Malaquías 1

1 Este es el mensajeque elSeñordio a Israel por medio del profeta Malaquías.

Amor de Dios por Israel

2 «Yo siempre los he amado», dice elSeñor.

Sin embargo, ustedes replican: «¿De veras? ¿Cómo nos has amado?».

Entonces elSeñorcontesta: «Yo les he demostrado mi amor de la siguiente manera: amé a su antepasado Jacob,

3 pero rechacé a su hermano, Esaú, y devasté su zona montañosa. Convertí la herencia de Esaú en un desierto para chacales».

4 Los descendientes de Esaú en Edom podrán decir: «Hemos sido destrozados, pero reconstruiremos las ruinas».

No obstante, elSeñorde los Ejércitos Celestiales responde: «Puede ser que intenten reconstruirlas, pero yo las derribaré de nuevo. Su país será conocido como “tierra de perversidad” y su pueblo será llamado “el pueblo con quien elSeñorestá para siempre enojado”.

5 Cuando vean la destrucción con sus propios ojos, dirán: “¡Verdaderamente la grandeza delSeñorse extiende más allá de las fronteras de Israel!”».

Sacrificios indignos

6 ElSeñorde los Ejércitos Celestiales dice a los sacerdotes: «Un hijo honra a su padre y un sirviente respeta a su señor. Si yo soy su padre y su señor, ¿dónde están el honor y el respeto que merezco? ¡Ustedes han tratado mi nombre con desprecio!

»No obstante, preguntan: “¿De qué manera hemos tratado tu nombre con desprecio?”.

7 »Mostraron su desprecio al ofrecer sacrificios contaminados sobre mi altar.

»Entonces preguntan: “¿Cómo hemos contaminado los sacrificios?”.

»Los contaminaron al decir que el altar delSeñorno merece respeto.

8 Cuando ofrecen animales ciegos como sacrificio, ¿acaso no está mal? ¿Y no está mal también ofrecer animales lisiados y enfermos? ¡Intenten dar este tipo de regalos al gobernador y vean qué contento se pone!», dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales.

9 «¡Adelante, supliquen a Dios que sea misericordioso con ustedes! Pero cuando llevan esa clase de ofrendas a él, ¿por qué debería tratarlos bien?», pregunta elSeñorde los Ejércitos Celestiales.

10 «¡Cómo quisiera que alguno de ustedes cerrara las puertas del templo para que esos sacrificios despreciables no fueran ofrecidos! No estoy nada contento con ustedes —dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales—, y no aceptaré sus ofrendas.

11 Sin embargo, mi nombre es honradodesde la mañana hasta la noche por gente de otras naciones. En todo el mundo ofrecenincienso dulce y ofrendas puras en honor de mi nombre. Pues mi nombre es grande entre las naciones», dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales.

12 «Ustedes, en cambio, deshonran mi nombre con sus acciones. Al traer alimentos despreciables declaran que no está mal deshonrar la mesa del Señor.

13 Ustedes dicen: “Es demasiado difícil servir alSeñor” y consideran un fastidio mis mandamientos —dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales—. ¡Imagínense! ¡Están presentando animales robados, lisiados y enfermos como ofrendas! ¿Debo aceptar esa clase de ofrenda de ustedes?», pregunta elSeñor.

14 «Maldito sea el tramposo que promete dar un carnero selecto de su rebaño, pero después sacrifica uno defectuoso al Señor. ¡Pues yo soy un gran rey —dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales—, y mi nombre es temido entre las naciones!

Malaquías 2

Advertencia a los sacerdotes

1 »Escuchen, ustedes sacerdotes, ¡este mandato es para ustedes!

2 Escúchenme y decidan honrar mi nombre —dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales—, o enviaré una maldición terrible contra ustedes. Maldeciré hasta las bendiciones que reciban. En realidad ya las he maldecido, porque ustedes no han tomado a pecho mi advertencia.

3 Castigaré a sus descendientes y a ustedes les salpicaré la cara con el estiércol de los animales que sacrifican en sus festivales y luego los arrojaré sobre el montón de estiércol.

4 Entonces por fin sabrán que fui yo quien les envió esta advertencia, para que mi pacto con los levitas continúe», dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales.

5 «El propósito de mi pacto con los levitas era darles vida y paz y eso fue lo que les di. De ellos se requería que me reverenciaran, y lo hicieron en gran manera y temieron mi nombre.

6 Comunicaron al pueblo la verdad de las instrucciones que recibieron de mí. No mintieron ni estafaron; anduvieron conmigo y llevaron vidas buenas y justas e hicieron volver a muchas personas de sus vidas pecaminosas.

7 »Las palabras que salen de la boca de un sacerdote deberían conservar el conocimiento de Dios y la gente debería acudir a él para recibir instrucción, porque el sacerdote es el mensajero delSeñorde los Ejércitos Celestiales.

8 No obstante, ustedes, sacerdotes, han abandonado los caminos de Dios. Sus instrucciones hicieron que muchos cayeran en pecado. Corrompieron el pacto que hice con los levitas —dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales—.

9 Por lo tanto, yo los he vuelto despreciables y los he humillado ante los ojos de todo el pueblo. Pues no me obedecieron sino que mostraron favoritismo en su forma de llevar a la práctica mis instrucciones».

Un llamado a la fidelidad

10 ¿No somos hijos del mismo Padre? ¿No fuimos creados por el mismo Dios? Entonces, ¿por qué nos traicionamos unos a otros, violando el pacto de nuestros antepasados?

11 Judá ha sido infiel y se ha hecho una cosa detestable en Israel y en Jerusalén. Los hombres de Judá han contaminado el amado santuario delSeñor, al casarse con mujeres que rinden culto a ídolos.

12 Que elSeñorarranque de la nación de Israelhasta el último de los hombres que haya hecho esto y que aun así lleva una ofrenda alSeñorde los Ejércitos Celestiales.

13 Esta es otra cosa que hacen: cubren el altar delSeñorcon lágrimas; lloran y gimen porque él no presta atención a sus ofrendas ni las acepta con agrado.

14 Claman: «¿Por qué elSeñorno acepta mi adoración?». ¡Les diré por qué! Porque elSeñorfue testigo de los votos que tú y tu esposa hicieron cuando eran jóvenes. Pero tú le has sido infiel, aunque ella siguió siendo tu compañera fiel, la esposa con la que hiciste tus votos matrimoniales.

15 ¿No te hizo uno elSeñorcon tu esposa? En cuerpo y espíritu ustedes son de él.¿Y qué es lo que él quiere? De esa unión quiere hijos que vivan para Dios. Por eso, guarda tu corazón y permanece fiel a la esposa de tu juventud.

16 «¡Pues yo odio el divorcio!—dice elSeñor, Dios de Israel—. Divorciarte de tu esposa es abrumarla de crueldad—dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales—. Por eso guarda tu corazón; y no le seas infiel a tu esposa».

17 Ustedes han cansado alSeñorcon sus palabras.

«¿Cómo lo hemos cansado?», preguntan.

Lo cansaron diciendo que todos los que hacen el mal son buenos a los ojos delSeñory que él se agrada de ellos. Lo han fatigado al preguntar: «¿Dónde está el Dios de justicia?».

Malaquías 3

El día del juicio venidero

1 «¡Miren! Yo envío a mi mensajero y él preparará el camino delante de mí. Entonces el Señor al que ustedes buscan vendrá de repente a su templo. El mensajero del pacto a quien buscan con tanto entusiasmo, sin duda vendrá», dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales.

2 «Pero ¿quién será capaz de soportar su venida? ¿Quién podrá mantenerse de pie y estar cara a cara con él cuando aparezca? Pues él será como un fuego abrasador que refina el metal o como un jabón fuerte que blanquea la ropa.

3 Se sentará como un refinador de plata y quemará la escoria. Purificará a los levitas, refinándolos como el oro y la plata, para que vuelvan a ofrecer sacrificios aceptables alSeñor.

4 Nuevamente elSeñorrecibirá las ofrendas que el pueblo de Judá y Jerusalén le lleven, como lo hizo en el pasado.

5 »En ese día, yo los pondré a juicio. Estoy ansioso por dar testimonio contra todos los hechiceros, los adúlteros y los mentirosos. Declararé en contra de los que estafan a sus empleados con sus sueldos, de los que oprimen a viudas y huérfanos o privan de justicia a los extranjeros que viven entre ustedes, porque gente que hace estas cosas no me teme», dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales.

Un llamado al arrepentimiento

6 «Yo soy elSeñory no cambio. Por eso ustedes, descendientes de Jacob, aún no han sido destruidos.

7 Desde los días de sus antepasados, han despreciado mis decretos y los han desobedecido. Ahora, vuelvan a mí y yo volveré a ustedes», dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales.

«Pero ustedes preguntan: “¿Cómo podemos volver cuando nunca nos fuimos?”.

8 »¿Debería el pueblo estafar a Dios? ¡Sin embargo, ustedes me han estafado!

»Pero ustedes preguntan: “¿Qué quieres decir? ¿Cuándo te hemos estafado?”.

»Me han robado los diezmos y ofrendas que me corresponden.

9 Ustedes están bajo maldición porque toda la nación me ha estado estafando.

10 Traigan todos los diezmos al depósito del templo, para que haya suficiente comida en mi casa. Si lo hacen —dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales—, les abriré las ventanas de los cielos. ¡Derramaré una bendición tan grande que no tendrán suficiente espacio para guardarla! ¡Inténtenlo! ¡Pónganme a prueba!

11 Sus cosechas serán abundantes porque las protegeré de insectos y enfermedades.Las uvas no caerán de las vides antes de madurar —dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales—.

12 Entonces todas las naciones los llamarán benditos, porque su tierra será un deleite», dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales.

13 «Ustedes han dicho cosas terribles acerca de mí», dice elSeñor.

«Sin embargo, ustedes preguntan: “¿Qué quieres decir? ¿Qué hemos dicho contra ti?”.

14 »Ustedes han dicho: “¿De qué vale servir a Dios? ¿Qué hemos ganado con obedecer sus mandamientos o demostrarle alSeñorde los Ejércitos Celestiales que nos sentimos apenados por nuestros pecados?

15 De ahora en adelante llamaremos bendito al arrogante. Pues los que hacen maldad se enriquecen y los que desafían a Dios a que los castigue no sufren ningún daño”».

Promesa de la misericordia de Dios

16 Entonces los que temían alSeñorhablaron entre sí y elSeñorescuchó lo que dijeron. En la presencia de él, escribieron un rollo de memorias para registrar los nombres de los que temían alSeñory siempre pensaban en el honor de su nombre.

17 «Ellos serán mi pueblo —dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales—. El día en que yo venga para juzgar, serán mi tesoro especial. Les tendré compasión así como un padre le muestra compasión a un hijo obediente.

18 Entonces de nuevo podrán ver la diferencia entre los justos y los perversos, entre los que sirven a Dios y los que no lo hacen».

Malaquías 4

El día del juicio venidero

1 ElSeñorde los Ejércitos Celestiales dice: «El día del juicio se acerca, ardiente como un horno. En aquel día el arrogante y el perverso serán quemados como paja. Serán consumidos, desde las raíces hasta las ramas.

2 »Sin embargo, para ustedes que temen mi nombre, se levantará el Sol de Justiciacon sanidad en sus alas. Saldrán libres, saltando de alegría como becerros sueltos en medio de los pastos.

3 El día en que yo actúe, ustedes pisotearán a los perversos como si fueran polvo debajo de sus pies», dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales.

4 «Acuérdense de obedecer la ley de Moisés, mi servidor, todos los decretos y ordenanzas que le entregué en el monte Sinaípara todo Israel.

5 »Miren, les envío al profeta Elías antes de que llegue el gran y terrible día delSeñor.

6 Sus predicaciones harán volver el corazón de los padreshacia sus hijos y el corazón de los hijos hacia sus padres. De lo contrario, vendré y haré caer una maldición sobre la tierra».

Zacarías 1

Un llamado a volver al Señor

1 En noviembredel segundo año del reinado de Darío, elSeñorle dio este mensaje al profeta Zacarías, hijo de Berequías, nieto de Iddo:

2 «Yo, elSeñor, estuve muy enojado con los antepasados de ustedes.

3 Por lo tanto, dile al pueblo: “ElSeñorde los Ejércitos Celestiales dice: ‘Regresen a mí y yo me volveré a ustedes, dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales’.

4 No sean como sus antepasados que no querían escuchar ni prestar atención cuando los antiguos profetas les dijeron: ‘ElSeñorde los Ejércitos Celestiales dice: “Apártense de sus malos caminos y abandonen todas sus prácticas malvadas”’.

5 »”¿Dónde están ahora sus antepasados? Ellos y los profetas murieron hace mucho tiempo.

6 Pero todo lo que dije por medio de mis siervos, los profetas, les ocurrió a sus antepasados, tal como lo dije. En consecuencia, ellos se arrepintieron y dijeron: ‘Hemos recibido lo que merecíamos delSeñorde los Ejércitos Celestiales. Él ha hecho lo que dijo que haría’”».

Un hombre entre los arrayanes

7 Tres meses después, el 15 de febrero,elSeñorenvió otro mensaje al profeta Zacarías, hijo de Berequías, nieto de Iddo.

8 En una visión durante la noche, vi a un hombre montado en un caballo rojo que estaba entre unos arrayanes en un pequeño valle. Detrás de él había jinetes en caballos rojos, marrones y blancos.

9 Le pregunté al ángel que hablaba conmigo:

—Mi señor, ¿qué significan estos caballos?

—Te mostraré —me contestó el ángel.

10 Entonces el jinete que estaba entre los arrayanes me explicó: «Son los que elSeñorha enviado a recorrer la tierra».

11 Entonces los otros jinetes le informaron al ángel delSeñor, que se encontraba entre los arrayanes: «Hemos estado recorriendo la tierra y el mundo entero está en paz».

12 Al escucharlo, el ángel delSeñorelevó la siguiente oración: «OhSeñorde los Ejércitos Celestiales, durante los últimos setenta años has estado enojado con Jerusalén y con las ciudades de Judá. ¿Cuánto tiempo más pasará para que vuelvas a mostrarles compasión?».

13 Entonces elSeñorle habló palabras buenas y consoladoras al ángel que conversaba conmigo.

14 Luego el ángel me dijo: «Proclama este mensaje a gritos para que todos lo oigan: “ElSeñorde los Ejércitos Celestiales dice: ‘Mi amor por Jerusalén y el monte Sión es intenso y ferviente.

15 Sin embargo, estoy muy enojado con las otras naciones que ahora disfrutan de paz y seguridad. Solo me enojé un poco con mi pueblo, pero las naciones le causaron mucho más daño del que me proponía.

16 »’Por lo tanto, esto es lo que dice elSeñor: he vuelto a mostrar misericordia a Jerusalén. Mi templo será reedificado, dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales, y se tomarán las medidas para la reconstrucción de Jerusalén’”.

17 »Proclama también: “ElSeñorde los Ejércitos Celestiales dice: ‘Otra vez las ciudades de Israel rebosarán de prosperidad y otra vez elSeñorconsolará a Sión y elegirá a Jerusalén para sí mismo’”».

Los cuatro cuernos y los cuatro herreros

18 Entonces levanté la mirada y vi cuatro cuernos.

19 —¿Qué significan estos cuernos? —pregunté al ángel que hablaba conmigo.

Él me contestó:

—Estos cuernos representan a las naciones que dispersaron a Judá, a Israel y a Jerusalén.

20 Entonces elSeñorme mostró cuatro herreros.

21 —Y estos hombres, ¿qué vienen a hacer? —pregunté.

El ángel me contestó:

—Estos cuatro cuernos, es decir, estas naciones, dispersaron y humillaron a Judá. Ahora estos herreros han venido para aterrorizar, derribar y destruir a esas naciones.

Zacarías 2

Prosperidad futura de Jerusalén

1 Cuando miré de nuevo, vi a un hombre con una cinta de medir en la mano.

2 —¿Adónde vas? —le pregunté.

—Voy a medir Jerusalén —me contestó— para ver cuánto mide de ancho y de largo.

3 Entonces el ángel que estaba conmigo fue a reunirse con un segundo ángel que se dirigía hacia él.

4 El otro ángel dijo:

—Apresúrate y dile a ese joven: “¡Jerusalén algún día estará tan llena de gente y de animales que no habrá lugar suficiente para todos! Muchos vivirán fuera de las murallas de la ciudad.

5 Entonces yo mismo seré un muro de fuego protector alrededor de Jerusalén, dice elSeñor. ¡Y seré la gloria dentro de la ciudad!”.

Los desterrados son llamados a regresar

6 ElSeñordice: «¡Salgan! Huyan de Babilonia en la tierra del norte, porque yo los he dispersado a los cuatro vientos.

7 ¡Sal, pueblo de Sión, tú que estás desterrado en Babilonia!».

8 Después de un período de gloria, elSeñorde los Ejércitos Celestiales me enviócontra las naciones que los saquearon a ustedes. Pues él dijo: «Cualquiera que te dañe, daña a mi más preciada posesión.

9 Levantaré mi puño para aplastarlos y sus propios esclavos los saquearán». Entonces ustedes sabrán que elSeñorde los Ejércitos Celestiales me ha enviado.

10 ElSeñordice: «Grita y alégrate, oh Jerusalén hermosa,porque yo vengo a vivir en medio de ti.

11 Muchas naciones se unirán alSeñoren ese día y ellos también serán mi pueblo. Viviré entre ustedes y sabrán que elSeñorde los Ejércitos Celestiales me ha enviado a ustedes.

12 La tierra de Judá será la preciada posesión delSeñoren la tierra santa y él elegirá una vez más a Jerusalén para ser su propia ciudad.

13 Que toda la humanidad guarde silencio ante elSeñor, porque él entra en acción desde su santa morada».

Zacarías 3

Limpieza del sumo sacerdote

1 Entonces el ángel me mostró a Jesúa,el sumo sacerdote, que estaba de pie ante el ángel delSeñor. El Acusador, Satanás,estaba allí a la derecha del ángel y presentaba acusaciones contra Jesúa.

2 Entonces elSeñorle dijo a Satanás: «Yo, elSeñor, rechazo tus acusaciones, Satanás. Así es, elSeñorque eligió a Jerusalén te reprende. Este hombre es como un tizón en llamas que ha sido arrebatado del fuego».

3 La ropa de Jesúa estaba sucia cuando estuvo de pie ante el ángel.

4 Entonces el ángel dijo a los otros que estaban allí: «Quítenle esa ropa sucia». Luego se volvió hacia Jesúa y le dijo: «¿Ya ves? He quitado tus pecados y ahora te voy a dar esta ropa nueva y fina».

5 Luego yo dije: «Deben también colocarle un turbante limpio en la cabeza». Así que ellos le pusieron en la cabeza un turbante sacerdotal limpio y lo vistieron de ropas nuevas, mientras el ángel delSeñorpermanecía cerca.

6 Entonces el ángel delSeñorhabló solemnemente a Jesúa y le dijo:

7 «ElSeñorde los Ejércitos Celestiales dice: “Si tú sigues mis caminos y me sirves con cuidado, recibirás autoridad sobre mi templo y sus atrios. Permitiré que camines entre los otros que están aquí.

8 »”Escúchenme, oh Jesúa, sumo sacerdote, y ustedes los demás sacerdotes. Ustedes son símbolos de lo que está por venir. Pronto traeré a mi siervo llamado el Retoño.

9 Miren ahora la joya que he puesto ante Jesúa, una sola piedra con siete facetas.Grabaré una inscripción en ella, dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales, y en un solo día quitaré los pecados de esta tierra.

10 »”En ese día, dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales, cada uno invitará a su vecino a sentarse en paz bajo sus propias vides e higueras”».

Zacarías 4

El candelabro y los dos olivos

1 Entonces el ángel que había estado hablando conmigo volvió y me despertó, como si hubiera estado dormido.

2 —¿Qué ves ahora? —me preguntó.

—Veo un candelabro de oro macizo con un tazón de aceite encima —contesté—. Alrededor del tazón hay siete lámparas y cada una tiene siete conductos para las mechas.

3 También veo dos olivos, uno a cada lado del tazón.

4 Entonces le pregunté al ángel:

—¿Qué es todo esto, mi señor? ¿Qué significa?

5 —¿No lo sabes? —preguntó el ángel.

—No, mi señor —le contesté.

6 Entonces me dijo:

—ElSeñordice a Zorobabel: “No es por el poder ni por la fuerza, sino por mi Espíritu, dice elSeñorde los Ejércitos Celestiales.

7 Nada impedirá el camino de Zorobabel, ni siquiera una montaña gigantesca, ¡pues se convertirá en llanura delante de él! Y cuando Zorobabel coloque la última piedra del templo en su lugar, la gente gritará: ‘¡Dios lo bendiga! ¡Dios lo bendiga!’”.

8 Después recibí otro mensaje delSeñor:

9 «Zorobabel es quien colocó los cimientos de este templo y él los terminará. Así ustedes sabrán que elSeñorde los Ejércitos Celestiales me envió.

10 No menosprecien estos modestos comienzos, pues elSeñorse alegrará cuando vea que el trabajo se inicia y que la plomada está en las manos de Zorobabel».

(Las siete lámparasrepresentan los ojos delSeñorque recorren toda la tierra).

11 Entonces le pregunté al ángel:

—¿Qué son esos dos olivos a cada lado del candelabro

12 y las dos ramas de olivo que vierten aceite dorado por dos tubos de oro?

13 —¿No lo sabes? —preguntó.

—No, mi señor —respondí.

14 Entonces él me dijo:

—Representan a los dos ungidosque están de pie en la corte del Señor de toda la tierra.

Zacarías 5

El rollo que volaba

1 Levanté otra vez la mirada y vi un rollo volando en el aire.

2 —¿Qué ves? —preguntó el ángel.

—Veo un rollo que vuela —contesté—. Parece tener diez metros de largo y cinco metros de ancho.

3 Entonces él me dijo:

—Este rollo contiene la maldición que cubrirá toda la tierra. Un lado del rollo dice que los que roban serán desterrados; el otro lado dice que los que juran en falso serán desterrados.

4 ElSeñorde los Ejércitos Celestiales dice: “Envío esta maldición a la casa de cada ladrón y a la casa de todos los que juran en falso usando mi nombre. Mi maldición se quedará en esa casa y la destruirá por completo, hasta las maderas y las piedras”.

La mujer en una canasta

5 Entonces el ángel que hablaba conmigo se adelantó y dijo:

—Mira hacia arriba y fíjate en lo que viene.

6 —¿Qué es? —pregunté.

—Es una canasta para medir grano—respondió—, y está llena con los pecadosde los habitantes de todo el país.

7 Entonces fue levantada la pesada tapa de plomo de la canasta y adentro había una mujer sentada.

8 El ángel dijo: «La mujer se llama Perversidad», y la empujó adentro de la canasta otra vez y cerró la pesada tapa.

9 Entonces miré hacia arriba y vi a dos mujeres que volaban hacia nosotros, planeando con el viento. Tenían alas como de cigüeña, y recogieron la canasta y levantaron el vuelo.

10 —¿Adónde llevan la canasta? —le pregunté al ángel.

11 —A la tierra de Babilonia—me respondió—, donde construirán un templo para la canasta. Luego, cuando el templo esté listo, colocarán la canasta allí sobre un pedestal.

Zacarías 6

Los cuatro carros de guerra

1 Entonces levanté la mirada otra vez y vi cuatro carros de guerra que salían de entre dos montañas de bronce.

2 El primer carro era tirado por caballos rojos, el segundo por caballos negros,

3 el tercero por caballos blancos y el cuarto por poderosos caballos tordos.

4 —¿Y qué son estos, mi señor? —le pregunté al ángel que hablaba conmigo.

5 —Son los cuatro espíritusdel cielo que están delante del Señor de toda la tierra —el ángel contestó—. Ellos salen a hacer su trabajo.

6 El carro con caballos negros va al norte, el carro con caballos blancos va al occidentey el carro con caballos tordos va al sur.

7 Los poderosos caballos estaban ansiosos por salir a vigilar la tierra. Así que elSeñordijo: «¡Vayan y vigilen la tierra!». Entonces salieron de inmediato a hacer el recorrido.

8 Luego elSeñorme llamó y me dijo: «Mira, los que fueron al norte han desahogado el enojo de mi Espírituallí en la tierra del norte».

Coronación de Jesúa

9 Entonces recibí otro mensaje delSeñor:

10 «Heldai, Tobías, y Jedaías traerán obsequios de plata y oro de los judíos desterrados en Babilonia. En cuanto lleguen, encuéntrate con ellos en la casa de Josías, hijo de Sofonías.

11 Acepta sus obsequios y, con la plata y el oro, haz una corona. Entonces coloca la corona en la cabeza de Jesúahijo de Jehosadac, el sumo sacerdote.

12 Dile: “ElSeñorde los Ejércitos Celestiales declara: ‘Este es el hombre llamado el Retoño. Él echará ramas desde donde está y construirá el templo delSeñor’”.

13 Así es, él construirá el templo delSeñor. Entonces recibirá el honor real y desde su trono gobernará como rey; también desde su trono servirá como sacerdotey habrá armonía perfecta entre sus dos oficios.

14 »La corona servirá de recordatorio en el templo delSeñoren reconocimiento a quienes la obsequiaron: Heldai,Tobías, Jedaías y Josías,hijo de Sofonías».

15 Vendrá gente desde tierras lejanas a reedificar el templo delSeñor. Cuando esto ocurra, ustedes sabrán que mis mensajes vinieron delSeñorde los Ejércitos Celestiales. Todo esto sucederá si ustedes se aseguran de obedecer lo que dice elSeñorsu Dios.