijo de Abiatar, eran los sacerdotes; Seraías era el secretario de la corte.

18 Benaía, hijo de Joiada, era el capitán de la guardia personal del rey,y los hijos de David servían como líderes sacerdotales.

2 Samuel 9

Bondad de David hacia Mefiboset

1 Cierto día, David preguntó: «¿Hay alguien de la familia de Saúl que aún siga con vida, alguien a quien pueda mostrarle bondad por amor a Jonatán?».

2 Entonces mandó llamar a Siba, un hombre que había sido uno de los siervos de Saúl.

—¿Eres tú Siba? —le preguntó el rey.

—Sí, señor, lo soy —contestó Siba.

3 Enseguida el rey le preguntó:

—¿Hay alguien de la familia de Saúl que todavía viva? De ser así, quisiera mostrarle la bondad de Dios.

Siba le contestó:

—Sí, uno de los hijos de Jonatán sigue con vida. Está lisiado de ambos pies.

4 —¿Dónde está? —preguntó el rey.

—En Lo-debar —le contestó Siba—, en la casa de Maquir, hijo de Amiel.

5 Entonces David mandó a buscarlo y lo sacó de la casa de Maquir.

6 Su nombre era Mefiboset;era hijo de Jonatán y nieto de Saúl. Cuando se presentó ante David, se postró hasta el suelo con profundo respeto.

David dijo:

—¡Saludos, Mefiboset!

Mefiboset respondió:

—Yo soy su siervo.

7 —¡No tengas miedo! —le dijo David—, mi intención es mostrarte mi bondad por lo que le prometí a tu padre, Jonatán. Te daré todas las propiedades que pertenecían a tu abuelo Saúl, y comerás aquí conmigo, a la mesa del rey.

8 Mefiboset se inclinó respetuosamente y exclamó:

—¿Quién es su siervo para que le muestre tal bondad a un perro muerto como yo?

9 Entonces el rey llamó a Siba, el siervo de Saúl, y dijo:

—Le he dado al nieto de tu amo todo lo que pertenecía a Saúl y a su familia.

10 Tú, tus hijos y tus siervos cultivarán la tierra para él, para que produzca alimento para la casa de tu amo.Pero Mefiboset, el nieto de tu amo, comerá aquí, a mi mesa. (Siba tenía quince hijos y veinte siervos).

11 Siba respondió:

—Sí, mi señor el rey, yo soy su siervo y haré todo lo que me ha ordenado.

A partir de ese momento, Mefiboset comió a la mesa de David,como si fuera uno de los hijos del rey.

12 Mefiboset tenía un hijo pequeño llamado Mica. A partir de entonces, todos los miembros de la casa de Siba fueron siervos de Mefiboset.

13 Y Mefiboset, quien estaba lisiado de ambos pies, vivía en Jerusalén y comía a la mesa del rey.

2 Samuel 10

David derrota a los amonitas

1 Después de un tiempo, murió Nahas, reyde los amonitas, y su hijo Hanún subió al trono.

2 David dijo: «Le mostraré lealtad a Hanún, así como su padre, Nahas, siempre me fue leal». Entonces David envió embajadores a Hanún para expresarle sus condolencias por la muerte de su padre.

Pero cuando los embajadores de David llegaron a la tierra de Amón,

3 los comandantes amonitas le dijeron a Hanún, su amo: «¿Realmente cree que estos hombres vienen para honrar a su padre? ¡No, David los ha enviado a espiar la ciudad para luego venir y conquistarla!».

4 Entonces Hanún tomó presos a los embajadores de David, les afeitó la mitad de la barba, les cortó los mantos a la altura de las nalgas y los envió avergonzados de regreso a David.

5 Cuando llegó a oídos de David lo que había sucedido, envió mensajeros para decirles a los hombres: «Quédense en Jericó hasta que les crezca la barba y luego regresen». Pues se sentían muy avergonzados de su aspecto.

6 Cuando el pueblo de Amón se dio cuenta de qué tan seriamente había provocado el enojo de David, los amonitas contrataron a veinte mil soldados arameos de infantería de las tierras de Bet-rehob y Soba, mil del rey de Maaca y doce mil de la tierra de Tob.

7 Cuando David se enteró, envió a Joab con todos sus guerreros a pelear contra ellos.

8 Las tropas amonitas se pusieron en pie de guerra a la entrada de la puerta de la ciudad, mientras los arameos de Soba y Rehob, junto con los hombres de Tob y Maaca, tomaron posiciones para pelear a campo abierto.

9 Cuando Joab vio que tendría que luchar tanto por el frente como por la retaguardia, eligió a algunas de las tropas selectas israelitas y las puso bajo su propio mando para luchar contra los arameos a campo abierto.

10 Dejó al resto del ejército bajo el mando de su hermano Abisai, quien atacaría a los amonitas.

11 «Si los arameos son demasiado fuertes para mí, entonces ven en mi ayuda —le dijo Joab a su hermano—. Si los amonitas son demasiado fuertes para ti, yo iré en tu ayuda.

12 ¡Sé valiente! Luchemos con valor por nuestro pueblo y por las ciudades de nuestro Dios, y que se haga la voluntad delSeñor».

13 Cuando Joab y sus tropas atacaron, los arameos comenzaron a huir.

14 Al ver que los arameos corrían, los amonitas huyeron de Abisai y retrocedieron a la ciudad. Terminada la batalla, Joab regresó a Jerusalén.

15 Al darse cuenta los arameos de que no podían contra Israel se reagruparon,

16 y se les unieron tropas adicionales arameas que Hadad-ezer mandó llamar del otro lado del río Éufrates.Estas tropas llegaron a Helam bajo el mando de Sobac, el comandante de las fuerzas de Hadad-ezer.

17 Cuando David oyó lo que sucedía, movilizó a todo Israel, cruzó el río Jordán y guió al ejército a Helam. Los arameos se pusieron en formación de batalla y lucharon contra David;

18 pero nuevamente los arameos huyeron de los israelitas. Esta vez las fuerzas de David mataron a setecientos conductores de carros de guerra y a cuarenta mil soldados de infantería,entre estos a Sobac, el comandante del ejército.

19 Cuando todos los reyes que estaban aliados con Hadad-ezer vieron que Israel los había derrotado, se rindieron a Israel y se convirtieron en sus súbditos. Después de esto, los arameos tuvieron miedo de ayudar a los amonitas.

2 Samuel 11

David y Betsabé

1 En la primavera,cuando los reyes suelen salir a la guerra, David envió a Joab y al ejército israelita para pelear contra los amonitas. Destruyeron al ejército amonita y sitiaron la ciudad de Rabá. Sin embargo, David se quedó en Jerusalén.

2 Una tarde, después del descanso de mediodía, David se levantó de la cama y subió a caminar por la azotea del palacio. Mientras miraba hacia la ciudad, vio a una mujer de belleza singular que estaba bañándose.

3 Luego envió a alguien para que averiguara quién era la mujer y le dijeron: «Es Betsabé, hija de Eliam y esposa de Urías el hitita».

4 Así que David envió mensajeros para que la trajeran y cuando llegó al palacio, se acostó con ella. Luego ella regresó a su casa. (Betsabé recién había terminado los ritos de purificación posteriores a su período menstrual).

5 Tiempo después, cuando Betsabé descubrió que estaba embarazada, le envió el siguiente mensaje a David: «Estoy embarazada».

6 Entonces David envió un mensaje a Joab: «Mándame a Urías el hitita». Así que Joab se lo envió.

7 Cuando Urías llegó, David le preguntó cómo estaban Joab y el ejército, y cómo marchaba la guerra.

8 Después le dijo a Urías: «Ve a tu casa a descansar». David incluso le envió un regalo a Urías apenas este dejó el palacio.

9 Pero Urías no fue a su casa, sino que durmió esa noche a la entrada del palacio con la guardia real.

10 Al enterarse David de que Urías no había ido a su casa, lo mandó llamar y le preguntó:

—¿Qué pasa? ¿Por qué no fuiste anoche a tu casa después de haber estado fuera por tanto tiempo?

11 Urías le contestó:

—El arca y el ejército de Israel y el de Judá están viviendo en carpas,y Joab y los hombres de mi señor están acampando a cielo abierto. ¿Cómo podría yo ir a casa para beber, comer y dormir con mi esposa? Juro que jamás haría semejante cosa.

12 —Está bien, quédate hoy aquí —le dijo David— y mañana puedes regresar al ejército.

Así que Urías se quedó en Jerusalén ese día y el siguiente.

13 David lo invitó a cenar y lo emborrachó. Pero aun así no logró que Urías se fuera a la casa con su esposa, sino que nuevamente se quedó a dormir a la entrada del palacio con la guardia real.

David trama la muerte de Urías

14 Entonces, a la mañana siguiente, David escribió una carta a Joab y se la dio a Urías para que se la entregara.

15 La carta le daba las siguientes instrucciones a Joab: «Pon a Urías en las líneas del frente, donde la batalla sea más violenta. Luego retrocedan, para que lo maten».

16 Así que Joab asignó a Urías a un lugar cerca de la muralla de la ciudad donde sabía que peleaban los hombres más fuertes del enemigo.

17 Y cuando los soldados enemigos salieron de la ciudad para pelear, Urías el hitita murió junto con varios soldados israelitas.

18 Luego Joab envió a David un informe de la batalla.

19 Le dijo a su mensajero: «Informa al rey todas las novedades de la batalla.

20 Pero tal vez se enoje y pregunte: “¿Por qué las tropas se acercaron tanto a la ciudad? ¿Acaso no sabían que dispararían desde la muralla?

21 ¿No fue Abimelec, hijo de Gedeón,muerto en Tebes por una mujer que le tiró una piedra de molino desde la muralla? ¿Por qué se acercaron tanto a la muralla?”. Entonces dile: “Murió también Urías el hitita”».

22 Por lo tanto, el mensajero fue a Jerusalén y le dio un informe completo a David.

23 —El enemigo salió contra nosotros a campo abierto —le dijo—, y cuando los perseguíamos hasta las puertas de la ciudad,

24 los arqueros que estaban en la muralla nos dispararon flechas. Mataron a algunos hombres del rey, entre ellos a Urías el hitita.

25 —Bien, dile a Joab que no se desanime —dijo David—. ¡La espada devora a este hoy y a aquel mañana! La próxima vez esfuércense más, ¡y conquistarán la ciudad!

26 Cuando la esposa de Urías se enteró de que su marido había muerto, hizo duelo por él.

27 Una vez cumplido el período de luto, David mandó que la trajeran al palacio, y pasó a ser una de sus esposas. Luego ella dio a luz un hijo. Pero elSeñorestaba disgustado con lo que David había hecho.

2 Samuel 12

Natán reprende a David

1 Por lo tanto, elSeñorenvió al profeta Natán para que le contara a David la siguiente historia:

—Había dos hombres en cierta ciudad; uno era rico y el otro, pobre.

2 El hombre rico poseía muchas ovejas, y ganado en cantidad.

3 El pobre no tenía nada, solo una pequeña oveja que había comprado. Él crió esa ovejita, la cual creció junto con sus hijos. La ovejita comía del mismo plato del dueño y bebía de su vaso, y él la acunaba como a una hija.

4 Cierto día llegó una visita a la casa del hombre rico. Pero en lugar de matar un animal de su propio rebaño o de su propia manada, tomó la ovejita del hombre pobre, la mató y la preparó para su invitado.

5 Entonces David se puso furioso.

—¡Tan cierto como que elSeñorvive —juró—, cualquier hombre que haga semejante cosa merece la muerte!

6 Debe reparar el daño dándole al hombre pobre cuatro ovejas por la que le robó y por no haber tenido compasión.

7 Entonces Natán le dijo a David:

—¡Tú eres ese hombre! ElSeñor, Dios de Israel, dice: “Yo te ungí rey de Israel y te libré del poder de Saúl.

8 Te di la casa de tu amo, sus esposas y los reinos de Israel y Judá. Y si eso no hubiera sido suficiente, te habría dado más, mucho más.

9 ¿Por qué, entonces, despreciaste la palabra delSeñore hiciste este acto tan horrible? Pues mataste a Urías el hitita con la espada de los amonitas y le robaste a su esposa.

10 De ahora en adelante, tu familia vivirá por la espada porque me has despreciado al tomar a la esposa de Urías para que sea tu mujer”.

11 »Esto dice elSeñor: “Por lo que has hecho, haré que tu propia familia se rebele en tu contra. Ante tus propios ojos, daré tus mujeres a otro hombre, y él se acostará con ellas a la vista de todos.

12 Tú lo hiciste en secreto, pero yo haré que esto suceda abiertamente a la vista de todo Israel”.

David confiesa su culpa

13 Entonces David confesó a Natán:

—He pecado contra elSeñor.

Natán respondió:

—Sí, pero elSeñorte ha perdonado, y no morirás por este pecado.

14 Sin embargo, como has mostrado un total desprecio por la palabra delSeñorcon lo que hiciste, tu hijo morirá.

15 Después que Natán regresó a su casa, elSeñorle envió una enfermedad mortal al hijo que David tuvo con la esposa de Urías.

16 Así que David le suplicó a Dios que perdonara la vida de su hijo, y no comió, y estuvo toda la noche tirado en el suelo.

17 Entonces los ancianos de su casa le rogaban que se levantara y comiera con ellos, pero él se negó.

18 Finalmente, al séptimo día, el niño murió. Los consejeros de David tenían temor de decírselo. «No escuchaba razones cuando el niño estaba enfermo —se decían—, ¿qué locura hará cuando le digamos que el niño murió?».

19 Cuando David vio que susurraban entre sí, se dio cuenta de lo que había pasado.

—¿Murió el niño? —preguntó.

—Sí —le contestaron—, ya murió.

20 De inmediato David se levantó del suelo, se lavó, se puso locionesy se cambió de ropa. Luego fue al tabernáculo a adorar alSeñory después volvió al palacio donde le sirvieron comida y comió.

21 Sus consejeros estaban asombrados.

—No lo entendemos —le dijeron—. Mientras el niño aún vivía, lloraba y rehusaba comer. Pero ahora que el niño ha muerto, usted terminó el duelo y de nuevo está comiendo.

22 —Ayuné y lloré —respondió David— mientras el niño vivía porque me dije: “Tal vez elSeñorsea compasivo conmigo y permita que el niño viva”.

23 Pero ¿qué motivo tengo para ayunar ahora que ha muerto? ¿Puedo traerlo de nuevo a la vida? Un día yo iré a él, pero él no puede regresar a mí.

24 Luego David consoló a Betsabé, su esposa, y se acostó con ella. Entonces ella quedó embarazada y dio a luz un hijo, y Davidlo llamó Salomón. ElSeñoramó al niño

25 y mandó decir por medio del profeta Natán que deberían llamarlo Jedidías (que significa «amado delSeñor») como elSeñorhabía ordenado.

David conquista Rabá

26 Mientras tanto, Joab luchaba contra la ciudad de Rabá, la capital de Amón, y tomó las fortificaciones reales.

27 Entonces Joab envió mensajeros a David para decirle: «He peleado contra Rabá y he capturado el suministro de agua.

28 Ahora traiga al resto del ejército y tome la ciudad; de lo contrario, yo seré quien la conquiste y reciba el reconocimiento por la victoria».

29 Entonces David reunió al resto del ejército y fue a Rabá, peleó contra la ciudad y la tomó.

30 David quitó la corona de la cabeza del reyy la colocaron sobre la de él. La corona estaba hecha de oro con gemas incrustadas y pesaba treinta y cuatro kilos.Además, David se llevó un enorme botín de la ciudad.

31 También hizo esclavos a los habitantes de Rabá y los forzó a trabajar consierras, picos y hachas de hierro, y a trabajar en los hornos de ladrillos.Así trató a la gente de todas las ciudades amonitas. Luego David regresó a Jerusalén con todo el ejército.